Gerardo Fernández Noroña: “Ser de oposición en México es muy peligroso”

29/06/2018
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Entrevista al sociólogo mexicano Gerardo Fernández Noroña, candidato al Congreso en las elecciones del 1° de julio sobre la situación política de México y Venezuela.

 

Durante las elecciones que se desarrollaron este año en Venezuela, algunos “acompañantes” mexicanos tuvieron la oportunidad de constatar la inatacable transparencia del voto y del Poder electoral de los ciudadanos, uno de los cinco poderes de los que se compone el Estado Bolivariano y del que hace parte el Consejo Nacional Electoral (CNE). Acompañantes y no observadores porque, también en el lenguaje, el proceso bolivariano quiere dar significado a sus veinte años de independencia, certificados por 24 elecciones, fuera de todo “reconocimiento” neocolonial.

 

Entre los acompañantes, estaba también Gerardo Fernández Noroña, candidato al Congreso mexicano en la importante competencia electoral que tendrá lugar el 1° de julio. Analista político y sociólogo, Fernández ya ha sido diputado federal desde el 2009 al 2012, y ahora regresa a candidatearse en el campo progresista de Manuel López Obrador (AMLO), representante del partido Morena. Nos ha explicado que, inicialmente, pretendía presentarse como independiente para la presidencia de la república, pero que luego decidió retirarse para apoyar la candidatura de AMLO.

 

El proceso electoral de este 1° de julio es el más “observado” de la historia democrática de México, con más de 30.000 expertos nacionales y 907 internacionales, pero también el menos financiado y el más violento nunca antes registrado, con más de 102 asesinatos de candidatos y líderes sociales y el más expuesto a todo tipo de fraudes, como han preanunciado numerosos robos de papeletas electorales y datos informáticos.

 

Un cambio de dirección progresista en la segunda economía más grande de Latinoamérica luego del Brasil resultaría, de hecho, problemático para los planes de los Estados Unidos. En las elecciones mexicanas se ha agitado el espectro del “castro-chavismo”. Como Petro en Colombia, también Andrés Manuel López Obrador (AMLO) públicamente ha tomado distancia de Maduro y de Venezuela Bolivariana. Gerardo Fernández, en cambio, ha defendido el proceso electoral en Venezuela de los ataques de las derechas latinoamericanas, y, una vez que ha regresado a su país, ha sido objeto de un verdadero linchamiento político.

 

Según las encuestas, esta vez México podría cambiar la página. ¿Podrá vencer López Obrador?

 

Según todas las encuestas, también aquellas manipuladas, sí. La derecha se presenta dividida, pero nos encontramos con el problema de siempre: el fraude. Aquella de no reconocer la victoria de la izquierda ha sido hasta ahora una decisión de Estado, en base a la regla del: “Si pierdes, pierdes, y si ganas, pierdes”. Ha sucedido en 1986, en el 2006 y en el 2012. Ha sucedido el año pasado en el estado más importante de la república. Es lo que nos esperamos también esta vez, la única verdadera defensa es la organización popular. La cita electoral del 1º de julio es considerada con razón una ocasión histórica. A más de presidente, que donde nosotros se vota en el primer turno, elegiremos también diputados, gobernadores y alcaldes. Más de treinta años de gobiernos neoliberales han generado un nivel de injusticia y desigualdad insoportables. En las manos de 16 mexicanos se concentra una riqueza igual a 143.000 millones de dólares. Somos el segundo país en el mundo en cuanto a números de asesinatos. En pleno siglo XXI no logramos hacer respetar el voto, es increíble, debemos defender las papeletas. En diciembre del año pasado, en desprecio a la Constitución, ha sido aprobada una ley para la seguridad interna que, de hecho, avala el estado de asedio, el uso del ejército para reprimir la protesta social. El gobierno de Enrique Peña Nieto ha sido un desastre, la indignación popular es altísima, el deseo de cambio también. Yo he decidido retirar mi candidatura independiente a la presidencia para apoyar el bloque de fuerzas progresistas y de izquierda que sostiene a López Obrador. Ya he sido electo diputado federal en el 2009 y ahora me recandidatizo para el Congreso, no obstante haber recibido amenazas de muerte por haber denunciado una gran especulación del ejército sobre un territorio industrial. Ser de oposición en México es muy peligroso.

 

También defender a Venezuela bolivariana puede costar caro. ¿Por qué tú no te uniste al coro de los detractores como ha hecho López Obrador?

 

Debo admitir haber dudado antes de venir a Venezuela. En México hay una poderosa campaña de demonización. Están asustando a la gente. Para los grandes medios, Maduro es un dictador que ha llevado al país al desastre y si gana AMLO sucederá lo mismo en México. Se está usando a Venezuela para desacreditar al socialismo, la izquierda y esconder los desastres del neoliberalismo y de Peña Nieto. Yo no estoy inscrito a Morena, pero como apoyo a Venezuela, me consideran el contacto de López Obrador con Maduro, también López Obrador no ha estado nunca en Venezuela y probablemente ha hecho aquellas declaraciones críticas, a más de por conveniencia electoral, también por falta de conciencia. Yo, al contrario, estoy aquí para testimoniar la verdad. Siempre he sido solidario, no hacerlo ahora me parecería una cobardía. Y además, sólo aquí en Venezuela he podido intercambiar opiniones con otros compañeros que en México no se dirigen la palabra. El proceso bolivariano une, no hace injerencia en otros países. Que en Venezuela se protejan los derechos de los trabajadores, la escuela pública y la independencia nacional indica lo inaceptable de lo que sucede en México y en otros países donde no se ha dado todavía un cambio verdadero.

 

30.06.218

 

Traducción Gabriela Pereira

 

 

https://www.alainet.org/pt/node/193858
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