En días pasados, la Procuraduría General de Justicia capitalina dio a conocer los resultados de un operativo en dos bares localizados en la delegación Cuauhtémoc  donde, según informó en un comunicado de prensa, rescató a 51 mujeres que eran explotadas sexualmente y detuvo a siete presuntos responsables.

Hasta aquí podría parecer una labor excelente y loable de la autoridad para el combate a la trata de personas –delito que por supuesto es deleznable— pero el caso es que actualmente es litigado en un juzgado oral del Reclusorio Preventivo Oriente que en sus primeras audiencias ha dejado al descubierto lo que ya se había denunciado en casos anteriores. Al parecer es un montaje mediático.

Este hecho resulta ser muy grave porque evidencia que algunos servidores públicos de esa institución tienen agendas personales para promover su figura y trabajo en detrimento de las verdaderas víctimas de este delito. Resulta ahora que en las audiencias orles y públicas se han revelado una serie de irregularidades que a mi consideración son graves.

Al parecer no existen víctimas, o por lo menos es lo que han expresado las mujeres rescatadas. Además, han manifestado que su declaración ministerial fue firmada bajo la amenaza de los servidores públicos: “si no eres víctima, entonces eres probable responsable”.

Para todas ellas no les quedó más remedio que inculpar a sus compañeros de trabajo. Esto ha sido declarado por las mujeres. Pero lo verdaderamente grave es que algunos funcionarios inescrupulosos utilicen los raquíticos recursos con que cuenta la institución en agendas privadas y de intereses inconfesables, en detrimento de las verdaderas víctimas, aquellas que viven un infierno y que esperan ser rescatadas.

Parece ser que para la autoridad es más fácil llegar a un bar, arrestar a encargados, meseros, garroteros, personal de seguridad e incluso a las mujeres que venden cigarrillos para presentarlos ante los medios de comunicación como una sofisticada res de enganchadores y tratantes de personas, en lugar de investigar y desmembrar a estos grupos que por supuesto existen y operan en el país.

Este caso constituye una muestra de la ineficacia de nuestras autoridades para resolver situaciones que ameritan seriedad, profesionalismo, capacitación y sobre todo una investigación serie que llegue a los más altos niveles, dejando a un lado a quienes solo prestan sus servicios como meseros y garroteros. Cuándo veremos un operativo que, además de la detención de los integrantes, se asegure sus recursos económicos.

Ahora será un juez quien le arreglará la plana a esta desprestigiada institución que cada vez cae en un pozo de desacreditación y rechazo de la sociedad. Señor Mancera urge poner atención a este tipo de asuntos que agravian a todos los mexicanos. ¡Ponga orden a esta anarquía! Sólo si tiene intenciones en competir en el 2018.

Punto Cero

En su encuesta nacional “Las ciudades más habitables de México”, la consultoría Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE) señaló que el jefe delegacional en Venustiano Carranza, Israel Moreno Rivera, fue calificado como el mejor delegado de la capital del país.

La empresa explicó que se calificó el desempeño y liderazgo del gobernante, capacidad para generar un entorno de seguridad pública, para capacidad para fomentar la creación de empleos y el rumbo que lleva la delegación.

En el estudio, que se realizó a nivel nacional donde fueron entrevistados más de 30 mil ciudadanos, revela que la demarcación también fue catalogada como la mejor en servicios públicos como: recolección de basura, alumbrado público, desazolve y drenaje, pavimentación y bacheo, parques y jardines, eventos culturales y fomento al deporte, entre otros.

Asimismo la demarcación de Venustiano Carranza fue calificada como la mejor delegación para vivir en la ciudad de México.

José Víctor Rodríguez Nájera

Periodista mexicano

@JoseVictor_Rdz