Redes sociales y especies amenazadas y protegidas

24/06/2016
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Las redes sociales juegan un papel importante en el tráfico ilegal de especies amenazadas y especies protegidas, sea porque contribuyen a diseminar información sobre los factores que coadyuvan a poner en riesgo a la flora y la fauna del mundo, o porque convocan a tomar conciencia del problema, o también, –¡quién lo diría!– porque coadyuvan al tráfico mismo.

 

Un organismo no gubernamental como el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), puede usar esos vasos comunicantes para difundir sus objetivos, ganar adeptos y recursos, y desarrollar y promocionar programas de conservación de especies en todo el mundo. Pero también los traficantes de especies amenazadas y especies protegidas, pueden atraer clientes y lograr jugosas ganancias a costa de la biodiversidad.

 

¿Por qué hay especies amenazadas?

 

A lo largo de la historia diversas especies han desaparecido por razones de adaptación e incapacidad de supervivencia en sus entornos naturales. La extinción de los dinosaurios es un ejemplo. Como sea estas especies no perecieron por obra de los cazadores furtivos ni de la delincuencia organizada.

 

En la actualidad la extinción de especies animales y vegetales prácticamente obedece a acciones perpetradas exclusivamente por el hombre: el tráfico ilegal de especies; introducción de especies exóticas; la caza/explotación indiscriminada; la contaminación y la destrucción del hábitat natural.

 

El tráfico ilegal de especies amenazadas y especies protegidas es la cuarta actividad delincuencial más lucrativa en el mundo superando al tráfico ilícito de armas ligeras y pequeñas, y generando ganancias estimadas en 7 mil 500 millones de euros al año.1 “Además, el tráfico de especies es la segunda causa de pérdida de biodiversidad en el mundo, después de la destrucción de hábitat”.2

 

Especies amenazadas y especies protegidas

 

Hay que diferenciar los conceptos “especie amenazada” y “especie protegida”. Una especie amenazada es la que se halla en riesgo de desaparecer en un futuro cercano, mediano o de largo plazo. La determinación de las especies amenazadas recae en la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Este organismo, es la principal autoridad en materia de conservación de la naturaleza y los recursos naturales en el mundo; establece los estándares que promueven políticas basadas en el estudio de la naturaleza para abordar los desafíos globales y la gobernanza ambiental, con el objetivo de promover el desarrollo sostenible y la conservación de la biodiversidad. La UICN establece categorías para cada especie en que se mide el nivel de vulnerabilidad en que se encuentra. Las tres principales categorías son: “gravemente amenazada”, “amenazada” y “vulnerable”, amén de que hay otras subcategorías adicionales.

 

El trabajo de dicho organismo genera alertas sobre las especies amenazadas, mas no obliga a nada a las naciones del mundo. Esta información es valiosa, únicamente, para guiar decisiones presupuestales de parte de los gobiernos, organismos internacionales y otros actores, en aras de conservar a las especies más gravemente amenazadas. Por lo mismo, no todas las especies amenazadas son especies protegidas.

 

Las especies protegidas son las que se encuentran bajo alguna figura legal de protección, de forma que su caza, captura, compraventa o tenencia está prohibida. A diferencia de las especies amenazadas, cuya identificación recae en la UICN, la conservación de las especies protegidas depende, sobre todo, de las decisiones de los gobiernos, quienes pueden o no legislar en la materia y gestionar o no los fondos necesarios para conservar dichas especies. A menudo los gobiernos gestionan apoyos adicionales ante entidades internacionales, organismos no gubernamentales, fundaciones u otros gobiernos. Con todo, los esfuerzos conservacionistas varían considerablemente de país a país y es innegable que algunas especies reciben más atención –y recursos– que otras.

 

El tráfico de especies amenazadas y protegidas

 

El tráfico de especies amenazadas y especies protegidas es un fenómeno mundial. En el Sur, donde se encuentran numerosas especies con esas características, la protección de las mismas no siempre prospera. Los países en desarrollo tienen numerosas carencias, lo que obliga a sus gobiernos a dar prioridad a temas relacionados con la atención de las sociedades. A ello se suma el papel de la delincuencia organizada, la que trafica a las especies, a países desarrollados y en desarrollo. Se trata, como se explicaba, de una actividad muy lucrativa y en torno a la que las naciones del mundo responden de manera diferenciada y con escasa coordinación. China, por ejemplo, considera al panda un “tesoro nacional” y los castigos por dañar o traficar esta especie incluyen la pena de muerte. Sin embargo, ese país es uno de los principales consumidores a nivel mundial de especies amenazadas y protegidas.

 

Las rutas internacionales para el tráfico de especies son variadas. Un ejemplo es el de la serpiente bothropoides jararaca, que es vendida ilegalmente desde Brasil a Estados Unidos por 20 mil dólares. De su veneno se obtiene la droga llamada captopril, usada para tratar la hipertensión y algunos padecimientos como la falla cardíaca congestiva. Asimismo, la Unión Europea es uno de los mayores consumidores de especies amenazadas y protegidas, y de productos derivados. Es el primer importador mundial de felinos y de papagayos vivos y, el segundo importador de primates, boas y pitones. Sin embargo, las rutas del tráfico ilícito también tienen en el boyante mercado asiático clientes y oferentes. En ello tiene una gran responsabilidad China, cuyas clases medias y pudientes están adoptando patrones de consumo sumamente irresponsables, demandando especies amenazadas y protegidas de todo el mundo que emplean en la medicina tradicional china, para uso ornamental o como presentes corporativos tales como obsequiar pieles de tigres o de osos polares y comillos de elefantes.3 Los “nuevos ricos” de ese país, incurren en prácticas consumistas estrafalarias, como el vino de tigre o el polvo de cuerno del rinoceronte, esto como una demostración de poder y prosperidad.4 Malasia también juega un papel muy importante en el tráfico de especies para fines culinarios. Aquí el problema es doble: los restaurantes malasios no sólo se abastecen de traficantes que los proveen de las codiciadas especies, sino que el gobierno de ese país otorga licencias a establecimientos de comida que ofrecen platillos exóticos siempre que a juicio de las autoridades, dichas especies provengan de fuentes legítimas.5

 

 

Las redes del tráfico de marfil de elefantes africanos son muy sofisticadas y ahora también buscan comercializar colmillos de animales extintos como el mamut.6Myanmar, Laos y Camboya, están siendo saqueados para satisfacer a los consumidores chinos, europeos y estadounidenses.

 

Los exportadores de animales salvajes y sus derivados mantienen negocios en cuya cadena intervienen diferentes sectores –incluyendo mafias y hasta guerrillas– que aseguran el aprovechamiento y enriquecimiento mientras el recurso existe, y que inicia con los cazadores que operan hasta en las áreas más remotas en que puedan localizar sus presas. Por cada animal o piel que alcanza el mercado extranjero de un país, se destruyen muchos más durante la caza, trampas y transporte. Por ejemplo, la captura de un gorila bebé de la motaña, supone la muerte de muchos gorilas adultos, porque éstos tratan de proteger al pequeño. Este patrón se repite en torno a otras especies, por ejemplo el guepardo, felino que está de moda como “animal de compañía” en los países de la península arábiga. Por tratarse de un animal domesticable, sobre todo si se le tiene desde cachorro, se le trafica desde el cuerno de África, el 70% de los pequeños mueren en el trayecto. También sucede lo contrario. En la depredación del rinoceronte, para despojarlo de su cuerno, se privilegia la matanza de adultos, dado que el cuerno es más grande, lo que ha generado que diversos rinocerontes bebés queden en la orfandad y mueran al quedar solos e indefensos. Algo similar ocurre con el elefante africano, si bien, diversos organismos defensores de los derechos de los animales han reportado adicionalmente el asesinato de elefantes bebés cuyo marfil es de apenas el tamaño de un lápiz, a manos de los traficantes.7

 

En 1973 representantes de 80 países firmaron la Convención de Comercio Internacional sobre Especies de Fauna Salvaje y Flora en Peligro de Extinción (CITES, por sus siglas en inglés,) también conocida como Convención de Washington. La convención entró en vigor el 1 de julio de 1975 luego de la décima ratificación requerida. Este tratado regula el comercio de especies amenazadas y consta de tres apéndices, el primero de los cuales hace un listado de todas las especies en peligro de extinción. Si bien constituye un avance para la protección de las especies amenazadas y protegidas, lo cierto es que compite con legislaciones y categorías de algunos países que utilizan otro lenguaje o que se encuentran en una situación peculiar respecto a alguna especie.

 

En las redes del tráfico ilegal

 

 

Las redes sociales son un foro en el que se convoca a la adopción de animales de compañía que han sido maltratados o abandonados por sus dueños, de igual forma constituyen un medio para estimular el consumo entre los usuarios, incluyendo el de especies amenazadas y protegidas. Dada la facilidad con la que la delincuencia organizada, mafias, empresas sin escrúpulos e individuos pueden acceder a la red para “ofertar productos” cuya procedencia puede ser dudosa.

 

En Facebook, Instagram y Twitter proliferan los vendedores de dichas especies, quienes además ofrecen, en muchos casos, entregar el “producto” en el domicilio del comprador, gracias al anonimato que coadyuva a este ilícito.

 

En México, la comercialización de especies amenazadas y protegidas aumenta de manera alarmante: tan sólo de 2010 a 2014 se reportaron, según fuentes oficiales, 500 casos de venta de flora y fauna por esos canales.8 Y el problema persiste. El mes pasado, un portal de Facebook denominado “Perros y mascotas”, difundió que se traficaron periquitos silvestres en plena temporada de reproducción, procedentes de la zona serrana de Mazatlán y Concordia en Sinaloa, pese a que el tráfico de especies amenazadas y protegidas constituye un delito tipificado en el Código Penal Federal.9Un hecho a destacar es que para que el tráfico ilícito se concrete, se echa mano de empresas de mensajería para el envío de flora y fauna en sobres o cajas, usando documentación falsa. Reptiles –animales de sangre fría– o arácnidos –que son pequeños– son traficados con frecuencia por esa vía porque no son detectados por los escáner.

 

Lo anterior no debería sorprender, considerando las tendencias internacionales, un claro ejemplo es Asia, donde se trafican orangutanes y osos malayos, entre otros ( WWF y Traffic), su forma de operar se apoya en grupos en Facebook y otras redes adicionales como QQ y WeChat para llegar a audiencias más amplias y facilitar las transacciones. En las redes descritas se encontró, en 2015, en la RP China, la oferta de miles de productos de marfil, 77 cuernos de rinoceronte y aves amenazadas o protegidas, en promedio, por mes. También en 2015, en un lapso de 50 horas, Traffic monitoreó a 14 grupos de comercio ilegal de fauna y de flora en Facebook dirigidos a consumidores de Malasia. Estas agrupaciones suman en total más de 67 500 miembros activos.

 

El problema es complejo y requiere de acciones concertadas en todos los frentes, a nivel local, nacional, regional e internacional. Es necesario desarrollar actividades que incluyan trabajar en la reducción de la demanda, ello a través de campañas de información dirigidas a las sociedades; la condena pública de estos ilícitos; la responsabilidad corporativa, asegurando que el comercio de productos animales y vegetales se realice conforme a derecho y sólo de aquellos ejemplares que no se encuentren amenazados ni protegidos; y por supuesto, las políticas de combate a la pobreza serán determinantes para que las sociedades cuenten con recursos derivados de actividades lícitas. Si todo ello es difundido además en las redes sociales se podría empezar a limitar el amplio margen de maniobra del que hoy gozan los responsables del tráfico ilícito de especies amenazadas y protegidas.

 

Notas

 

  1. Elena González (3 de julio de 2014), “El tráfico ilegal de animales en el cuarto puesto del crimen organizado”, en 20 Minutos, disponible en http://blogs.20minutos.es/goldman-sachs-is-notan-after-shave/2014/07/03/el-trafico-ilegal-de-animales-en-elcuarto-puesto-del-crimen-organizado/

 

  1. Ibid.

 

  1. Elena González, Ibid.

 

  1. Guillermo Altares (11 de julio de 2014), “El comercio ilegal se extiende cada vez más a especies amenazadas”, en El País, disponible en http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/07/11/actualidad/1405069238_030194.html

 

  1. Adam Cruise (22 December 2015), “Ojos de tigre: pene de cocdrilo: el menú en Malasia”, en National Geographic en español, disponible en http://www.ngenespanol.com/futurode-la-comida/15/12/22/menu-exotico-raro-alimentos-extraordinarios-comer-animales.html

 

  1. Guillermo Altares, Ibid.

 

  1. Las estadísticas sobre la matanza de elefantes africanos para despojarlos de su marfil son aterradoras: se estima que cada 15 minutos es asesinado un elefante, en tanto que para contar con una tonelada de marfil se requiere, al menos, de la muerte de 100 elefantes. Véase UNODC (s/f), Delito ambiental: el tráfico ilícito de fauna silvestre y madera, Naciones Unidas, disponible en https://www.unodc.org/toc/es/crimes/environmental-crime.html

 

  1. Ernesto Méndez (12 de octubre de 2014), “Combaten tráfico de especies por redes”, en Excélsior, disponible enhttp://www.excelsior.com.mx/nacional/2014/10/12/986462

 

  1. El Debate (13 de abril de 2016), “Denuncian tráfico de pericos en redes sociales”, disponible enhttp://www.debate.com.mx/mazatlan/Denuncian-trafico-de-pericos-en-redes-sociales-20160413-0122.html

 

María Cristina Rosas es profesora e investigadora en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México

 

etcétera, 17 de junio 2016

http://www.etcetera.com.mx/articulo/Redes+sociales+y+especies+amenazadas+y+protegidas/46322

 

 

https://www.alainet.org/pt/node/178370
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