“Los avances experimentados de estos 9 años constituyen el mayor legado y la mayor razón para defendernos en campaña”
- Opinión
Celag: A nueve años del comienzo de la Revolución Ciudadana (RC) ¿cuáles cree usted que han sido los principales logros, y cuáles los desafíos pendientes?
Carlos Marx Carrasco (CMC): Nueve años para un proceso de transformación económica, política y social parecen bastantes, pero en la historia para este proceso, precisamente, por ser de cambios profundos, de cambio de época, el tiempo transcurrido resulta corto. Lo que se ha hecho es bastante pero lo que falta por hacer es mayor todavía.
En el ámbito político hemos logrado estabilidad, hemos logrado mayores niveles de democracia y participación social. Claro que falta todavía una mayor participación y politización de la sociedad civil. De hecho, la acción de la “quinta función de Estado” que consagra la Nueva Constitución, no ha encontrado claridad en su hoja de ruta; el papel cumplido, sí deja algunos vacíos, al menos, las expectativas fueron mayores. En este importantísimo proceso de cambio, casi se han desmantelado los viejos partidos políticos, aunque todavía no están muertos. En esta coyuntura se enfrentan la utopía por continuar en la construcción de un Estado y una sociedad, caracterizados por la justicia, la equidad y la inclusión, con una mejor calidad de vida para las enormes capas poblacionales y la nostalgia por volver al pasado (“restauración conservadora”) de dominio de las élites.
En términos gramscianos, diría yo, en este momento que la oposición se empeña en identificarlo como de “crisis”, si así fuere, es porque aún no concluye de morir lo viejo y de nacer y consolidarse lo nuevo. En este sentido, estos nueve años más o menos reflejan ese carácter de crisis orgánica por la presencia de fuertes elementos disruptivos y de abandono del viejo paradigma concentrador y excluyente.
Luego, en el ámbito social, creo que es donde más destacables son los logros de la Revolución Ciudadana. Avances muy significativos en el ámbito de la salud, la educación, vivienda, la calidad de vida. El “Buen Vivir” cada vez se ha tornado en una realidad más concreta en beneficio de cientos de miles de ecuatorianos. Más allá de cifras cuantitativas o economicistas, son notables los avances de la economía popular y solidaria, especialmente para los sectores de la población históricamente postergados. De todos los objetivos y metas del milenio acordados por las Naciones Unidas, solamente uno, Ecuador no lo ha cumplido. El acceso a la educación media y superior de las franjas más pobres, las 11 mil becas para los mejores estudiantes de todos los sectores para estudiar en las mejores universidades del mundo. El mejoramiento cualitativo importante y la incursión universitaria -por fin- en la investigación científica y tecnológica, marcan hitos históricos que parecían imposibles de alcanzarlos. En general, en el sistema educativo, son impresionantes los avances logrados; la construcción de una cantidad importante de escuelas, colegios (“del milenio”), el incremento notable del número de profesores. Los avances en la capacitación docente, sin duda son encomiables.
Antes del gobierno de la Revolución Ciudadana, había una situación muy deplorable en la que muchos de los profesores de inglés no sabían inglés, o los de matemáticas no sabían matemáticas. Todos estos hechos configuran una verdadera revolución social. En este caso en concreto, una revolución educativa. La afiliación a la seguridad social de más o menos dos millones de hombres y mujeres en estos nueve años, permitió que pasáramos de un millón de afiliados a 3 millones y medio, y dentro de éstos nuevos afiliados cabe destacar la masiva afiliación de las trabajadoras de los hogares no remuneradas de los hogares. Este es un hecho emblemático y de vanguardia, ni los países europeos tienen algo que se le parezca. El carácter universal y solidario de la seguridad social que la Constitución ordena, no es letra muerta, es una realidad concreta. La mejor y más justa distribución del ingreso, la fuerte reducción de la pobreza y de la extrema pobreza, son destacados inclusive por los organismos internacionales y por los más recalcitrantes opositores.
En el ámbito económico, el nuevo Modelo, de “Economía Social y Solidaria” ha permitido significativos resultados. El Producto Interno Bruto ha crecido sustancialmente. La tasa promedio de crecimiento en estos nueve años se aproxima al 4% (3.9%), un punto por encima del promedio de América Latina que está en 2.9%. Incluso el año de la crisis del 2009, Ecuador creció mientras América Latina y buena pare de los países del mundo en promedio, decrecieron. La crisis financiera internacional, de la que aún no podemos salir, ha golpeado fuertemente la economía mundial. El salvataje aplicado por Wall Streett y la “troika” europea, a los bancos y banqueros, como solución a la crisis, está impidiendo una salida más rápida y efectiva. Lo que estamos viviendo no es sólo una crisis que se manifiesta en los bajos precios de los commodities y en la apreciación del dólar y la pulverización de muchas de las monedas sino en un complejo entramado geopolítico por el control económico, financiero y político global.
El modelo financiero y la desregulación que se utilizó en los años anteriores al 2008, provocó el estallido de la burbuja financiera, manifestándose con fuerza por el lado inmobiliario. Esa crisis no se ha retirado aún. Esa crisis está ahí y tardará muchos años en resolverse. Casi en todos estos 9 años de la Revolución Ciudadana años han crecido todos los sectores. Se han aumentado de manera importante las exportaciones, aunque también es cierto que las importaciones han crecido un poco más rápido. Y esto da cuenta de que la estrategia de cambiar la matriz productiva todavía no ha dado resultados significativos. En el sector energético sí. Estamos a punto de inaugurar una cantidad importante de centrales hidroeléctricas, pero el modelo rentista aún no ha concluido. Buena parte de las ganancias empresariales se obtienen del modelo rentista. Creo que en materia productiva el reto mayor es ese: diversificar la matriz productiva, industrializar al país, pasar de la manufactura a la mentefactura. Hay que incorporar talento humano, conocimiento.
Luego, en el ámbito fiscal, el Gobierno Nacional ha llevado adelante una política contracíclica, yo diría permanentemente contracíclica. Claro, continuar inyectando recursos fiscales para la actividad económica, para la inversión pública requiere de fuentes de financiamiento; lamentablemente, solo en el año 2015, la economía ecuatoriana y el presupuesto general del Estado, ante la brutal caída del precio del petróleo, dejaron de percibir unos 7.000 millones de dólares, l que ha impactado fuertemente en el ritmo de la inversión pública con las consecuencias obvias de semejante choque externo. Si este año (2016) logramos financiar adecuadamente el presupuesto, habremos dado un salto importante para la superación sostenida de las dificultades. Lograra la meta de 1% de crecimiento del PIB en este año, es fundamental para ahuyentar el fantasma de la recesión. Conseguir los recursos para darle la suficiente fuerza a la política contracíclica es vital. La reacción empresarial debe apostar al país: las condiciones, si bien no son las mejores, sí permiten amplios espacios para inversión, incluida la inversión extranjera. El ambiente jurídico, tributario, de logística y conectividad, de facilidades para la inversión, sí configuran un escenario propicio para más y nuevos emprendimientos.
En el ámbito económico, también me parece destacable el hecho de haber sobrellevado sin “paquetazos” que golpeen a los más pobres, el tremendo impacto de los 7 mil millones de dólares perdidos por la caída del precio del petróleo junto con la significativa apreciación del dólar y las sucesivas devaluaciones de las monedas de la mayoría de países con los que mantenemos relaciones económicas y comerciales. La pérdida de competitividad derivada del aumento de los precios relativos de la producción ecuatoriana exige medidas compensatorias urgentes. Asunto complejo ante la ausencia de soberanía monetaria plena. Los márgenes de maniobra de la política monetaria y cambiaria son muy limitados.
Con todo este escenario, haber crecido el 04%, no haber perdido de manera significativa el empleo, preservar la sanidad del sistema financiero, conservar los beneficios sociales, sin duda es encomiable. Ante tremendo “cóctel”, el gobierno y el sector productivo, están sorteando sin costos catastróficos el mal momento Es de esperar un “gran pacto social tripartito”: Estado, trabajadores y empleadores, para comprometerse a aunar esfuerzos para evitar la pérdida del empleo, la regresión de los avances sociales y, desde luego, garantizar la sostenibilidad de la dolarización.
Es la ocasión para impulsar la cultura del emprendimiento, invertir urgentemente en la capacitación y la formación para el trabajo, aplicar políticas de distribución social del trabajo (no en el sentido de la flexi-seguridad europea). De manera que los desafío irrenunciables exigen este compromiso tripartito. La pérdida -cuantitativa y cualitativa- del empleo, el riesgo de que se presentaran problemas serios en el sistema monetario-cambiario dolarizado y el retroceso de los avances sociales, no es que simplemente pasará factura al gobierno, sino, sobre todo a los más pobres y a la clase media.
Celag: En materia impositiva y laboral, que han sido sus áreas de gestión en la Revolución Ciudadana ¿cuáles fueron las principales transformaciones?
CMC: Al iniciar la gestión, el 16 de enero de 2007, lo primero que hicimos, como corresponde siempre, fue un acercamiento con las personas, con los funcionarios de la Institución. En segundo lugar, realizar un diagnóstico del sistema tributario y del SRI, como su Organismo rector. Hicimos un diagnóstico del talento humano, de la cultura organizacional, del clima laboral, de las potencialidades, fortalezas, oportunidades y debilidades. Concluimos que era indispensable que cambiar el modelo de gestión.
De un modelo funcional, conformado por estancos aislados, incomunicados, decidimos construir colectivamente un modelo por procesos. Lo hicimos con la gente, con los funcionarios, comprometiéndolos e involucrándolos directamente a ellos. Lo segundo, creamos un Instituto de Investigaciones Tributarias, el Centro de Estudios Fiscales (CEF) para que sea el brazo académico, investigativo de la Institución que se encargue de investigar la situación tributaria nacional y diseñar nuevas políticas coherentes con la visión del Gobierno, de la nueva Constitución y de la Nueva Política Económica que se estaba implementando. Porque ocurrió un hecho curioso: la Administración Tributaria, en general, en la mayoría de países -Ecuador no era la excepción- no era más que un apéndice del Ministerio de Finanzas. Se la consideraba como una entidad técnicamente autónoma pero, en la práctica era totalmente dependiente; pues, no tenía casi ninguna participación en el debate y diseño de las políticas fiscales y tributarias. Estas se desarrollaban en el ministerio de Finanzas, más concretamente, se plasmaban en las Cartas de Intención, que periódicamente se suscribían ante el FMI. Ahora no.
El Servicio de Rentas Internas (SRI) se volvió un actor importante en la investigación y el diseño de las políticas tributarias. En tercer lugar, la esencia del modelo de gestión lo construimos sobre la base de una matriz de riesgos sustentado en la diversidad de conductas que asumen los contribuyentes y en la fuerte evasión y reiterados acuerdos políticos que caracterizó al pasado tributario ecuatoriano. Sabemos que hay contribuyentes que están dispuestos a pagar y que pagan, mientras existen otros que quieren pagar pero no saben cómo hacerlo -tienen un problema de información o dificultades técnicas-, hay otros con todas las ganas de no pagar, y por fin, hay otros que han tomado la decisión de no pagar. Para estos 4 segmentos de comportamientos, era indispensable una política diferenciada y era obligatorio construir una matriz de riesgos que optimice la gestión recaudatoria.
La creación del Departamento de Grandes Contribuyentes y la conformación –para efectos de gestión- permitió aumentar sustancialmente le riesgo subjetivo y, por lo tanto, la predisposición al pago de los tributos. El criterio Paretiano nos resultó de utilidad en la gestión. Desde luego, la plena independencia institucional y de los funcionarios, comenzando por la alta dirección, generó alta credibilidad ciudadana y motivó un cambio fuerte en la cultura tributaria ciudadana.
No hay que cazar moscas con cañones, dicen los chinos. Apuntamos allá donde hay más riesgo y donde la evasión presumiblemente es mayor. Y dimos pruebas ejemplificadoras: a grandes contribuyentes que estaban acostumbrados a no pagar les aplicamos procesos de auditorías, procesos determinativos, e hicimos todo lo que había que hacer para cobrar. En defensa de los intereses de la sociedad nos involucramos fuerte y decididamente en patrocinar al SRI ante la función judicial, con calidad técnica y ética inquebrantable. Nunca más permitimos una situación de indefensión de los intereses del Estado, de la sociedad, por lo tanto, mejoramos fuertemente la calidad de las auditorías lo que permitió aumentar la recaudación y generar deudas importantes. Todo esto elevó a incrementar sustancialmente la recaudación y conseguir una importante reducción de la dependencia de los ingresos petroleros.
En estos 9 años, El PIB se ha duplicado (un poco más) mientras la recaudación tributaria más que se ha triplicado, y eso no es otra cosa que resultado de la gestión. Se ha dicho que hay una fuerte carga tributaria en Ecuador. No es verdad, como tampoco es verdad que la docena de reformas tributarias se hayan orientado a incrementar los impuestos. De las 12 reformas tributarias, en la 7 se generan incentivos, se disminuyen o se eliminan impuestos Solamente en las 5 reformas se crea o se incrementan impuestos. Un reciente estudio del CEF demuestra que más del 90% del aumento recaudatorio se debe a Gestión y menos del 10% a las reformas legales. Pero la oposición política se ha encargado de posicionar ante la ciudadanía que ha habido una incesante reforma tributaria afectando la carga fiscal. La presión fiscal en Ecuador es la misma que la de Perú y la de Colombia, 20%, mientras que la de Argentina, por ejemplo, del 37%, o la de países nórdicos como Dinamarca se aproxima al 50%, Sin embargo, Perú y Colombia tienen, a nivel micro, tarifas tributarias más altas. Por ejemplo, en Ecuador el impuesto a la renta para sociedades es del 22% y el IVA es del 12%. En aquellos países el impuesto a la renta es del 30% y el IVA es del 16 y el 18%. Solamente mirando estos dos impuestos, que son los más relevantes, generan en Ecuador cerca del 90% de la recaudación. Por lo tanto, a nivel micro, la carga tributaria en nuestro país es menos que en Perú y Colombia. En Ecuador se recauda mejor, es verdad.
El SRI se encuentra a punto de concluir el nuevo modelo que resulta de estos años de trabajo, el Modelo CIAT (Modelo Integral de Gestión Estructural de riesgos por procesos) en el que el soporte tecnológico es fundamental, a fin de simplificar y agilizar los procesos. La gran mayoría de trámites del SRI ya pueden realizarse en línea y para el próximo año deben estar ya las declaraciones sombra o sugeridas. Yo hace casi dos años que no estoy en esa área, pero ventajosamente, la línea de gestión ha continuado de manera brillante. Pienso que la administración tributaria, que no realiza precisamente un trabajo que haga felices a los contribuyentes, tiene un buen nivel de aceptación y credibilidad ciudadana.
El Ministerio de Trabajo en el que laboré 20 meses, también se encuentra en una línea expectante de estar entre las instituciones mejor desarrolladas, con mejor calidad del servicio. A tal punto que hace unas pocas semanas, la SNAP (Secretaria Nacional de la Administración Pública) entregó un reconocimiento al Ministerio del Trabajo por la excelencia organizacional.
Volviendo al tema de la administración tributaria, otro gran logro fue haber fortalecido la cultura tributaria y haber contribuido a que la recaudación tributaria cada vez pese más, en el Presupuesto General del Estado. Y en buena hora. ¿Qué habría pasado en este mal momento económico por el que pasa el país a raíz del fuerte bajón petrolero si en la gestión de la recaudación? Cuando los cambios son estructurales, vienen para quedarse. ¡Ecuador ya cambió!
Celag: Según usted ¿cuáles son las perspectivas electorales de PAIS? ¿Cuáles deberían ser los ejes de la campaña? Y, finalmente ¿cómo ve a la oposición de cara a las elecciones presidenciales y legislativas del próximo año?
CMC: En este momento, la fuerza política más organizada y con mayor número de adherentes, de militantes, sin duda, de largo es PAIS. Si hoy fueran las elecciones presidenciales, PAIS ganaría en la primera vuelta. Y esto lo digo al margen de quien, de entre los más sonados, sea el candidato. Claro, para las elecciones nos falta un año. Con todo lo que PAIS, la Revolución Ciudadana ha hecho, el triunfo debería darse por descontado; sin embargo, hay que esperar el curso de los acontecimientos y habrá que ver qué pasa con la economía que puede convertirse en la gran electora del 2017.
Seguramente el Plan anti shock externo continuará dando buenos resultados; y, sobre todo, el mejoramiento sustancial de la conciencia política no permitirá que se pierda todo lo ganado, todo lo construido durante estos años. Si las dificultades se agravan, las dificultades político-electorales de PAIS pueden verse en aprietos. Si es que se capea el mal temporal económico -y eso depende de muchos factores- la continuidad del proyecto también se garantizaría. Depende también cuál vaya a ser el binomio y la lista de candidatos para la Asamblea Nacional (AN). En las elecciones pasadas, para la renovación de los gobiernos seccionales, le selección de candidatos no fue óptima. Ahí creo que nos equivocamos. Ojalá, esta vez el proceso sea más democrático y de cuenta de un mejor proceso de selección de candidatos y se opte por los cuadros más idóneos, que si los hay y bastantes.
En cuanto al binomio presidencial, por el momento: Lenin Moreno, Jorge Glass, Ricardo Patiño, Pepe Serrano, entre otros, son alternativas muy positivas. A propósito de Lenin Moreno, por encargo de la Comisión Nacional De Ética y Disciplina, he conversado extensamente con él y me ha ratificado que “si es candidato, lo será por PAIS. Algunos políticos inescrupulosos andan jugando con su nombre pretendiendo convencer a la ciudadanía que Lenin Moreno no será candidato por PAIS. ¡Valga la aclaración!
La oposición está absolutamente fragmentada. No ha sido, durante estos 9 años, una oposición de calidad. Para ser sincero, una buena oposición es un asesoramiento gratuito para el gobierno, pero no lo hemos tenido. Esto de tener una oposición que lleva los temas políticos con el hígado es lo peor que le puede pasar a un Gobierno y a la democracia. . De todas formas tienen un año para unirse, no creo que lo hagan, están imitando muy mal el modelo venezolano de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Definitivamente, me parece un pésimo remedo. La reunión de Cuenca de la semana pasada fue una reunión comparable a una fanesca, sólo que no han sabido siquiera como se hace una fanesca, se hace con granos tiernos, no maduros. Y ahí mirando a Nebot, a Ramiro González, Mesías Tatamuez, César Rodríguez, Paul Carrasco, Chumpi, etc. todos eran granos maduros. Consecuentemente, la fanesca será de sabor poco digerible. En buena hora por PAIS que sigan cometiendo estos crasos errores.
Los avances experimentados de estos 9 años constituyen el mayor legado y la mayor razón para defendernos en campaña. Seguramente la sociedad dirá que ya que hemos conseguido todo esto, ahora qué más, y ahí requerimos de propuestas y utopías movilizadoras. Entre éstas yo creo que hay que profundizar el conjunto de ejes de transformación de la RC, en lo político, lo social, lo económico, lo ético, cultural, etc. Yo pensaría que a la oferta de campaña debe ser la radicalización del proceso de la RC; como que no hay que inventarse más cosas. El debate debe continuar en la propia conceptualización teórico-práctica de lo que es el Buen Vivir. Ese es un modelo en permanente construcción. Tenemos avances significativos pero absurdo sería decir que ya tiene Ecuador una sociedad del Buen Vivir.
Por lo tanto, si es que la línea de la acción política se encamina hacia la profundización de la RC, y de hecho el defender los logros que hemos conseguido creo que podría garantizarse un triunfo electoral. Y, de hecho, los objetivos de la coyuntura tendrían que ser: uno, precisamente, defender los logros; dos, profundizar el proyecto de transformación revolucionaria; tres, garantizar al máximo los niveles de empleo y emprendimiento porque esa es la mayor amenaza en el corto plazo; y cuatro, garantizar la sostenibilidad de la dolarización.
Estos 4 ejes podrían desarrollarse en la campaña y, por supuesto, continuar y profundizar también el debate. Más que diálogo me gustaría hablar del debate, porque el otro suena como una conversación, pero yo prefiero debatir en términos de contraponer ideas. De ese debate se arriba a soluciones y consensos. Dejar que la ciudadanía haga las preguntas y que la propia ciudadanía con la facilitación de los actores políticos se construyan las respuestas de este ejercicio democrático. Y no ser el candidato el que tenga las preguntas y las respuestas. Una democracia se consolida más cuando se deja a la colectividad que se apropie de las preguntas, porque éstas surgen de sus problemas, y éstos de sus vivencias cotidianas. ¿Y las respuestas?… No hay iluminados que tengan las respuestas fundamentales. El pueblo es el dueño de su propio destino.
- Camila Vollenweider, Unidad de Coyuntura (CELAG)
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