El Nuevo Orden Mundial es destrucción

06/02/2015
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Políticas de guerra, amenaza contra el mundo

 
La instauración del pretendido Nuevo Orden Mundial (NOM) al estilo de la Matrix o del orwelliano control totalitario, por el que presionan continuamente personeros como el exsecretario de Estado Henry Kissinger, los Rothschild, toda la plantilla de Club Bilderberg, e tutti quanti, exige un complot generalizado con acciones atroces todas, que representan cada una en sí una amenaza contra la Humanidad.
 
Podemos mencionar al menos las siguientes seis acciones:
 
1.- Crisis económica profunda o colapso de las economías reales, de las monedas de los países, las divisas, la estabilidad y el crecimiento, generado desde la voracidad del sistema financiero que a su vez arrastra los grandes bancos, los sistemas de pensiones, etcétera. Saldos neoliberales todos. Evidenciado por la creación de un clima deflacionista, que padece el mundo desarrollado (la sobreexposición de productos sin compradores, o el efecto inflacionario a la inversa). Una cada vez mayor concentración del poder económico y sus secuelas: el control político, la riqueza creada en pocas manos, la pobreza generalizada, el golpeteo contra la clase media, la pauperización de la población. Qué decir de la falta de empleos, salarios mal pagados, y una superexplotación del trabajo de la mujer y los niños.
 
2.- Destrucción de los estados nacionales e imposición del autoritarismo vía el estado policial o militarizado, producto de las erráticas políticas y una globalización fallida, o atinadas solo para el interés de los grandes corporativos empresariales (WalMart, Coca Cola, Nestlé, Standard Oil, etc.). La globalización tiene en su haber la acumulación de la riqueza en pocas manos, vía la socialización de las pérdidas hacia toda la población, víctima de tales acciones dirigidas desde los centros de decisión de la globalización, como: la Reserva Federal, el Banco Central Europeo, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, etc.
 
3.- Las guerras dirigidas desde los centros de inteligencia militar como el Pentágono, la OTAN, y los países que detentan los ejércitos más grandes de mundo. Resulta claro el belicismo de EU, Israel, Francia, GB, Alemania, etcétera, a diferencia de otros como Rusia, China, India, etcétera —lo cual no significa que abandonen el negocio sucio de la fabricación y venta de armas—. La disputa se perpetra, como se sabe, en los escenarios de la geopolítica, como el actual Medio Oriente, el Oriente Medio, Asia Central, la zona del Pacífico, Latinoamérica, África (¿por qué nos olvidamos de África?) etcétera. Países, zonas o regiones en donde aún territorialmente o por las grandes reservas, son propicios para la disputa por los directores de la orquesta imperial.
 
4.- Los golpes de Estado para destruir gobiernos no afines a los designios de “los grandes intereses”, como los de Estados Unidos en el mundo. La organización, capacitación y armado de grupos afines y contrarios al gobierno puesto en la mira, tanto para generarles desestabilización como directamente derrocarlos por no deseables; nuevamente, para favorecer los intereses de otros. Aquí entran tanto los grupos civiles golpistas, como los que reciben capacitación paramilitar y los mismísimos terroristas, como el yihadista que siquiera le interesa El Corán.
 
5.- La sobrexplotación en grado máximo de los recursos del planeta (lo que conlleva su destrucción, por parte de empresas multinacionales); tanto las reservas de hidrocarburos, como de agua, minerales, bosques, mares, polos, etcétera. Se olvida que el planeta es finito, así como sus recursos.
 
6.- De la mano de la ciberguerra está la vigilancia sin restricciones de los ciudadanos que utilizan el internet. Desde aquí se alientan también todos los escenarios posibles, como los que genera el crimen organizado. Monedas de cambio todas del NOM. Contrarrestarlo es tarea de todos.
 
https://www.alainet.org/pt/node/167360
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