La hegemonía global capitalista y el flagelo del virus del Ébola mediante una actualización desde el ALBA-TCP (I)

21/10/2014
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“La lógica pequeña o perversa, mezquina o simplona, solo sirve para entender vidas y sociedades que tengan esas mismas características: no sirve para entender la necesidad ni la vida de las revoluciones. La idea de que los pobres carecen de virtudes personales, son gentes que fracasaron, tienden a la maldad, tienen lo que merecen, son “malos” por naturaleza, es hermana de la idea de que los pobres son esencialmente “buenos”, se quieren mucho entre sí, constituyen una reserva social de comunidades urbanas con una hermosa cultura y son capaces de enseñarles bondad a los ricos. Ambas ideas pertenecen a la cultura burguesa. [...] La gama de respuestas que produce esta lógica está compuesta por la marginación, la caridad, la represión, la indiferencia, el sálvese quien pueda, la cooptación, el melodrama oportuno, la exclusión, la ceguera y el olvido. Todas ellas son propias de un orden burgués de la vida social, que no se va y se resiste a desaparecer, que se recupera y puede ser capaz de regresar y de hundir todo."
 
                               Fernando Martínez Heredia.
 
 
Médicos cubanos en Sierra Leona. Foto: Cubadebate
En la mañana del lunes 20 de octubre del 2014 (Día de la Cultura Cubana) se realizó en el Palacio de Convenciones en La Habana, la Cumbre Especial del ALBA-TCP para la coordinación del enfrentamiento contra la casi pandemia de ébola. Propuesta y convocada en tiempo récord por Venezuela y Cuba tuvo la participación de un importante porciento de jefes de estado o gobierno, vicepresidentes y ministros de la esfera de la salud en sus países. Raúl Castro, Nicolás Maduro, Daniel Ortega y Evo Morales, así como mandatarios de países de habla inglesa, legitimaron con su presencia a dicha cumbre. La Directora de la OPS, y David Navarro enviado especial del Secretario General de las Naciones Unidas estuvieron el cónclave.
 
Los participantes expusieron sus preocupaciones acerca de la situación en que actualmente se encuentra el proceso de expansión del virus del ébola con casos ya localizados en los EE.UU., así como propuestas de colaboración mutua entre las naciones pertenecientes al ALBA-TCP con el objetivo de mejorar las condiciones de sus sistemas de salud y políticas prácticas al respecto, además de la disposición de colaboración sin que medien intereses políticos (Raúl Castro) con las autoridades de los EE.UU. que potencialmente debido al exacerbado intercambio mundial de personas que normalmente experimenta, incluyendo con no pocos miembros del ALBA-TCP resulta la geo-plataforma más sensible durante la expansión del virus. Al final de la cumbre se aprobó un acuerdo de medidas a asumir inmediatamente.
 
Cuba hace alrededor de una semana fletó al primer grupo de médicos y especialistas de la salud rumbo a los países del África inciertos en el geoespacio agredido por el virus;[1] Venezuela, tras su invaluable asistencia material a la recuperación de Gaza, donó cinco millones de dólares a la OMS para el combate contra el ébola.  
 
Este no es el “reality show” de un canal televisivo neoyorkino para el disfrute de la plutocracia global. No se está jugando a la política. Comprendo la preocupación del compañero Fidel (Castro); sino que se asume el grado pertinente de cultura política socialista –en su praxis política más anticapitalista-, para combatir al flagelo de la dominación imperialista. Todo es político. Si hablamos de la hora del deber para la solidaridad humana desinteresada, lo es más. Por sobre la lógica perversa y simplona de la cultura política angloestadounidense.
 
Obama y sus acólitos envían tropas al África; Cuba y el ALBA-TCP envían médicos y personal de salud de apoyo voluntario contra la pandemia del ébola. ¿Quién, entonces, está jugando a la política?
 
Cuba ha sentado un precedente histórico con respecto a la colaboración solidaria y desinteresada con las naciones que sufren el flagelo de la insustentabilidad social, las condiciones insoportables que generan la propagación de virus y epidemias que diezman masivamente a las poblaciones pobres en los rincones del planeta a donde casi nadie se aventura a jugarse el pellejo, porque no resultan propuestas lucrativas para el trabajo especializado, sobre todo en la esfera de la salud. África ha sido beneficiada con creces por dicha colaboración. No es esperable que todos comprendan la esencia de los principios que rigen a dicha colaboración, sobre todo proviniendo de un país pobre y bloqueado por EE.UU., que no da lo que le sobra, sino que comparte lo que tiene. Teniendo en cuenta al grado de egoísmo supino que caracteriza y despliega la cultura del capitalismo. Los colaboradores cubanos que partieron a combatir al ébola son especialistas harto experimentados en ese tipo de situaciones; su experticia puede causar asombro de otros especialistas incluso de países mucho más desarrollados que no alcanzan el mismo grado pertinente de profesionalismo, y que no alcanzan a discernir cómo es posible que en vez de “escapar” hacia el “primer mundo” tras cada misión solidaria regresen a su mismo terruño pobre y bloqueado.   
 
En La Habana era insuficiente la información previa antes de este último brote del virus ébola. Los médicos cubanos que tenían experiencia en el cumplimiento de misiones a, continente africano, si tenía cierta actualización al efecto. Uno de ellos, médico intensivista guantanamero al que dimos una “botella” rumbo a Santiago de Cuba, durante unas seis horas de viaje por carretera –los orientales cubanos dialogan como Sancho el escudero del Quijote-, durante casi dos horas estuvo barruntando acerca de un virus enigmático en su segunda misión a Ghana; nada bueno habló del asunto “es como si entrara y saliera de la selva sin avisar; dicen que la gente se contagia por el consumo de la carne de mono. Pero solo fue habladera, por suerte. Cruza los dedos, negro, pero pienso que en algún momento tendremos que volver y caerle arriba”. A mi regreso de Santiago de Cuba indagué en el sitio cubano para la salud, y en algunos portales de Internet. Eso fue hace unos diez años. Lo único que encontré objetivamente en aquel momento, fue el deseo de que aquellos quedase como una “leyenda urbana” de África.
 
El médico guantanamero tiene su instinto. Ha regresado un brote y todo parece indicar que las condiciones creadas por el desmembramiento social y las precariedades, el colonialismo y el neocolonialismo imperialistas en África central y occidental, sobre todo, han propiciado lo que Allyson Pollock y Peter Piot denominan una “tormenta” perfecta como vía expedita para la expansión global del virus ébola.
 
El expolio a que es sometida la diversidad de ecosistemas de África se manifiesta en este excepcional brote del virus ébola desde una axiomática sorda en la que pueden discernirse la nulidad y manipulación políticas y la amnesia criminal de la tendencia genocida del capitalismo que lanza desperdicios tóxicos en el mismo espacio geo-diverso al que continúa robándole sus recursos naturales, hasta acorralar a los pobladores de esas áreas en un contexto selvático donde están obligados a lidiar por su sobrevivencia con las otras especies en estado salvaje. No perdamos de vista a los fenómenos naturales que hacen lo suyo: días de aguaceros torrenciales, o largas e imprevistas etapas de sequía. Y los terremotos.  
 
Tariq Ali guarda en su memoria un conmovedor testimonio sobre la presencia y el trabajo profesional solidario y desinteresado de los médicos y especialistas cubanos en su país Pakistán, tras aquel terrible terremoto de hace unos años.
 
"los cubanos han enviado un buen número de sus doctores a zonas de África, Sudamérica, a cualquier lugar donde se hubiera producido un desastre. Recuerdo en las terribles inundaciones en Pakistán, realmente horribles, a todo un equipo de doctores cubanos que llegaron y les llevaron hasta las zonas más remotas del país donde los hombres no permitían que a sus mujeres las vieran doctores porque la mayoría eran hombres. Y cuando vieron el equipo cubano, en el que había un 60% de doctoras y un 40% de doctores, los hombres de esas comunidades dijeron: “Ah, tenéis doctoras, ¿sois doctoras?”, y ellas contestaron “sí, sí”, entonces les dijeron “OK, podéis ver a las mujeres allá donde vayáis”. Fue algo sorprendente y las mujeres estaban encantadas y lo mismo sus niños, y una doctora cubana me contó que les dijeron: “¿De dónde venís?”, y ella contestó “Venimos de Cuba”. “¿Dónde está eso?”, “Es una isla diminuta del Caribe”. Y le preguntaron, “¿quién es vuestro líder, qué gobierno tenéis?”. Fueron muy cuidadosas porque estaban en una misión médica, pero les dijeron: “¿Queréis ver una foto de Fidel Castro, que es nuestro líder?”, y le dijeron que sí. Y les mostró una foto de Castro y las mujeres dijeron: “Dios mío, tiene barba, como los que hay a veinte kilómetros de aquí, ¿quieres ir a ver a esos barbudos?”. [Risas]. Pero estaban muy impresionadas y todos los medios de Pakistán se referían a lo que habían hecho, los cubanos dijeron “no queremos ayuda del gobierno, hemos venido con nuestras tiendas, nuestro equipamiento, todo lo que queremos son recipientes para hervir el agua y del resto ya nos ocupamos nosotros; traemos medicinas con nosotros”."[2] 
 
 Provenientes de una islita en el Caribe, que la dominación imperialista angloestadounidense se empeña en borrar de la memoria social y del mapamundi, los médicos y especialistas de la salud cubanos están dejando una huella indeleble en la memoria de muchos pueblos y culturas. Quizás lleguen a ser cientos de miles, algún día, sino millones, las personas en diversos lugares del planeta a los que de alguna forma los médicos cubanos atendieron o cuidaron, y hasta salvaron. Todo el acopio de capital del mundo es incapaz de superar tal grado de agradecimiento, respeto y cariño por parte de la Humanidad.
 
Desde el litoral oeste de La Habana, revolucionaria, marxista, martiana y bolivariana. 21/10/2014
 
 
[1] "Este grupo está constituido por 62 médicos y 103 enfermeros, quienes poseen más de 15 años de experiencia profesional, informó el ministro cubano de Salud Pública, Roberto Morales [...] los recursos humanos fueron seleccionados a partir de todos los que voluntariamente han expresado su disposición de trabajar de conjunto, codo a codo, con médicos de cualquier país que se decida. [...] De esta manera el gobierno cubano da respuesta a la solicitud de ayuda hecha por la OMS y por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, al presidente, Raúl Castro, como parte del esfuerzo mundial que se debe realizar para combatir la epidemia de fiebre hemorrágica. [...] La participación en el enfrentamiento al ébola no es un hecho aislado, sino que forma parte de la solidaridad que Cuba ha brindado en estos 55 años de Revolución, [...] la ayuda médica de su país se inició un año después del triunfo revolucionario de 1959, y desde entonces 325 mil 710 trabajadores de la salud cumplieron misión en 158 países. [...] En el caso de África, hasta la fecha han participado 76 mil 744 colaboradores de la salud en 39 países [el ministro de Salud cubano] Morales hizo un llamado a los gobiernos y ministros de salud de todos los países que puedan sumarse a este esfuerzo global, en momentos en que África está urgida de la solidaridad internacional. De acuerdo con TeleSur, la directora de la Organización Mundial de la Salud, Margaret Chan, informó este viernes que la fiebre hemorrágica conocida como ébola ha cobrado más de 2 000 400 personas de un total de 4 000 784 casos de infectados sólo en África Occidental." En: Enviará Cuba a África 165 colaboradores para enfrentar el ébola. Diario Juventud Rebelde.  12 de Septiembre del 2014 8:22:40 CDT.
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Salim Lamrani. Organización Mundial de la Salud: Cuba da el ejemplo en la lucha contra el virus del Ébola en África. Opera Mundi
 
[2] Tariq Ali y Allyson Pollock. Los orígenes de la crisis del Ébola. Rebelión. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=190721
https://www.alainet.org/pt/node/164919

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