País del béisbol, Venezuela se doblega ante el fútbol

23/08/2012
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 Combinando  inversiones y una buena cosecha de jugadores, la selección nacional logró conquistar su espacio en el corazón de los venezolanos y camina hacia el puesto de la pasión número uno.

 
 Caracas.- “¿Quién es Neymar?”, pregunta Jefferson Blanco, 15 años, habitante del barrio caraqueño 23 de Enero – uno de los más pobres del país. “¿Es jugador de la selección de Brasil?, no conozco bien al equipo. Pero puedo decirte quiénes son todos los jugadores de la Vinotinto”, contesta sonriente el niño, que guarda cierta similitud física con el enclenque jugador de equipo brasileño Santos.
 
Las pasiones cambiaron en Venezuela, como comprueba Jefferson. Si antes el béisbol dominaba las preferencias, y los pocos amantes del fútbol tenían que adoptar una segunda selección durante los Mundiales, como la de Brasil, España o Italia, ahora la Vinotinto - como el equipo venezolano es cariñosamente llamado- es sinónimo de orgullo y confianza. Gradualmente, el bate es reemplazado por la pelota en las canchas venezolanas. “Le vamos a ganar a Brasil en el próximo Mundial”, asegura Jefferson, sin soltar ni siquiera una risa.
 
Antes tradicional saco de boxeo, la Vinotinto se volvió fiebre nacional justamente por los impresionantes resultados alcanzados en tan poco tiempo. Su principal momento, hasta hoy, fue el cuarto lugar en la Copa América de 2011, en Argentina. Llegó a los cuartos de final venciendo a Chile, mientras Brasil caía ante Paraguay, que también terminó por volverse el verdugo de Venezuela en la semifinal. Aunque derrotados en su intento de disputar la final, los jugadores de Venezuela fueron recibidos como campeones en Caracas.
 
Para Nicolás “Miku” Fedor, 26 años, integrante de la selección y jugador del Getafe, de España, el momento clave para el cambio en el fútbol venezolano fue el 3 a 0 contra Uruguay en 2004, en las eliminatorias para el Mundial de 2006 – el partido quedó conocido en Venezuela como el “Centenariazo”. “Este día hubo un cambio de mentalidad, vimos que era posible ganarles a esos equipos”, afirma el jugador.
 
Integrante de este exitoso grupo, el jugador venezolano Rafael Acosta, 23 años, apunta a la inversión en el deporte como otro elemento fundamental para la evolución en la cancha. “La percepción de que Venezuela no tiene fuerza en el fútbol ha cambiado. Desde hace ocho años, la calidad ha crecido mucho, principalmente con las escuelas de fútbol. Ahora se entiende que el fútbol viene de las bases, de los niños”, explica.
 
“Miku” puntualiza que la profesionalización del fútbol caminó de la mano del desarrollo económico de Venezuela en los últimos años. “El fútbol acompañó el crecimiento de toda la sociedad. El deporte creció no solamente a nivel internacional, sino nacional. Esto porque la renta aumentó. Si un jugador o cualquier trabajador es bien pagado, su nivel de trabajo y compromiso son mucho mayores”, argumenta.
 
Béisbol vs. Fútbol
 
El entusiasmo con la selección nacional contagió incluso a Hugo Chávez, un aficionado del béisbol, pero que frecuentemente se manifiesta durante los juegos a través de su cuenta de Twitter. El presidente, sin embargo, no está sólo. Una encuesta realizada por el Gis XXI (Grupo de Investigación Social Siglo XXI), en octubre de 2011, mostró que es evidente el aumento del interés de los venezolanos por el fútbol, especialmente entre los más jóvenes. Un 29% de ellos afirma que practicaron este deporte en el último año, mientras que el índice entre todas las edades fue de un 17%. El béisbol quedó en la segunda posición, con un 15% de las preferencias entre los jóvenes y un 15% a nivel total.
 
En la misma encuesta, cuestionados si estaban “muy de acuerdo” o solamente “de acuerdo” con la frase “con el éxito de la selección nacional ahora la Venezuela es la Vinotinto”, un 95% de los jóvenes eligieron la primera opción, mientras la cifra total fue de un 89%. Además, a la pregunta “otros deportes se vuelven moda, pero el béisbol es el deporte nacional de Venezuela”, un 93% de los jóvenes contestaron estar “muy de acuerdo” y, cuando consideradas todas las franjas etarias, sumaron un 94%.
 
No obstante, en la opinión de “Miku”, es cuestión de tiempo para que el fútbol se vuelva la pasión nacional número uno. “Actualmente en Venezuela, hay más niños federados en fútbol que en béisbol. La Federación Venezolana de Fútbol, los clubes y la propia sociedad tienen un rol fundamental en eso”, resalta el jugador.
 
En el marco de esta “fiebre”, la marca de artículos deportivos Adidas, responsable del uniforme de la selección, preparó una campaña publicitaria que afloró emociones en la nación bolivariana. En el spot, el primer hecho para la Vinotinto, un niño viaja a Brasil en un autobús y en el recorrido narra su amor por la selección “canarinho”, especialmente por Kaká. “Quiero ser medio campo como tú, quiero hacer goles como tú haces”, dice el niño. Ya encantado con las playas cariocas, él dice a Kaká que todos los días, practica para ser como él: “Siempre vas a ser mi futbolista favorito”. Hasta que la declaración de amor se vuelve un agradecimiento – y una despedida. Frente a una casa, el niño saca su camiseta de Brasil. Abajo, está la de Venezuela. La brasileña es puesta en un buzón de correo. “Te deseo lo mejor, pero llevo el color de mi verdadera pasión”, aclara.
 
La pieza publicitaria fue bastante elogiada en Venezuela y contabiliza actualmente más de un millón de visitas en el canal de YouTube de la marca. En un país polarizado políticamente, es indiscutible que la Vinotinto podría tornarse fácilmente blanco de disputas, pero el efecto es exactamente lo contrario, como confirma Acosta: “El fútbol une a Venezuela aún más. Alguien puede ser de un partido político, ser negro o blanco, pero cuando comienza el partido, la armonía es definitiva.”
 
Inversiones
 
El entusiasmo con el fútbol refleja el nuevo aliento deportivo tras el arribo de Chávez al gobierno y su decisión de hacer de la educación física un instrumento de inclusión social. El desenlace institucional de esa decisión es la Ley Orgánica del Deporte, creada en 2011, que determina objetivos como la masificación de la actividad y la creación de un fondo nacional para su financiamiento, bajo control del Estado.
 
La inversión pública anual en deportes, entre 1992 y 1998, fue equivalente a 3,75 millones de dólares, según datos gubernamentales. En los primeros 11 años de la administración de Chávez, entre 1999 y 2010, esa cifra saltó a 131,7 millones – multiplicando por 35 veces los montos desembolsados por los antiguos gobiernos.
 
Como parte de esa política, fue creada, en 2002, la Misión Barrio Adentro Deportivo, un programa que universaliza el derecho a la actividad física en las comunidades más pobres, con equipos y maestros. También fue fundada, en 2006, la Universidad Deportiva del Sur, en el estado de Cojedes, que prepara futuros entrenadores y gestores del sector para todo el país.
 
De a poco, inspirándose en la experiencia cubana y apoyada por varios convenios con la isla caribeña, Venezuela va creando un sistema de pirámide deportiva, que une  la democratización en la base de la sociedad (especialmente en las escuelas)  con una cadena de etapas superiores que van seleccionando y preparando atletas hasta la cima, en donde se encuentran deportistas de alto rendimiento, elegidos para disputar los grandes campeonatos y los juegos olímpicos.
 
Traducción: Luciana Taddeo
 
 
https://www.alainet.org/pt/node/160511?language=en
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