Rio+20 nos ha defraudado

01/07/2012
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Produce asombro el hecho de que la ONU, en la Rio-20, con todo personal especializado que tiene, haya convocado dicha reunión  después de 20 años, para presentar un proyecto de convivencia periclitado.   Existen hoy gentes lúcidas  en todos los campos del saber que, con rigor y responsabilidad, vienen denunciando la  barbarie a que el proyecto  vigente nos ha llevado: guerras de dominio de unos pueblos sobre otros y guerra implacable contra el Planeta Tierra. La visión imperialista de ciertas naciones y la economicista neoliberal de las mismas no parecen aprender nada de la experiencia desastrosa del pasado.
 
Detrás de todo comportamiento –individual o colectivo- hay una visión  de la realidad, y si esa visión no se cambia no se cambia el comportamiento.
 
La ideología liberal, siempre y con singular  magnitud tecnológica en los tiempos modernos, nos coloca frente al semejante –persona, pueblo, región, continente- como enemigo con el que hay que  competir y al que hay que  someter. La igualdad y la fraternidad quedan despreciadas: “homo homini lupus”.  El planeta Tierra es visto como un inmenso botín,  extraño al  hombre y por debajo de él,  que hay que conquistar y del que hay que apropiarse con el mínimo esfuerzo y el máximo beneficio.  La  Tierra no es vista como la gran Madre de todo lo viviente, sin la cual nadie puede vivir y en la que todos estamos relacionados y somos interdependientes, que tiene recursos limitados  y a la que debemos respetar y cuidar como nuestra Casa.
 
 Esta visión cosmológica mercantilista y  de conquista  de personas, de pueblos y de la Tierra, es la que ha creado la situación actual donde un 20 %  de la población mundial controla  y consume el 80 % de todos los recursos naturales. Y, por mantener esa desigualdad, esa minoría dominante  mantendrá una economía y política devastadoras, sin esperanza ni puertas  para el futuro.  La Río+20 defraudó, como era de esperar, pero existe la visión de una fraternidad universal y de una hermandad estrecha de la Humanidad con el planeta Tierra que  fundamentan y exigen un nuevo comportamiento.
 
Publicado en El País, lunes 2 de julio de 201
 
- Benjamín Forcano es sacerdote y teólogo.
 
https://www.alainet.org/pt/node/159233

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