El perdón presidencial
El poder convierte al hermano en el enemigo
09/10/2011
- Opinión
El perdón presidencial no ha detenido el efecto demoledor de convertir al hermano en enemigo. El Presidente Evo Morales el 30 de septiembre pidió perdón a los marchistas indígenas originarios por la violenta represión policial en Beni. Pero éste no parece ser sincero porque se insiste en la construcción de la carretera por el Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) y su criminalización. ¿Por qué?
El discurso y el poder entendidos como dominación tienen dos caras o hasta tres. Una de sus particularidades es que siempre emite ideas a medias y por otro produce un tramado de hechos que oculta la verdad del mismo. Nunca dice la verdad. Si lo hace es solamente la verdad del poder. Así la verdad de los desposeídos (aunque posean otro poder) no es verdad. Es falso. Esta es una de las características fundamentales del poder de tipo colonial/liberal. ¿Por qué? Pues la lógica interna de este poder se define en y desde la dicotomía que opera con la idea de exclusión, separación, distinción, registro, individualización. En Bolivia lo más grave del gobierno de Evo Morales y de esta lógica del poder es haber convertido a su Interpar en el Otro. Es decir, un gobierno llamado de los movimientos sociales ha convertido a varios movimientos sociales en su enemigo. Mientras que el verdadero Otro, o el verdadero enemigo, es convidado para que siga explotando y viviendo de la renta de sus tierras mal habidas. ¿Por qué hace eso un gobierno salido de las gigantescas luchas, movilizaciones y levantamientos sociales indias u originarias-populares? ¿Esta es la bifurcación de la que habla García Linera?
Se puede decir que el 25 de septiembre de 2011 cayó definitivamente el eufemismo llamado proceso de cambio. Mujeres, niños, hombres indígenas originarios en Chaparina-Beni fueron reprimidos violentamente por la policía por orden del gobierno de Morales-García. Y no es el primer caso sino algo similar y peor ocurrió el 7 y 8 de mayo de 2010 en Caranavi con un saldo de dos jóvenes muertos. A esto se suma el gasolinazo del 26 de diciembre de 2010 con una elevación de diesel y gasolina en 83 y 73% respectivamente.
Así la idea presentada como muy novedosa de García Linera de la bifurcación ¿sirve para convertir a su Interpar en el Otro? ¿El hermano en su enemigo? Según el vicepresidente el momento de bifurcación es el momento de la definición de un tiempo-espacio histórico por otro momento histórico. Esto es que después de un empate catastrófico entre fuerzas de la oligarquía y las fuerza sociales india-populares, tiene éste el saldo: la derrota político y cuasi militar de los primeros y la victoria de los segundo (esto entre agosto, septiembre y octubre de 2008). Según él a partir de ese momento las luchas sociales estructurales pasan a pequeños conflictos. La “consolidación autoproducente del orden estatal, no anula los conflictos; los seguirá habiendo, pero de baja intensidad. Lo que ya no habrá son conflictos estructurales, proyectos de país y de poder social-general confrontados, eso es lo que terminó” (García, 2010:41). Ahora la bifurcación estatal ¿tiene que imponerse de forma violenta sobre los propios protagonistas históricos como los indígenas originarios? ¿Para qué nos sirve hoy la idea de bifurcación cuando en Bolivia sigue vigente la lucha por el proyecto de sociedad?, como es la estatal capitalista-neodesarrollista-neoextractivista y la forma de vida social y humana de los indígenas de la Amazonia y de los ayllus? O esto ¿sólo es una contradicción secundaria? Lo cierto es que con este lenguaje marxista se reproduce las mismas formas de dominación estructural colonial y liberal sobre el indio o indígena originario. En ese sentido, la idea del estado plurinacional se convierte en puro eufemismo que es aquella forma de ocultar los hechos con palabras grandilocuentes, para, sin embargo reproducir en su interioridad lo colonial/liberal del estado-gobierno. Por lo que la idea infeliz de bifurcación no tiene sustento real, más bien es la verdad de la mentira.
Pues así hoy asistimos a un nuevo escenario sociopolítico (dado desde el 26 de septiembre de 2011) en dos sentidos y frentes. a) A nivel interno en los movimientos sociales indias originarias campesinas y b) dentro de los viejos grupos de poder dominante. Veamos esto para detectar de cómo el gobierno actual es la expresión plena de la lógica de poder como dominación consentida y el reavivamiento consecuente de los viejos grupos del poder con rostro de nueva izquierda y cara aymara, es el caso del Movimiento Sin Miedo (MSM).
En el movimiento indígena originario campesino se ha abierto dos frentes con claro impacto nacional. Aunque hace rato esto era una realidad. La diferencia es que hoy es más visible socialmente. Uno, está representado en las organizaciones sindicales definidas desde la visión de clase como campesina que busca el desarrollo capitalista como única forma de vida social y, el segundo, está dado por las organizaciones y movimientos de los ayllus de los Andes e indígenas de la amazonia que buscan un nuevo horizonte civilizatorio. Los primeros parecieran apostar por la reproducción del estado liberal (bajo el discurso socialista) como una forma de vida política y social y los segundos por una sociedad que trastoque el actual orden social por otro orden social, una totalidad social por otra totalidad social. Desde lo aymara esto es el revolvimiento (pacha tijra) de la espacialidad y temporalidad del estado y de la sociedad colonial/liberal por una nueva espacialidad y temporalidad social y político.
En ese sentido, la acción y visión de los campesinos parece orientarse claramente hacia un proceso de la reproducción del mismo estado aunque ahora bajo otro nombre. Además ésta visión está definida como moderna frente a la visión de los ayllus como atrasado. En el fondo sin embargo ambos sufren la dominación estructural del estado y de la sociedad. Aunque éste (la sindical) está evidentemente influido por el gobierno que no ve con buenos ojos al movimiento de los ayllus y a los indígenas del Oriente. Y desde el otro lado hay una visión más cercana a la idea de una sociedad más propia, más autogobernada de los recursos naturales, y por la Reconstitución de los ayllus y las autoridades originarias, la autodeterminación social. Si se impusiera este proyecto social sería el total transtocamiento del orden espacial y territorial del actual estado colonial/liberal. También en esta lógica se viene realizando la reconstitución de los territorios guaranís y uno de ellos es justamente el TIPNIS. El conflicto gobierno y movimientos indígena originario está dado en el fondo por estos proyectos de sociedad y su territorialidad política.
En el otro frente, los viejos grupos de poder empiezan a levantar la cabeza y en dos sentidos. Uno, desde los agroindustriales y cívicos de Santa Cruz que hace poco emitían discursos recalcitrantemente racista y regionalista. Y el otro es el MSM ubicados en el territorio aymara de La Paz. Estos aparecen como la nueva izquierda con cara aymara desde la solitaria presencia de Simón Yampara (quien habla de un katarismo del Katari). Aunque los agroindustriales por ahora tienen asegurado sus grandes propiedades de tierras y sus empresas por el gobierno que dio un giro de 190 grados para proteger las grandes propiedades. Dado que en 2008 se pudo haber logrado un real transtocamiento de la injusticia tenencia de la tierra y territorio en Bolivia. En esa fecha diversos movimientos sociales indígenas originarios campesinos habían decido como nunca antes cercar la ciudad de Santa Cruz para inflingir una de las grandes derrotas históricas de los grupos de poder del oriente boliviano. Y el gobierno de Evo Morales la contuvo.
Estos ahora hablan de un eventual retorno al gobierno no de forma directa sino de manera indirecta por otros medios o partidos políticos. Dado que vienen desarrollando una actividad silenciosa con frentes internos propios y con frentes externos aliados. Bajos dos ideas: uno el retorno al gobierno bajo alianza con grupos con cierto poyo social y dos la idea de un país independiente, Santa Cruz. Sobre este último debemos saber que hay un libro publicado en 1935 bajo el título: Historia de Santa Cruz de la sierra una nueva república en sud américa, escrito por Enrique de Gandia. En la introducción dice: “Este libro es la historia de una Nación cuya independencia será algún día una realidad. La nueva República que en un futuro próximo podrá contarse entre los demás estados de la América del Sud, llámase Santa Cruz de la Sierra” (De Gandia, 1935: 1). Es la biblia política de aquellos grupos.
El frente del MSM, del ex Alcalde de la ciudad de La Paz, es una gran vía para el reposicionamiento de estos grupos y de los moderados. Pues el Movimiento Sin Miedo, ex aliado del MAS, hoy se mueve entre diferentes niveles y organizaciones sociales y sus líderes aprovechando la tozudez del actual gobierno en insistir en la construcción del camino carretero del Tipnis. El discurso del MSM en esos niveles es de una cara más social y participativa. Además que sostiene ser el portador de los cambios que no hizo el gobierno de Evo Morales. Lo cual se proyecta claramente como una dobles discursiva. Habría que recordar por ejemplo de cómo se impuso en la Plaza de San Francisco un edificio llamado el Complejo Mercado Lanza que cambió el paisaje de un modo grotesco. Esa plaza es histórica (aunque con la presencia de una iglesia colonial), para las multitudinarias concentraciones sociales, incluso para resistir a la dictadura de Luis García Mesa de 1980. Hoy es la trinchera anti-movilización social por el jardín allí construido que literalmente divide la plaza. Además hay que decir que mientras se llevaba el proceso del “desalojo” de los gremialistas para la construcción de dicho mercado, Juan del Granado, tenía la firme decisión de usar la fuerza pública para lograr tal objetivo. Además se sabe que el MSM no tiene en su agenda política temas como el racismo, el colonialismo, la discriminación racial, hechos históricos que los aymaras han sufrido. Incluso se puede decir que allí está apostado el viejo grupo dominante de La Paz que históricamente es anti-aymara.
Por lo dicho arriba entonces estamos ante un nuevo reposicionamiento del proyecto total del país sustentada desde dos experiencias muy recientes. Uno de ellos es ante el doloroso fraude histórico del MAS y el otro dado por la experiencia de haber derrotado históricamente a los grupos de poder criollo-mestizo. Ahí está nuevamente en debate la totalidad de lo político y social en Bolivia. Las grandes contradicciones estructurales e históricas no han sido resueltas. Más al contrario se re-actualizan. Muchos sectores se reposicionan ante este nuevo escenario de modo diverso. Y lo indio o indígena originario nuevamente es el centro de este nuevo escenario sociopolítico. Ahí está la vitalidad intacta de la lucha social en Bolivia incluso ante los afanes de cooptación, clientelaje y corrupción del gobierno-estado.
La pregunta histórica sin embargo que ahora queda es ¿cómo evitar no caer nuevamente en las manos de los viejos grupos de poder criollo-mestizo con rasgos profundamente racistas, colonialistas, anti-aymaras o anti-indias?
9 octubre 2011, México D.F.
- Pablo Mamani R. es Responsable de revista Willka-El Alto, Estudios Latinoamericanos, UNAM-México. www.revistawillka.org
https://www.alainet.org/pt/node/153172
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