El adiós a Steve Jobs

07/10/2011
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En una recordada parodia de Los Simpson en torno a la corporación Apple y su fundador Steve Jobs –en la vigésima temporada de la serie-, Lisa Simpson acude a una tienda Mapple y adquiere un Mypod (o iPod) de manos de Krusty el payaso. Mientras tanto Bart Simpson interrumpe a Steve Mobs (el dueño de la compañía) transmitiendo un mensaje e insulta a los clientes de la tienda Mapple. Como es sabido, cuando Los Simpson se mofan de algo o alguien, es porque ese algo o alguien es (son) importante (s) y vale (n) la pena. Además, aun cuando Jobs no fuera un fan declarado de la loca familia de Springfield, hay varios detalles en la vida del fundador de Apple, sumamente curiosos, que lo vinculan, sin querer, con Los Simpson.
 
Matt Groening sabe, y todo el mundo coincide, que Steve Jobs goza de un estatus icónico en el planeta, y su deceso ha generado una verdadera avalancha de expresiones de admiración, tristeza y solidaridad. Con todo, se conoce más sobre el nerd creador de la empresa de la manzana mordida, que sobre su vida personal, a excepción, posiblemente, de su estado de salud, dado que hace siete años le fue diagnosticado un cáncer pancreático y este tema fue difundido ampliamente en los medios de comunicación.
 
El pequeño Steve Paul Jobs nació en la ciudad de San Francisco el 24 de febrero de 1955. Era hijo de Joanne Schieble, mujer estadounidense de ascendencia suiza y alemana- y Abdulfattah John Jandali, inmigrante de origen sirio que profesaba el islam. Cuando nació Steve, los padres de Joanne se opusieron a su matrimonio con un sirio y dieron al recién llegado en adopción, quien sería cuidado y educado por Paul y Clara Jobs. Los padres biológicos de Steve eventualmente contrajeron nupcias y de esa relación nació su única hermana biológica, Mona Jandali, o Mona Simpson –no confundir con la mamá de Homero Simpson, que también se llama así-, quien es novelista y maestra de inglés en la Universidad de California en Los Ángeles. El apellido Simpson lo adoptó Mona por su padrastro. Steve Jobs y Mona Simpson se conocieron en su adultez en 1986 y gracias a esos encuentros, el creador de Apple pudo saber más sobre sus padres biológicos, si bien con quien ha mantenido contacto es con Joanne, no así con Jandali. Los padres adoptivos de Steve murieron hace tiempo.
 
Mientras estudiaba la preparatoria, Jobs asistió a conferencias impartidas en Hewlett- Packard donde eventualmente fue contratado por unos meses y donde conoció a Steve Wozniak, quien había abandonado sus estudios en la Universidad de California en Berkeley, y que era un apasionado de los gadgets. Jobs se graduó de la preparatoria en 1972 y asistió al Reed College para proseguir con su educación, si bien abandonó la escuela después del primer semestre. A continuación se asoció con Steve Wozniak, y con un capital combinado de mil 300 dólares echaron a andar a la corporación Apple que operaba sus líneas de producción desde la cochera de Jobs. Steve convenció a Wozniak de renunciar a su empleo en Hewlett Packard para dedicarse por entero a la nueva empresa. En ese garaje, Jobs ideó, concibió y elaboró la primera computadora verdaderamente personal para su distribución masiva. Con el tiempo, hizo realidad este proyecto. Uno de los primeros éxitos de su corporación fue la célebre Macintosh, a la que logró colocar en los mercados internacionales con gran éxito, gracias, entre otras características, a la facilidad y accesibilidad de su sistema operativo.
 
Como es sabido, en 1985 Jobs abandonó Apple ante diversas disputas a nivel gerencial. Cuando esto ocurrió, vendió todas sus acciones, salvo una, lo que le permitiría recibir información sobre las decisiones y políticas de la empresa. En ese lapso, Jobs le compró a George Lucas el Graphics Group -que más tarde se transformaría en la empresa Pixar- por 10 millones de dólares. Estando Jobs en Pixar, la empresa produjo la exitosa Toy Story, película hecha enteramente en computadora al igual que sus secuelas -la última de las cuales recibió el premio de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood en la categoría de mejor cinta de animación.
 
A continuación, se embarcó en la creación de otra empresa, NeXT Computer, donde produjo computadoras muy sofisticadas. De hecho, el primer servidor de la World Wide Web fue desarrollado con computadoras NeXT. En 1996, Apple le compró a Jobs la NeXT Computer, con lo que se produjo su regreso a Apple en 1996 –tras una terrible crisis que tuvo la empresa, en particular por las malas decisiones de sus ejecutivos. Jobs fue designado director interino, y se inició una reestructuración a fondo de la corporación que derivó en despidos masivos de sus empleados.
 
Desde su reincorporación a Apple, Jobs gestionó innovaciones –además de sus computadoras de escritorio y portátiles- que revolucionaron el estilo de vida de millones de seres humanos en todo el mundo, incluyendo, por supuesto, el iPod, un gadget capaz de almacenar música y/o videos comprimidos en un formato que permite guardar desde decenas hasta miles de melodías -y muchos videos y películas-; el iPhone, un teléfono “inteligente” táctil, sin botones; y, por supuesto, el iPad, un dispositivo para, entre otras cosas, portar documentos y libros en formato digital, si bien posee decenas de funciones adicionales. Para “alimentar” estas innovaciones fue creada la tienda iTunes en línea, la cual le genera ingresos millonarios a Apple por la venta de canciones, series de televisión y películas, amén de que el acervo de la tienda crece día con día, incluyendo, en meses recientes, el catálogo de los Beatles que finalmente está disponible, luego de que la conocida “guerra de las manzanas” llegara a su fin (al respecto, véase http://www.etcetera.com.mx/articulo.php?articulo=6215 ).
 
Sobre la vida sentimental de Steve Jobs se sabe que a los 23 años nació Lisa –no Simpson- su primera hija, tras una relación que mantuvo con la pintora Chrisann Brennan. Inicialmente Jobs se negó a reconocer la paternidad de la niña, aunque posteriormente la aceptó, e inclusive uno de sus modelos de computadoras fue bautizado justamente con el nombre de Lisa. Algunos de sus biógrafos refieren que sostuvo una relación –y que incluso contrajo nupcias- con la soprano Joan Baez, quien fuera novia de Bob Dylan, pero que la relación terminó debido a la enorme diferencia de edades –Baez era mayor que Jobs. En 1991, el creador de Apple se casó con Laurene Powell, con quien tuvo tres hijos.
 
Quienes conocieron a Jobs de manera cercana destacan su tenacidad en el trabajo, la motivación que daba a otros, su fascinación por la tecnología, su capacidad de liderazgo y también su arrogancia e intolerancia. No todo fue miel sobre hojuelas para Jobs y Apple, dado que en varias ocasiones hubieron de enfrentar acusaciones de prácticas monopólicas, de robo de patentes, e inclusive, de evasión fiscal y fraude de acciones. A diferencia de otros millonarios, como William Gates, Jobs no era amante de la filantropía, y de hecho cuando se reincorporó a Apple en 1996, eliminó todos los programas filantrópicos con que contaba la empresa, esto a pesar de ser el 42º hombre más rico de Estados Unidos.
 
Este polémico personaje, profesaba, como Lisa Simpson, el budismo, y era cuasi-vegetariano, dado que la única carne que ingería era el pescado. Se declaraba fan de The Beatles –algo hasta cierto punto irónico, considerando la ácida disputa que sostuvo con ellos y sus herederos, a propósito del logotipo de la manzana-, y, por supuesto, de Bob Dylan.
 
A Jobs se le ha comparado con Thomas Alva Edison, dada su capacidad inventiva y la cantidad de patentes registradas (338) que incluyen desde plataformas, interfaces, y otras maravillas tecnológicas. El Presidente estadunidense Barack Obama, al conocer la noticia del deceso de Jobs, se refirió a éste como el ejemplo más claro del “sueño americano”. El Secretario General de Naciones Unidas, Ban-Ki-moon, manifestó su pesar por la partida de Jobs, recordando que éste personaje cambió al mundo en el más amplio sentido del término.
 
Steve Jobs, perteneció a una generación de talentos visionarios que supieron entender la importancia de las tecnologías de la información y sobre todo de lograr que la mayor parte de las sociedades pudieran acceder a –y eventualmente poseer- herramientas útiles, que las comunicaran, que trascendieran las fronteras, o simplemente que sirvieran para su esparcimiento. Steve Jobs deja un legado que millones de personas portan en sus bolsillos o bolsos, sea en la forma de dispositivos para escuchar música o para hacer llamadas telefónicas u otros. Su partida, tan temprano, priva al mundo de un ingenio que seguramente traía entre manos otros tantos inventos. Sin embargo, su capacidad de innovación seguramente será un modelo de inspiración para las nuevas generaciones, aunque ello no niega que Timothy Cook y Apple enfrentan el desafío de que los zapatos que dejó Jobs, no les queden grandes. Descanse en paz Steve Jobs.
 
- María Cristina Rosas es profesora e investigadora en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México.
 
etcétera, 7 de octubre, 2011
https://www.alainet.org/pt/node/153154
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