Rescatar la emotividad bolivariana, mientras la oposición busca “nuestro hombre” en Caracas

03/03/2011
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  • Opinión
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A más de 20 meses para las elecciones presidenciales, algunos diplomáticos (ni tanto) extranjeros, dirigentes de la oposición y empresarios transitan nuevamente el camino de la insurrección militar, del golpe. O, mejor dicho, tratan que los militares hagan el trabajo que ellos no han sido capaz de conducir por la vía legal y democrática.
 
En este camino, hay varias tendencias: los golpistas de siempre (no ven otro camino para deshacerse de presidente Hugo Chávez) y quienes buscan un chavismo sin Chávez, llenando la cabeza de algunos señores oficiales y funcionarios bolivarianos.
 
Incluso, se ha hablado bastante en las últimas dos semanas de las “transiciones” en Túnez, Egipto y, sobre todo, de la figura del ex ministro libio de Justicia, Mustafá Abdel-Jalil, el hombre que digitaron como cabeza de la insurrección en Libia.
 
¿Quién será el hombre que la oposición venezolana y sus patrocinadores elijan para intentar una salida? Hasta ahora no aparece nadie con capacidad de enfrentarse a Chávez en diciembre de 2012. Por ahora, dijera el mismo Presidente.
 
Mientras, la derecha agrupada en la Mesa de Unidad Democrática, ha preferido manifestarse contra la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB). Para ello, lo malo es que desde las filas castrenses ven a la oposición parlamentaria con una postura adversa a la institución militar, como cuando interpretaron que la formación de las milicias y las fuerzas de reserva se justificaban en la desconfianza del Presidente sobre los oficiales.
 
Estos parlamentarios opositores son los mismos que hace casi una década los exhortaron permanentemente desde los proscenios de la Plaza Altamira y desde los medios comerciales de comunicación, a rebelarse, a dar un golpe. Algunos oficiales se dejaron seducir: muchos de ellos asumieron luego que el atajo no llevaba a ningún lado.
 
A la oposición le hace falta analizar seriamente los cambios producidos en las FANB, hablar con la nueva oficialidad y abandonar las prácticas conspirativas de viejitos generales, coroneles y almirantes, a quienes nadie escucha al interior de las fuerzas armadas.
 
Ante toda clase de runrunes, el ministro del Poder Popular para la Defensa, General en Jefe Carlos Mata Figueroa, señaló que “La alta moral que tiene, actualmente, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana echa por tierra la posibilidad que en nuestro país pueda ocurrir un golpe de Estado”. Explicó que, en los últimos años, se ha iniciado un proceso de profesionalización, lo que ha incrementado “el amor de los militares por la institución y el respaldo al proceso de cambio que vive nuestro país”.
 
“El nivel de conciencia entre los hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas es bien claro. Esta es una Fanb moralizada, eso antes no existía y por eso las posibilidades de un golpe son cero”, enfatizó Mata Figueroa. Con servicio militar obligatorio, las FFAA contaban en 1998 con 26.840 soldados. En 2010 contaba con 56.293 hombres que se alistaron voluntariamente. “Ese es nuestro pueblo que está viviendo a servir a su país en las Fanb”, agregó Mata.
 
Candidato émulo de Chávez
 
El guión injerencista estadounidense y de la derecha europea –convertida en co-patrocinante- se reitera por todos lados, repitiendo exitosas campañas en Europa oriental, Medio Oriente  (ahorita no más) y también en varios países latinoamericanos. La manipulación de los llamados “movimientos juveniles” es una de sus marcas preferidas y en Venezuela ya pasaron el movimiento de las manitas blancas, y luego la “huelga de hambre” de JAVU. Por todos lados se sigue buscando a “nuestro hombre” en Caracas. Pero ¿quién?
 
Un “candidato irreverente” y vinculado a las masas son dos de las características que el director de Datanálisis, Luis Vicente León, propone que tenga el próximo aspirante de la oposición en las elecciones presidenciales de 2012.
 
León, quien muchas veces le ha hecho el guión a la oposición, planteó que la derecha venezolana “necesita cambiar la táctica que ha manejado hasta ahora (complacer a las élites, que finalmente son minoría, para conseguir financiamiento y figurar en los medios de comunicación) y ligarse emocionalmente con las masas, las grandes mayorías”.
 
“En pocas palabras: el candidato debe ser irreverente”, populista, y ser “capaz de ofrecer lo mismo que brinda el presidente Chávez, al tiempo que proponga un elemento adicional”. Para el director de Datanálisis, esa especie de “Súper Chávez chavista” pero con discurso de derecha deber ser “un candidato pragmático.
 
“El contacto con las masas populares es sumamente importante para lograr la victoria que tanto anhelan”, sostuvo León, quien aventuró que las elecciones que ha ganado el bloque de derecha “han sido por la abstención del chavismo” pero no por el aumento de los votos conquistados.
 
Un documento interno del MUD, elaborado por el coordinador general de la mesa, Ramón Guillermo Aveledo, hace énfasis en el hecho de que los diputados opositores fueron electos por los votos de la unidad y que ninguno por sí sólo hubiese llegado al parlamento nacional. En el mismo documento, resaltó el fracaso que la derecha venezolana ha protagonizado con las acciones de calles convocadas recientemente, en las que no han contado con el apoyo por parte de sus seguidores, manifestaciones que no guardan proporción con la votación  que obtuvo este sector el 26 de septiembre del año pasado. La falta de apoyo revela que la partidocracia agrupada en la MUD carece de músculo y no tiene poder de convocatoria.
 
Mientras, varios prohombres de la oposición se hacen zancadillas para poder posicionarse como el referente hacia las presidenciales, tratando de impedir la implosión de jóvenes sedientos de futuro. En las reuniones que se celebran en Miami y en Washington se siguen analizando diferentes perfiles: un Piñera venezolano, una Hillary local, un hasta hoy chavista que se anime saltar la talanquera…Pero ¿y si “nuestro hombre” resultara una mujer?
 
Ya está en marcha el Movimiento MCM, creado para apoyar las aspiraciones presidenciales de la diputada María Corina Machado (la única con agallas para posar junto a George Bush), fiel representante de la oligarquía. Los asesores intentar posicionar a Machado como principal líder político de la oposición y al movimiento MCM como el más influyente del país, colocando sus punteros en cargos a nivel nacional, regional y municipal.
 
Vapuleados y sin guión
 
A los diputados opositores no le fue nada bien en las interpelaciones de los ministros y desde allí llegaron las duras críticas y censuras que le hacen los columnistas. Por ejemplo, Fausto Masó señaló que “Algunos les disparan por la espalda a los diputados de la oposición, critican su supuesta falta de preparación, les extraña que no presenten videos, cuenten con barras; los comparan con los grandes asambleístas de la historia del país; se quejan de que no incluyan en sus filas especialistas en petróleo, constitucionalismo, economía, relaciones internacionales…”
 
Y añadió que “La argumentación oficial acusa a la oposición de derechista, coloca la estatización como un valor absoluto, ¡tremenda falsedad! Hay empresas que en manos del Estado le han sido útiles al país como Edelca. Hasta el uso del término cuarta república le da una ventaja inmerecida al chavismo, acepta el chantaje de la condena en bloque de los años de gobierno civil, convalida un lenguaje que condena la democracia. Hay que hablar de la república civil, la que se contrapone al militarismo, una maldición que no ha cesado de proyectar una sombra nefasta sobre el país…Los primeros gobiernos adecos y copeyanos representan los mejores años de Venezuela”.
 
Por su parte, el empresario petrolero Alberto Quirós Corradi manifestó su contrariedad sobre la actuación opositora en la interpelación al ministro de Energía y Petróleo y por la carga negativa que el oficialismo le puso a palabras como Fedecámaras (central empresaria), meritocracia, sector privado. “En el mundo de ellos los empresarios son un obstáculo que se debe vencer, el sector privado y la privatización, malas palabras que hay que erradicar del lenguaje y la meritocracia un ardid para engañar a incautos…”
 
“Lo que verdaderamente preocupa es la falta de toma de posición de nuestros diputados. ¿Por qué nadie se levanta y dice: yo sí apoyo a Fedecámaras? ¿Por qué cuando confiscan una empresa la mayoría se opone alegando defender los puestos de trabajo pero muy pocos expresan su apoyo directo a los propietarios y a la gerencia? ¿Por qué cuando se critica el fracaso de las empresas estatizadas se condena la ineficiencia del régimen administrador, pero no se dice que el sector privado era más eficiente y que un nuevo gobierno tendrá que reprivatizar lo confiscado y bastante más?”, pregunta Quirós.
 
 El bolivarianismo
 
 En filas oficiales y ante la preocupación heredada por la mala actuación en los comicios parlamentarios, el optimismo parece haber renacido quizá de la mano del abrupto aumento de los precios del petróleo, mientras la consigna de formalizar un Polo Patriótico no ha avanzado lo esperado.
 
 La meta del trabajo inicial parece ser (o debiera ser) el rescate de la emotividad de la Revolución, o sea, dicho de otra forma, el apoderamiento del proceso por parte de las grandes mayorías, con alegría y militancia (un revival de los primeros años).
 
La militancia del PSUV está ahora concentrada en el debate sobre Líneas estratégicas de Acción Política. Pero enfrascados en la puja electoral -¡otra vez!- la planificación, el nuevo modelo, el control obrero y popular parecen quedar en el margen de las consignas y anhelos. Hay varios llamados de alerta como la contradicción entre control obrero en Guayana y la suscripción de un nuevo contrato colectivo y las cifras que revelan que no se avanza en la lucha contra el capitalismo.
 
Para la oposición todo está mal. Pero hay campos, como el del Índice de Desarrollo Humano, medido por organismos internacionales, donde es obvio el mejoramiento de la situación de los venezolanos; como la disminución de la pobreza, incluida la pobreza extrema y de la desigualdad social.
 
Nadie, en su sano juicio, puede negar los importantes avances en la educación, con, 1,7 millones de personas que salieron de su analfabetismo y muchos de ellos avanzaron al bachillerato. Hoy Venezuela es el segundo país latinoamericano (después de Cuba) con mayor índice de matrícula universitaria, y el quinto en el mundo, con 2,1 alumnos en 2008 y 12 nuevas universidades.
 
Víctor Álvarez, economista y ex ministro, señaló que en estos años se reduce la pobreza pero la economía se hace más capitalista: A pesar de la crítica al capitalismo y de la declaración del carácter socialista de la Revolución Bolivariana, el peso del sector mercantil privado en la economía aumentó de 64,8% en 1999 a 70% en 2008-09, mientras que el sector público cayó de 35% a 30% en ese mismo período. Y se recrudece también la explotación de los trabajadores.
 
En 1988 al factor trabajo le tocaba el 39,7% del nuevo valor creado, superior al 36.2% que le tocaba al capital. Diez años después, su participación cayó a 31.69%, mientras que la de los capitalistas subió a 49,18%”, según la lectura de Álvarez de las estadísticas del Banco Central de Venezuela.
 
En las bases bolivarianas hay discusión sobre todos y cada uno de los campos. Marea Socialista, por ejemplo, señala que la meta es el control obrero y popular, pero que “Todavía la tarea ineludible está cruda, las conquistas aún son insuficientes. No hemos derrotado el Estado Capitalista ni a sus operadores económicos y políticos, más bien ganan terreno, son una inteligencia objetiva y natural que gana adeptos para sus filas y que se expresa en la burocratización constatable que hay en las nuestras”.
 
- Aram Aharonian es periodista y docente uruguayo-venezolano, director de la revista Question, fundador de Telesur, director del Observatorio Latinoamericano en Comunicación y Democracia (ULAC)
 
https://www.alainet.org/pt/node/148021
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