Una mirada a la aceptación de la diversidad sexual
- Opinión
Hay avances en el camino de la aceptación a la diversidad sexual en Cuba, pero todavía falta bastante por recorrer. Esa podría ser la conclusión de un reciente sondeo de opinión realizado por SEMlac entre medio centenar de personas de todas las regiones de la isla.
"Homosexuales, transexuales, travestis o heterosexuales. Para mí es igual, son personas. No trato diferente a nadie por su orientación sexual", aseguró un joven entrevistado en la capital.
En línea con ese criterio estuvieron la mayoría de las 50 respuestas, a excepción de dos personas, un hombre y una mujer del centro del país, que consideraron "una inmoralidad" tener una orientación sexual diferente.
"Simplemente no les dirijo la palabra", precisó la entrevistada, de más de 45 años y graduada universitaria.
El resto coincidió con la idea de que trataría de forma normal a una persona con estas características. "Cada cual tiene derecho a decidir qué hacer con su vida", fue la argumentación más repetida.
Sin embargo, ante la disyuntiva de juzgar la actitud de los otros, 46 de las y los interrogados reconocieron que aún persisten tabúes y algún grado de discriminación hacia estas personas por parte del resto de la población.
Según la última Encuesta sobre indicadores de prevención de infección por el VIH/sida, realizada en 2006 por el Centro de Estudios de Población y Desarrollo (CEPDE), de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), entre 2000 y 2007 hubo un incremento en el auto-reconocimiento de los hombres sobre su orientación homosexual.
El texto precisa que entre dos y 5,2 por ciento de los hombres que tienen vida sexual activa en Cuba reconocen haber tenido al menos una relación sexual con otro hombre, criterio que utilizó esta investigación para definir a los hombres que tienen sexo con hombres (HSH).
Este sector de la población es el más afectado por el VIH/sida en Cuba e investigaciones aseveran que la discriminación por la orientación sexual complica las labores de prevención de cara a la epidemia.
Según la indagación del CEPDE, 42,6 por ciento de la población investigada refiere niveles de discriminación de alguna magnitud hacia los HSH, que no ayudan a elevar la percepción del riesgo entre ellos ni a promover actitudes de prevención.
El doctor Alberto Roque, colaborador del proyecto de Diversidad Sexual del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), ha identificado espacios donde aún se manifiesta homofobia en la isla.
Entre ellos, ha mencionado a la familia y la escuela como dos ambientes sociales a los que se debe prestar especial atención por ser, en muchas ocasiones, canalizadores de esta intolerancia.
Aproximadamente la mitad del medio centenar de personas consultadas por SEMlac reconocieron, justamente, que el sector institucional es un espacio donde aún queda mucho por hacer en el camino de la aceptación.
"Aún se notan rasgos de intolerancia, por ejemplo, en muchos centros de trabajo", detalló una entrevistada.
Fuente: Servicio de Noticias de la Mujer de Latinoamérica y Caribe
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