Resulta intolerable por todos conceptos que mientras el hampa tiene en sus manos prácticamente a toda la sociedad mexicana, gobernantes, funcionarios, políticos, legisladores, jueces y demás miembros del poder, a lo único que se dedican es al jueguito insano de culparse mutuamente.

De nada servirá la Cumbre de Seguridad Pública, recientemente celebrada en Palacio Nacional, encabezada por el Presidente Felipe Calderón y con la asistencia del Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcela Ebrard Casaubón. Presencias, que por cierto, provocaron más interés que el grave fenómeno social que sufrimos todos los mexicanos.

Ahora resulta que las críticas se están enderezando contra el sufrido padre del joven secuestrado y asesinado, Alejandro Martí, el empresario Alejandro Martí quien declaró en esa misma reunión que los funcionarios que se sintieran incapaces para controlar y parar esta ola de criminalidad, deberían de tener la vergüenza de renunciar.

Las críticas llegan al absurdo, cuando se afirma que el padre está medrando con la muerte de su hijo. Un hombre de éxito como don Alejandro no tiene ninguna necesidad de caer en esos excesos, puesto que él es un hombre que no tiene ninguna necesidad de buscar posiciones políticas ajenas a su vida profesional.

Todos sabemos que a diario, en todas partes del país, el hampa hace de las suyas, que muchos de los delitos no son denunciados por falta de confianza en las autoridades, de ahí que halla surgido una industria aberrante la de los negociadores con los plagiarios, a los cuales se les debería de investigar a fondo porque lo único que se está propiciando es la protección de los delincuentes. En esa situación necesariamente caen los supuestos negociadores. Si tienen los nexos correspondientes con tales delincuentes, por consecuencia lógica, también son ellos delincuentes.

Después de un año, el muy conocido nadador y entrenador Nelson Vargas y su esposa Silvia denuncian el plagio de su menor hija Silvia Vargas de apenas 18 años. Es otra tragedia de gente conocida que ya, por la difusión de los medios, está conmoviendo a toda la sociedad.

La familia Vargas lleva un año de negociaciones, seguramente al través de estos intermediarios, y los plagiarios no entregan a su hija.

Lo hemos dicho, y hoy lo volvemos a repetir: todos los crímenes son horrendos pero el del plagio que coloca en la incertidumbre más brutal a padres, hijos, familiares y amigos es por todos conceptos inaceptable.

Arruina familias enteras. Ante ello ya no es una petición es una exigencia de la sociedad civil irritada de que funcionarios, políticos, legisladores, en fin, los hombres del poder se dejen del jueguito absurdo de los dimes y diretes y de las culpas mutuas y se pongan a trabajar en el propósito primario de que cumplan con su compromiso de darle seguridad al pueblo, que es la prioridad máxima de todo gobierno.

Como lo dicen y lo repiten todos los mexicanos, y así está impreso en la portada de la Revista Libertas en su edición en circulación: ¡YA BASTA!

- Teodoro Rentería Arróyave es periodista y escritor mexicano.  

teodoro@libertas.com.mx