Derechos de los Pueblos Indígenas:

El frente externo

06/03/2007
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La lucha de los pueblos indígenas por sus derechos que se libra a nivel internacional no siempre es debidamente valorada en el plano interno, como si se tratara de una disyuntiva respecto a las dinámicas cotidianas.  Pero Juan León Alvarado, indígena maya kiché, sostiene que es indispensable que tal lucha se dé "en los dos frentes: en cada Estado, en cada país, y paralelamente en el plano internacional".  De hecho, acota, "a nivel interno se aprende nuevas cosas del área internacional y se interrelaciona con el quehacer de las organizaciones a nivel local.  Además, hay convenios que se han firmado, como el 169 de la OIT, que tienen un carácter vinculante, que contribuyen a que haya una presión y una agenda de actividades que los mismos indígenas en cada país impulsan de cara al gobierno local.  Para mi esa es la importancia que tiene la interrelación entre una lucha exterior e interior, y viceversa".

Para reforzar este señalamiento, dice: "en nuestra experiencia, la relación con otros pueblos indígenas ha contribuido para afinar mejor nuestras visiones de trabajo, para incorporar mejores conceptos a nuestro lenguaje y quehacer político, para aprender de otras formas de organización, de otras formas de comunicación y, porque no decir, la fortaleza que da el intercambio de las experiencias al relacionarse en forma constante.  Aunque en este plano creo que no hemos aprendido mucho, pues a veces caemos en errores que ya ocurrieron en algún país.  Pero es un factor que da fortaleza y contribuye a que los pueblos indígenas puedan tener una misma visión y eso es lo que ha ocurrido con los instrumentos internacionales; sea que hayan sido aprobados o no, han generado espacios de diálogo, de conversación, de búsqueda de consensos.  Y, bueno, en Guatemala aprendimos que hay otras luchas en otros países y no solo lo nuestro".

Juan León Alvarado, quien en días pasados fue designado Embajador de Guatemala en Ecuador, es el Presidente del Grupo de Trabajo sobre la Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas de la Organización de Estados Americanos (OEA).  Esto fue lo que dijo en el diálogo que sostuvo con ALAI.

-          En la actualidad se están procesando tanto la Declaració n de los Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU como la de la OEA.  Respecto a la primera, el pedido sería que la Asamblea General de ese organismo la apruebe sin que se toque una coma.  ¿Es así?

La de la ONU, primero, no es una Declaración que nació de los pueblos indígenas.  Su origen fue de un equipo técnico, multidisciplinario, altamente profesional que trabajó en consulta con representantes de los pueblos indígenas en el Grupo de Trabajo, pero realmente no fueron indígenas los que se sentaron y dijeron esta es nuestra Declaración, por eso ahí hay elementos que valdría la pena mejorar, conceptos que redefinir.  Me refiero al producto de la Subcomisión de Minorías que se llamaba en aquel tiempo, y que cuando se formó el Grupo Interseccional para redactar la Declaración de cara a la Comisión de DDHH los representantes indígenas lo vieron tan bueno que dijeron este es nuestro documento y no querían cambiarle una sola coma, y por cuatro o cinco años estuvo estático. 

Sin embargo, después se rompió ese punto a tal grado que había países que querían minimizar todo, y esa fue otra lucha, por lo que en ese momento los representantes indígenas tenían razón de no entrar a reformar los textos conseguidos porque tenían miedo de que todo se viniera para abajo.  Ese grupo de países que propuso una primera enmienda se fue muy por debajo de lo que podía ser un documento de equilibrio.  Entonces, es cuando entramos al rescate y a parar a aquellos países que querían rebajar todo el contenido y se logró una declaración balanceada.  Y por eso la pregunta: ¿por qué EE.UU., Rusia y Canadá votaron en contra?  Porque la Declaración no está mal.  En todo caso, se estancó el proceso, porque hubo países que argumentaron que no se les había tomado en cuenta, como muchos países africanos, cosa que no es cierto pues ellos siempre estuvieron informados.   Ahora el cónclave indígena está en la posición de pedir el apoyo de los africanos y asiáticos por que son los que más se oponen.  Y la postura indígena es que no se haga cambios a este documento que fue aprobado por el Consejo.

-          Uno de los puntos que tensiona tiene que ver con la libre determinación, la autonomía, equiparadas a una amenaza separatista.  ¿Sigue latente?

En el proyecto salido de la Subcomisión de Minorías era bastante desequilibrado ese punto de la libre determinación porque daba a los pueblos indígenas la libre determinación entendida como el derecho internacional, totalmente.  En el que está ahora estancado en la ONU se enmendó ese problema que para muchos países era visto como un derecho a la secesión o división territorial, pues hay dos o tres artículos donde dan la garantía que esa libre determinación no es la cuestión de secesión de los Estados.  Desde mi punto de vista, como parte negociador de esa Declaración, está contemplado el equilibrio, el contrapeso de la libre determinación pues se garantiza a los Estados que no van a tener problemas, porque estamos convencidos que los pueblos indígenas si quieren una independencia lo harán usando cualquier instrumento, más allá de la Declaración.  Según nosotros quedó eso remediado, pero ese es uno de los argumentos de África, porque quieren ver un contrapeso más claro, más contundente, contra la libre determinación.

-          El tema de autonomías hoy ha sido recogido, al menos en Latinoamérica, como parte del proyecto neoliberal, siendo que tal demanda fue denigrada cuando surgió desde los pueblos indígenas.

Por eso es que los pueblos indígenas no solo querían la autonomía, sino la libre determinación para que no se confunda la autonomía como un asunto meramente económico, laboral, de salud, qué sé yo, sino que fuera más integral, que tenga que ver con territorio, con recursos, con leyes y gobierno propio, entonces uno no se confunde en ese caso.  Y al momento de hablar el lenguaje común se habla de la autonomía de tal departamento, la gente traduce como separar.  Efectivamente detrás de la bandera de autonomía hay grupos de interés dominantes que se quieren esconder, engañando a la población y no hablando lo que es realmente autonomía y para quienes, entonces sí hay una confusión.  De todas maneras, en los dos instrumentos sí está claro lo que es para los pueblos indígenas la autonomía, que es con territorio, con su hábitat, con sus leyes, con sus gobiernos.

-          ¿Y qué nos puedes decir de la Declaración de la OEA?
 
Es un proceso diferente al de la ONU porque en la OEA hay una participación de los representantes indígenas, tanto pagados por el fondo que ha implementado la OEA como con fondos propios, y por lo general hay una participación de equidad de condiciones con los representantes de gobiernos.  Al momento del debate, al momento de presentar propuestas, al momento de consensuar el texto los indígenas son parte de esa decisión, en la ONU son los gobiernos quienes deciden si quieren tomar en cuenta o no lo que plantean los indígenas, acá la regla es clara: no hay adopción de la Declaración sin el consentimiento y sin la participación de los representantes indígenas.  Entonces es muy diferente y es lo que hace lento el proceso.  Si se tratara de un acuerdo entre gobiernos, sale rápido porque se va por lo que menos afecta a los Estados y listo. 

Por el momento, la Declaración va en la segunda lectura.  Hay párrafos ya limpios, algo así como 16 artículos aprobados de la Declaración.  Ahí hay otra situación diferente a la de la ONU porque una vez que sale consensuado del Grupo de Trabajo, pasa por cuestiones formales a la comisión de asuntos jurídicos y políticos, luego al Consejo Permanente, y es automática su aprobación en la Asamblea General, porque ya va consensuada desde abajo, por eso la importancia de agotar el consenso en el Grupo de Trabajo, sino cualquiera puede abrir el texto en cualquier parte de la estructura de la OEA. 

Hay textos realmente difíciles, otra vez volvemos a caer en el tema de la libre determinación que algunos gobiernos no quieren reconocer, los pueblos indígenas quieren que sea como el derechos internacional, pero igual creo que vamos a salir con un contrapeso en el texto, igual que en el de la ONU, porque no hay otra salida.  Este es un diálogo muy fuerte, ya hemos discutido tres veces sobre ese artículo, y lo de tierras, territorios y recursos naturales que cada vez se hace más fuerte.  A medida que pasan los meses, los años, las empresas transnacionales están entrando a los países a vaciar los recursos naturales, a hacerse dueñas de los recursos del subsuelo, a contaminar el medio ambiente, y esas empresas tienen que ver mucho con los gobiernos, en el caso de Canadá, por ejemplo, se mira que hay una correlación de intereses para promover la exploración y explotación de los recursos naturales.  Entonces, lo que no era difícil hace 10 años en la OEA, ahora es más difícil porque se volvieron estratégicos los recursos naturales, el territorio, ya no sólo por la integridad de los Estados sino ahora por los intereses macroeconómicos de las empresas transnacionales.

De modo que son temas complejos porque trastocan fronteras, trastocan intereses económicos mundiales, trastocan intereses jurídicos, cuestionan la legitimidad de los Estados y a los Estados no les gusta que se les cuestione su legitimidad, su integridad, por eso es la insistencia de que hay que colocar la clave "siempre y cuando no menoscabe la integridad territorial y unidad política de los Estados".  Ahora, eso es parte del debate, pero como lo he dicho a algunos representantes indígenas, las constituciones lo dicen, y si lo aceptamos nosotros que daños nos hace si de todas manera no hay pueblo indígena alguno que está planteando ahorita secesión, si hacemos una encuesta en América Latina ni los países que tienen mayoría indígena quieren secesión.  Entonces, también se lo he dicho a los gobiernos ¿cuál es el temor para no aceptar la libre determinación?

-          En materia de derechos organizativos y políticos, ¿qué avances existente?

Hay varios artículos que refuerzan esa cuestión.  Primero, la autonomía donde se dice  que reconoce el derecho de los pueblos indígenas a crear sus propias instituciones conforme sus propias necesidades, intereses, tienen el derecho a seguir desarrollando sus propias formas de organización.  O sea, se prevé que como los pueblos indígenas no somos estáticos en organización, se dan todas las posibilidades para que los que no tienen una forma organizativa ancestral que la puedan crear, y las que tengan, que la refuercen.  Además está la organización política, dentro de sus normas, de sus propias formas, ya sea para participar en puestos de elección popular dentro del Estado, si lo quieren, o sino para lo que ellos quieran crear organizaciones de acuerdo a sus intereses.  Y la cuestión económica, para desarrollar proyectos de desarrollo integral, en el manejo de finanzas y una gama de facultades y facilitaciones de organización.

-          ¿Y respecto a la identidad cultural?
 
En el de la OEA se contempla el derecho a la autoidentificación, ya sea por rasgo físico, por posiciones filosóficas, por tu práctica espiritual, por lo que querrás, que tiene que ver con cultura e identidad, pero hay artículos sueltos que hablan del derecho a la cultura propiamente desde la propia cosmovisión, filosofía, creencia.  Está la cuestión del uso del idioma, que es otra parte de identidad.  Para mí el derecho a autoidentificarse es el mejor, porque podemos decir que los indígenas tienen derecho al idioma, tiene derecho a no se que, pero si quien es sujeto de esos derechos no quiere identificarse de qué sirve. 

-          Hay un articulado que hace referencia específica a los derechos de las mujeres indígenas, pero en no pocas comunidades hay resistencia amparándose en la tradición cultural.

En las dos Declaraciones hay reconocimiento a los derechos de las mujeres y de la niñez, aunque creo que el de la OEA es más contundente, que es un artículo que ya lo aprobamos en Brasil.  Yo podría decir que hay dos visiones dentro del mundo indígena respecto a los derechos de la mujer.  Hay quienes creen que no hay necesidad de hablar de ese artículo porque automáticamente los elementos de identidad, cultura, cosmovisión, garantizan que haya una equidad entre hombres y mujeres, pero hay otra parte de indígenas que creemos que hay elementos dentro de nuestras culturas que resultan ser negativos para la equidad y el respeto a los derechos de las mujeres.  Y además hace reconocimiento de la violencia contra la mujer, que no es cuestión meramente de los indígenas, sino de toda la humanidad.  Entonces, mientras más abunden cosas que recuerden que hay que tener equidad creo que es bueno, es positivo y por eso salió muy rápido en la Declaración.

-          Entre los vacíos se señala la ausencia de referencia alguna a los indígenas urbanos.

Hasta ahora, efectivamente, no hay en ninguna de las dos Declaraciones.

-            Situación igual respecto a la seguridad y soberanía alimentaria.

Tampoco existe.  Por eso estamos contemplando, para la Declaración de la OEA, que al finalizar todo el articulado que hay, dar una oportunidad para ver si no hay algún artículo de sustancia que haya quedado.  Y efectivamente uno de los temas más fuertes en este momento es el derecho a la seguridad alimentaria, y desde la propia identidad indígena porque ahora nos están hablando de seguridad alimentaria pero con maíz transgénico, semillas transgénicas, o comida chatarra.

- Ante la mayor presencia de los pueblos indígenas en la escena pública se puede apreciar que organismos internacionales como el Banco Mundial, el BID, organismos de cooperación, etc. han dado paso a programas específicos, pero tratando de establecer sus propias agendas.

Vamos a tener que hablar de toda la cooperación internacional, incluyendo las agencias multilaterales, intergubernamentales, o especializadas como el BM y otras.  Yo he encontrado dos clases de cooperantes, los que te dan plata, te apoyan, te respaldan sin condicionamientos y te dicen: qué quieren Uds. hacer y apoyamos.  Es la apropiación del proyecto concebido en la visión de los pueblos indígenas por parte de las agencias de cooperación. 

Sin embargo, hay otras que te imponen las agendas.  Les damos plata pero tienen que hacer esto y aquello.  Y es aquí que se enmarcan estas grandes instituciones que lógicamente estarán hablando de pueblos indígenas para que tengan menos resistencia a sus proyectos, y es para eso que hacen consultas, pero no por un interés real de acompañar a los pueblos indígenas por la lucha de sus derechos, sino para que pase en mi proyecto. 

En esto, para mí lo más importante son los fines, los objetivos que tenga la cooperación, y es ahí que entra a prueba la autonomía de las organizaciones indígenas.  Cuando estaba al frente de la Defensoría Maya, yo tuve que decir no a varias agendas de cooperación, señalando que somos nosotros quienes tenemos que fijar la agenda, no Uds.  Pero vale tener en cuenta que, al menos en Guatemala, el movimiento indígena entró en una etapa de sobrevivencia económica.  Antes, los pueblos indígenas cooperaban entre sí, después, cuando llegó la cooperación, empezó a crear una dependencia en las organizaciones, en los dirigentes, llegamos a tal grado de que si no hay recurso de por medio, pago de un almuerzo, pago del transporte, pago del día, la gente ya no participa, pues te pone como condición que les tienes que pagar para participar.  Ese es el mayor daño que hemos tenido y por eso es que también el movimiento se ha venido para abajo.  Lo otro, es la pelea por los pocos recursos que hay.  Por decir algo, hay una agencia que dispone de un millón de dólares y que ha definido que va a dar 10 mil por organización, pero como hay tantas organizaciones en lugar de demostrar trabajo, organización, logros, en su quehacer, lo más fácil es menoscabar la dignidad de la otra organización, deslegitimar, con tal de tener los 10 mil dolaritos, y ese es otro daño que también hemos tenido.  Entonces, con esta dinámica se ve que la organización en sí ya no es facilitadora, porque ya el fin es la sobrevivencia económica y ya los objetivos de la organización van siendo acomodados a lo que quiere tal o cual agencia de cooperación.

-          Un informe reciente de la CEPAL señala que en la mayoría de Estados de América Latina se ha registrado cambios legales para reconocer los Derechos de los Pueblos Indígenas, pero que el balance es crítico por el incumplimiento de tales normas.  ¿Cómo superar esta situación?

Yo creo que es una cuestión que toca a ambos lados; esto es, tanto a los gobiernos como a las organizaciones indígenas, porque creemos que basta con que se promulgue una ley, un decreto o una resolución por sí mismos y automáticamente se van a implementar.  Creo que en todo el mundo este es un faltante de los pueblos indígenas, al no dotarse de un mecanismo de seguimiento ante todo lo que se va conquistando en decretos, en instituciones. Claro que aquí también entra en cuenta la falta de voluntad de los gobiernos.  O sea, las conquistas indígenas se dan, pero después como que no tenemos la capacidad, tampoco los recursos, y los gobiernos no tienen la voluntad de la implementación.

https://www.alainet.org/pt/node/126220
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