El movimiento del periodismo organizado, que por cierto cada día se fortalece, siempre ha sostenido que la supuesta Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental es, exacto, una engañifa que la ubica es su verdadera realidad, una ley mordaza y nada más.

Prueba de lo anterior es la nueva artimaña a la que recurren los funcionarios públicos, quienes en forma personal o a nombre de la dependencia que representan niegan sistemáticamente las informaciones requeridas e inclusive cuando son emplazados por el Instituto Federal de Acceso a la Información, entelequia resultante de la ley de marras, acuden al fácil expediente, de decir que no hay expediente.

Hemos sostenido que basta hacer un simple análisis de los artículos 13 y 14 de la engañosa ley, y desde luego en los correspondientes de las clonadas en la entidades federativas, para comprobar que la normatividad que se les ha impuesto a los mexicanos, bajo el principio de la reserva, se viola el ordenamiento constitucional del derecho a la información que le asiste al pueblo de México.

La estratagema consiste en “la declaratoria de inexistencia de documentación”, que prevé la norma. El coordinador del área de Acceso a la Información y Transparencia del Centro de Análisis Fundar, Miguel Ángel Pulido, es quien ha puesto el dedo en la llaga, al alertar que estas declaratorias de inexistencia de datos se están convirtiendo en un “pecado grande”, del que el gobierno está abusando.

Es más, ha señalado que tal situación ha encendido los focos rojos en la presente administración federal del presidente Felipe Calderón Hinojosa, “pues con la mano en la cintura” el propio gobierno recurre a ese argumento para evadir su responsabilidad

Fundar, Centro de Análisis e Investigación, Asociación Civil, dice en su página cibernética, que es una institución independiente, interdisciplinaria y plural dedicada a la investigación, difusión y enseñanza en torno a aspectos relacionados con la democracia y la participación ciudadana.

Respecto a su misión, Fundar, además de insistir en que es una institución plural, independiente, sin afiliación partidista y horizontal, agrega que busca avanzar hacia la democracia sustantiva, se dedica a la incidencia y monitoreo de políticas e instituciones públicas por medio de la investigación aplicada, la reflexión crítica y propositiva, la experimentación y la vinculación con actores civiles, sociales y gubernamentales.

Estamos de acuerdo con el Miguel Ángel Pulido, cuando apunta que esas respuestas de los funcionarios federales a las peticiones informativas presentadas en los espacios de transparencia institucional, “por lo menos tendría que costarle la renuncia a los servidores públicos, por irresponsables”, porque han hecho del derecho a la información “una espiral de contradicciones”.

Lo dicho: a los mexicanos el poder omnímodo, que tal parece y a pesar del cambio de partidos llegó para quedarse, nos ha impuesto una ley mordaza, llamada pomposamente de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental. Es ley mordaza, de ahí el compromiso, el empeño por su derogación, y la aprobación en sustitución, de una Ley de Rendición de Cuentas; son luchas en la que debemos de estar siempre comprometidos.


- Teodoro Rentería Arróyave es periodista y escritor mexicano.