Como es propio del país, en estos días estamos viviendo lo que podemos llamar un “linchamiento” público de Fernando Nieto y Herminio Porras.  Ambos sujetos creyeron que en el país nunca iba a imperar la Ley.  Como todo embaucador y/o estafador, Nieto y Porras basaron su actuar en la tinterillada legal para promover la ocupación del terreno destinado al futuro mercado mayorista de Lima.  A decir del Ministro del Interior: “Se trata de estafadores y tramposos que han tenido secuestrados a miles de personas y que han puesto en peligro la vida de niños.  Esto tiene que castigarse”. 

En paralelo, en el Congreso de la República, estamos “descubriendo” a nuevos embaucadores (as) y/o estafadores (as).  Bajo la mil y una tinterillada legal, aquí también se pretende justificar conductas iguales o semejantes a las de Nieto y Porras.  Pero lo que no deja de “sorprender”, es escuchar al autoerigido como Supremo Hacedor, al presidente García, pontificar conducta moral y ética sobre ambos hechos; demandar la aplicación de la Ley contra estos embaucadores y/o estafadores, “olvidándose” de su conducta electoral en la última campaña.  Por que, ¿Qué calificativo podemos darle a la conducta de embaucar y/o estafar al electorado, a todo el pueblo peruano, cuando se dice una cosa antes de ser elegido y luego se hace otra cuando se está sentado en el sillón presidencial?

 Enumerar las mil y una ofertas electorales que García hizo en la última campaña no tiene sentido en este momento.  Lo que si amerita en bien de nuestra salud mental, es preguntarnos si este tipo de conducta, parafraseando al ministro del interior, “(es) de (un) estafador y tramposo que tiene secuestrado a miles de personas (a todo el Perú) y que (está poniendo) en peligro la vida de niños, (mujeres, trabajadores urbanos y campesinos con políticas económicas que en la campaña atacó: “Retiraré la firma de Toledo del TLC) .  Esto tiene que castigarse” según el ministro Alva Castro. 

¿Qué dice usted? ¿Esta conducta debe castigarse, debe aplicarse el rigor de la ley (¿existe?) contra este tipo de embaucador y/o estafador electoral? Y a todo esto, los periodistas que a cada hora demandan castigo contra Nieto y Porras, ¿Creen ético demandar castigo contra este embaucador y/o estafador, autoerigido Supremo Hacedor?