Dio a su pueblo su canto y su vida. ¿Qué más puede dar un poeta? Con esa expresión Luis Cardoza y Aragón se refiere a Otto René Castillo: un hombre honesto, creador de cultura, intelectual sereno que llevó en sus venas la savia de su tierra.

Otto René vivió con sus ideales políticos y acción poética. Tuvo “…la capacidad de poner en práctica las sentencias de la historia…” destaca Rodrigo Pérez Nieves. Su obra literaria continúa vigente en el contexto de la realidad política y socioeconómica de Guatemala. “Otto René, señaló el escritor Otto Raúl González, es el poeta más inmerso en el trágico tiempo de Guatemala”.

Cuando Otto René se incorporó al movimiento revolucionario guatemalteco, asumió con racionalidad una decisión dispuesto a llevarla hasta el final. Su poesía quedó en suspenso: fue asesinado -junto a su compañera Nora Paiz- en la base militar de Zacapa entre el 19 y 23 de marzo de 1967.

La vida de Otto René fue una plena identificación con la identidad cultural de su pueblo. Este factor político-social y el amor, son los protagonistas de su obra, donde el ritmo de la vida gira en torno a sus versos. La escritora Rita Navarro señala en su texto Acerca de Otto René Castillo: “En la corriente amorosa, no se trata únicamente de la simple exaltación de la relación hombre-mujer: es la reafirmación constante del sentimiento de la vida contrapuesto, en todo momento, a la injusticia, a la tristeza, a la muerte. En la corriente político-ideológica, la expresión poética pasa a ser un instrumento de convocatoria para la lucha revolucionaria”.

Otto René regresó a su país a partir de 1957 y desarrolló diversas actividades culturales. Dirigió el Teatro Experimental de la Municipalidad guatemalteca y fue nombrado representante de Guatemala en el Comité Organizador del Festival Mundial de la Juventud, en Argelia. Sus expresiones de solidaridad y latente accionar político, forjarán un ser humano con profundas raíces sociales. Estos factores y su talento creativo se nutren y expresan en Vámonos patria a caminar. Un texto suyo -suma integrada de conductas, búsqueda de orígenes y deseo de hallarse a sí mismo- que hoy se encuentra presente en la cotidianidad social de su país.

Especial importancia tiene en la vida de Otto René su experiencia en la República Democrática Alemana. Producto de una beca, se trasladó a Leipzig para estudiar filosofía. Asimismo, las propuestas de un grupo de cineastas dirigidos por el holandés Joris Ivens, harán que Otto René dedique un amplio espacio de tiempo para la filmación de materiales vinculados a la lucha social.

A lo largo de su vida Otto René Castillo dejó huellas y amplias señales de su paso, las cuales se localizan en su obra literaria. En 1955 obtuvo el Premio Centroamericano de Poesía, con el poema Llama Viva. Posteriormente, compartirá ese premio con Roque Dalton. Juntos escribieron Dos puños por la tierra. En 1957 fue galardonado con el Premio Internacional de Poesía en Budapest, otorgado por la Federación Mundial de Juventudes Democráticas. Sus textos reflejan emociones colectivas y se manifiestan como protestas contra la injusticia. “Su obra -señaló Roque Dalton en el texto Otto René Castillo: un ejemplo y nuestra responsabilidad- es solamente una parte representativa viva, quedará como un espléndido testimonio de pasión, confeccionado en el lenguaje necesario para conminar a los hombres de este tiempo en que él, como los precursores y los adelantados de siempre, pasó como un ráfaga de fuerza y de autenticidad”.

El coronel Carlos Paz Tejada -de amplia trayectoria democrática- siempre recordó las actividades que realizaba junto a Otto René Castillo, cuando ambos atravesaban la frontera de Guatemala con El Salvador para ayudar a patriotas guatemaltecos. “En una ocasión, en Asunción Mita, al oriente de Guatemala, fue capturado Otto René -enfatizó Paz Tejada- salvando la vida milagrosamente”. Esta experiencia, entre otras, permite señalar al escritor Rodrigo Pérez Nieves: “En la vida de los pueblos surgen hombres que vienen al mundo para legar su mensaje luminoso a las generaciones que les suceden. A esta estirpe de varones esclarecidos, a este encumbrado linaje humano pertenece Otto René…”.

Otto René Castillo logró expresarse en el contexto de una etapa de gran violencia política en Guatemala. Luchó contra esa realidad formando parte del espíritu de protesta propio de la época. Rompió el orden retórico y encontró el camino de poeta militante. Su palabra se multiplicó al identificarse con la sensibilidad popular integrando indignación y fuerza, amor y esperanza, rebeldía y pureza. El vigor de su poesía se localiza en la pureza de un lenguaje directo al referirse a seres humanos con un acervo acumulativo de significados.

* Otto René Castillo. Poema Nuestra Voz.

Fuente: Incidencia Democrática (Guatemala)

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