La séptima versión del Foro Social Mundial: Un paso adelante
02/02/2007
- Opinión
En Nairobi, capital de Kenya en el continente africano nos dimos cita cerca de 50 mil altermundialistas para seguir construyendo la agenda del otro mundo posible. Esta ciudad, la mayor del país, cuenta con un poco más de dos millones de habitantes. Kenya cuenta con 34 millones de habitantes, con una tasa de analfabetismo superior al 20%, con un ingreso per cápita de unos 640 dólares anuales y con una extensión de 582.650 Km2. Este país logró su independencia el 12 de diciembre de 1963, es decir, que cuenta con un Estado independiente apenas hace 43 años.
El Foro Social Mundial tuvo como sede el centro deportivo de Kasarani al noroeste de la ciudad. La apertura y el cierre del evento se llevaron a cabo en el Parque Uhuru en el centro de Nairobi. En el evento se realizaron cerca de 1200 seminarios, talleres y foros además de 21 sesiones el jueves 24 de enero para buscar la coordinación de campañas y acciones a nivel mundial.
En el Foro se realizaron múltiples actividades tanto culturales como también marchas y una maratón atlética. En los alrededores del estadio hubo muchas exposiciones y representaciones teatrales, de baile, etc.
Como ha sido señalado, la edición Africana del Foro Social Mundial significaba un nuevo reto: tratar de pasar de las discusiones a las acciones globales coordinadas entre organizaciones y movimientos sociales. Al mismo tiempo que la consolidación de los cambios registrados en la nueva cultura política que ha significado el Foro Social Mundial. Es verdad como lo registra un reciente trabajo de Antonio Martins, miembro del secretariado brasilero del Foro Social Mundial que el Foro mismo ha derrotado la hipótesis del “fin de la historia” y ha enarbolado y en cierta forma puesto en marcha una nueva concepción de la emancipación social.
Las rupturas en el proyecto emancipatorio
El Foro ha mostrado que para superar el capitalismo no basta con conquistar los núcleos aparentes de su poder (El Estado y la Fábrica). Es necesario enfrentar sus valores y proponer una nueva lógica social. El movimiento altermundialista presente en el Foro ha cuestionado la mercantilización de la vida y propone como alternativa organizar la producción de riquezas con base en la universalización de los derechos. El Foro se opone a la violencia y propugna por una cultura de paz y no violencia. Propugna por la equidad en las relaciones de género, respeta la diversidad sexual y valora unas relaciones culturales basadas en el afecto y la solidaridad.
Al mismo tiempo propone y defiende un nuevo paradigma civilizatorio en el cual la naturaleza sea vista como vivienda (no como recurso) y el ser humano como habitante (no más como explotador) del planeta. Ante la crisis de los Estados nacionales plantea formas de democracia planetarias y de redistribución de la riqueza a escala mundial. El diálogo cultural es la respuesta al llamado “choque de las civilizaciones”.
Una segunda gran ruptura que menciona Martins tiene que ver con la crisis de la representación política. Esta crisis de la representación tiene que ver con la insuficiencia de los partidos políticos que son organizaciones eficaces para la lucha por el poder o para organizar la movilización política, pero son muy limitadas a la hora de proponer nuevas prácticas y el cambio de valores. Estos cambios se practican más en organizaciones autónomas volcadas hacia las acciones transformadoras. Existen centenas en todos los países. Asumen múltiples formas: un movimiento social que lucha por la tierra, un grupo ambientalista que se moviliza contra la acción devastadora de una transnacional, una red feminista que lucha contra la violencia doméstica, un grupo de jóvenes de la periferia que exige la creación de telecentros o promueve la cultura rap, una asociación de consumidores dispuestos a exigir sus derechos.
Las iniciativas son muy diversas, pero tienen algo en común que es esencial: existen para empoderar, convertir en fuerza social la voluntad de construir por medio de acciones directas nuevas relaciones sociales. Esta cultura naciente tiene alguna identidad con la antigua tradición anarquista porque no transfiere sus esperanzas, energías y responsabilidades hacia la conquista del Estado. Pero, al contrario del anarquismo del siglo XIX, no rechaza las posibilidades de usar las instituciones para construir nuevas relaciones sociales. Porque los derechos necesitan volverse efectivos, pues ciertas leyes inhiben la mercantilización de la vida y el salvajismo capitalista, porque ciertos gobiernos son mucho más sensibles que otros a la acción autónoma de la sociedad.
Una tercera ruptura es aquella que postula que la construcción de una nueva sociedad no puede ser aplazada para el momento de la revolución o de la victoria electoral. Experiencias como la economía solidaria o el software libre demuestran que una lógica social poscapitalista puede y es necesaria que surja, se expanda y se desarrolle, incluso cuando las relaciones sociales hegemónicas son las capitalistas. Las revoluciones sociales entonces no se limitan a la “conquista” del Estado o de la fábrica. Las revoluciones sociales se vuelven plurales, implican grandes cambios que producimos en la vida social en todos sus aspectos. La creación de bienes comunes para toda la humanidad, la desmercantilización y la garantía de acceso de todos a la tierra, al agua, a la salud, a la educación, al trabajo, a Internet, a una renta ciudadana capaz de asegurar una vida digna. La multiplicación de formas de democracia directa y participativa.
Pero al mismo tiempo el Foro Social Mundial en la edición de Nairobi, el séptimo, enfrentaba su mayor reto: ¿Cómo articular las múltiples acciones por un mundo nuevo, de manera que no se pierdan en el aislamiento, que se alimenten las unas a las otras, que se produzca un movimiento planetario? ¿Cómo impedir que las lógicas de la guerra, de la mercantilización, del vaciamiento de la democracia y de la destrucción del planeta acaben imponiéndose? ¿Cómo evitar que el propio altermundialismo sucumba a la tentación de la auto referencia, enorgulleciéndose de las conquistas simbólicas ya alcanzadas y olvidándose que falta tanto para transformar en realidad lo que por el momento es apenas posible? (1)
Estas discusiones han madurado en los procesos ligados al Foro Social Mundial nacido en Porto Alegre en enero de 2001. Se trata de instalar en los movimientos sociales y en sus diversas formas de expresión organizativa una nueva cultura política que tiene en su base dos valores primordiales: el pluralismo y la diversidad como valores fundantes de una nueva cultura política. Si bien una de las características básicas de los movimientos sociales es su carácter tópico, su reivindicación específica, el reto consiste precisamente en encontrar, manteniendo la diversidad y el pluralismo, los elementos comunes que permitan la acción unificada de los diversos movimientos. Para avanzar en esta dirección en el interior del proceso del Foro Social Mundial se han hecho diversas aproximaciones metodológicas y políticas que permitan la confluencia entre los distintos, es decir, entre los movimientos feministas, ambientalistas, de economía solidaria, campesinos, indígenas y étnicos, de lucha por los derechos humanos, sindicales, etc.
Las Comisiones de Contenidos y Metodología del Consejo Internacional del FSM propuso y puso en marcha desde el FSM de 2005 en Porto Alegre una labor de aglutinación alrededor de espacios temáticos que se practicó en dicho Foro y luego en 2006 en los Foros realizados en Bamako, Karachi y Caracas. Para el Foro de Nairobi se propusieron 21 ejes temáticos y se preservó el día jueves 24 de enero espacios de confluencia para que las organizaciones y movimientos pudieran encontrarse para presentar y discutir sobre las acciones y campañas que están en marcha alrededor de estos temas. Es aún temprano para evaluar las repercusiones de lo que sucedió en cada uno de dichos espacios. Sin embargo ya hay signos alentadores que caminan en esta dirección.
El primero de ellos que si bien no se realizó exclusivamente en el proceso del Foro si estuvo relacionado con él, lo materializa la creación, después de un largo recorrido, de una Central Sindical Única que fue formalmente presentada en Viena en Octubre pasado. La Confederación Sindical Internacional, CSI, agrupa al movimiento sindical mundial y seguramente contribuirá a generar un polo de acción mundial del sindicalismo en procura de reivindicar el trabajo digno y unas condiciones salariales y laborales mejores, en una época caracterizada por los recortes a las condiciones de vida de los trabajadores en todo el mundo.
Un segundo signo positivo y alentador lo protagonizaron en Nairobi las diversas plataformas y movimientos ligados a la defensa de los derechos humanos. Un proceso largo que se aceleró durante el último año permitió lanzar una Asamblea o “Caucus” único de todas estas plataformas que se construyó en el proceso del FSM. Esta Asamblea de las plataformas adoptó un plan de trabajo en el cual se destaca el trabajo que se iniciará para que los diversos Estados ratifiquen la Convención sobre la desaparición forzada aprobada por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas y con respecto a nuestro país la solicitud para que el Fiscal de la Corte Penal Internacional destaque una comisión que haga seguimiento al proceso del gobierno de Colombia con los grupos paramilitares.
Un tercer acontecimiento esta relacionado con el fortalecimiento de las campañas mundiales alrededor de bienes públicos como el agua o la transformación o radical reforma de los organismos de la arquitectura del poder internacional como el Fondo Monetario Internacional, la Organización de las Naciones Unidas, el Banco Mundial o la Organización Mundial del Comercio, pero también campañas sobre la deuda externa o las diversas campañas y actividades acordadas en los diálogos feministas. Para mencionar como se ha avanzado en diversos temas podríamos señalar como en el año 2001 Riccardo Petrella lanzó un llamado mundial en el I FSM para que el agua --sus fuentes, sus sistemas de abastecimiento-- sea considerada bien común de la humanidad, no privatizable y accesible a todos. Seis años después existe una campaña mundial con cientos de movimientos y organizaciones que trabajan alrededor de estas ideas.
Una movilización mundial el 26 de enero de 2008
El evento mundial del FSM no se realizará en el año 2008, en cambio el Consejo Internacional en su reunión de Nairobi celebrada los días 26 y 27 enero acordó poner en marcha la realización de una jornada mundial de movilización que puede ser antecedida o precedida de actividades locales para el día 26 de enero de 2008 en todos aquellos lugares en que hay comités nacionales, regionales o locales del FSM. El llamado a la movilización es congruente con la idea de que hay que estimular la movilización social para avanzar en la construcción del otro mundo posible. En la reunión se expresó la idea de referenciar la jornada a la hora del cambio social, de la transformación de la realidad económica y política que condena a miles de millones de seres humanos a la pobreza y a la exclusión.
Durante este año se realizarán actividades muy importantes. Con ocasión de la realización de la cumbre del G8 en Alemania se realizarán grandes jornadas de movilización en Berlín los días 2 y 3 de junio, y el día 7 se realizará una cumbre alternativa en la ciudad de Rostock. En este marco se realizará la reunión del Consejo Internacional del FSM que debe dar contenidos más precisos a la movilización de enero de 2008, así como resolver asuntos relacionados con la sede del evento mundial del FSM en el año 2009.
Finalmente, durante los días comprendidos entre el 27 de junio y el 5 de julio se realizará el primer Foro Social Mundial de los Estados Unidos en la ciudad de Atlanta. Este foro tendrá tres énfasis temáticos: la problemática de los migrantes en la sociedad norteamericana, la pobreza y la exclusión en el seno del imperio y las guerras de Afganistán e Irak. También, por supuesto, debería discutirse el tema del Plan Colombia ahora que Uribe y Bush negocian la llamada segunda fase en medio de un fracaso muy grande de la primera en los temas relacionados con la lucha contra el narcotráfico y los cultivos de uso ilícito, y con resultados muy mediocres en la lucha contra la subversión para no hablar de los bajos resultados de la llamada inversión social.
En resumen, estos son los asuntos más relevantes de la marcha del Foro Social Mundial y por supuesto en Colombia deberemos trabajar para ligarnos a las diversas convocatorias.
Bogotá, febrero de 2007
Nota
(1) Martins Antonio: El Futuro del Foro Social Mundial: un nuevo paso adelante. Texto de presentación del libro de Moacir Gadotti “Educar Para Um Outro Mundo Possível”, Editorial Publisher, Sao Paulo, 2007.
Pedro Santana Rodríguez
Presidente de la Corporación Viva la Ciudadanía
Miembro del Consejo Internacional, FSM
El Foro Social Mundial tuvo como sede el centro deportivo de Kasarani al noroeste de la ciudad. La apertura y el cierre del evento se llevaron a cabo en el Parque Uhuru en el centro de Nairobi. En el evento se realizaron cerca de 1200 seminarios, talleres y foros además de 21 sesiones el jueves 24 de enero para buscar la coordinación de campañas y acciones a nivel mundial.
En el Foro se realizaron múltiples actividades tanto culturales como también marchas y una maratón atlética. En los alrededores del estadio hubo muchas exposiciones y representaciones teatrales, de baile, etc.
Como ha sido señalado, la edición Africana del Foro Social Mundial significaba un nuevo reto: tratar de pasar de las discusiones a las acciones globales coordinadas entre organizaciones y movimientos sociales. Al mismo tiempo que la consolidación de los cambios registrados en la nueva cultura política que ha significado el Foro Social Mundial. Es verdad como lo registra un reciente trabajo de Antonio Martins, miembro del secretariado brasilero del Foro Social Mundial que el Foro mismo ha derrotado la hipótesis del “fin de la historia” y ha enarbolado y en cierta forma puesto en marcha una nueva concepción de la emancipación social.
Las rupturas en el proyecto emancipatorio
El Foro ha mostrado que para superar el capitalismo no basta con conquistar los núcleos aparentes de su poder (El Estado y la Fábrica). Es necesario enfrentar sus valores y proponer una nueva lógica social. El movimiento altermundialista presente en el Foro ha cuestionado la mercantilización de la vida y propone como alternativa organizar la producción de riquezas con base en la universalización de los derechos. El Foro se opone a la violencia y propugna por una cultura de paz y no violencia. Propugna por la equidad en las relaciones de género, respeta la diversidad sexual y valora unas relaciones culturales basadas en el afecto y la solidaridad.
Al mismo tiempo propone y defiende un nuevo paradigma civilizatorio en el cual la naturaleza sea vista como vivienda (no como recurso) y el ser humano como habitante (no más como explotador) del planeta. Ante la crisis de los Estados nacionales plantea formas de democracia planetarias y de redistribución de la riqueza a escala mundial. El diálogo cultural es la respuesta al llamado “choque de las civilizaciones”.
Una segunda gran ruptura que menciona Martins tiene que ver con la crisis de la representación política. Esta crisis de la representación tiene que ver con la insuficiencia de los partidos políticos que son organizaciones eficaces para la lucha por el poder o para organizar la movilización política, pero son muy limitadas a la hora de proponer nuevas prácticas y el cambio de valores. Estos cambios se practican más en organizaciones autónomas volcadas hacia las acciones transformadoras. Existen centenas en todos los países. Asumen múltiples formas: un movimiento social que lucha por la tierra, un grupo ambientalista que se moviliza contra la acción devastadora de una transnacional, una red feminista que lucha contra la violencia doméstica, un grupo de jóvenes de la periferia que exige la creación de telecentros o promueve la cultura rap, una asociación de consumidores dispuestos a exigir sus derechos.
Las iniciativas son muy diversas, pero tienen algo en común que es esencial: existen para empoderar, convertir en fuerza social la voluntad de construir por medio de acciones directas nuevas relaciones sociales. Esta cultura naciente tiene alguna identidad con la antigua tradición anarquista porque no transfiere sus esperanzas, energías y responsabilidades hacia la conquista del Estado. Pero, al contrario del anarquismo del siglo XIX, no rechaza las posibilidades de usar las instituciones para construir nuevas relaciones sociales. Porque los derechos necesitan volverse efectivos, pues ciertas leyes inhiben la mercantilización de la vida y el salvajismo capitalista, porque ciertos gobiernos son mucho más sensibles que otros a la acción autónoma de la sociedad.
Una tercera ruptura es aquella que postula que la construcción de una nueva sociedad no puede ser aplazada para el momento de la revolución o de la victoria electoral. Experiencias como la economía solidaria o el software libre demuestran que una lógica social poscapitalista puede y es necesaria que surja, se expanda y se desarrolle, incluso cuando las relaciones sociales hegemónicas son las capitalistas. Las revoluciones sociales entonces no se limitan a la “conquista” del Estado o de la fábrica. Las revoluciones sociales se vuelven plurales, implican grandes cambios que producimos en la vida social en todos sus aspectos. La creación de bienes comunes para toda la humanidad, la desmercantilización y la garantía de acceso de todos a la tierra, al agua, a la salud, a la educación, al trabajo, a Internet, a una renta ciudadana capaz de asegurar una vida digna. La multiplicación de formas de democracia directa y participativa.
Pero al mismo tiempo el Foro Social Mundial en la edición de Nairobi, el séptimo, enfrentaba su mayor reto: ¿Cómo articular las múltiples acciones por un mundo nuevo, de manera que no se pierdan en el aislamiento, que se alimenten las unas a las otras, que se produzca un movimiento planetario? ¿Cómo impedir que las lógicas de la guerra, de la mercantilización, del vaciamiento de la democracia y de la destrucción del planeta acaben imponiéndose? ¿Cómo evitar que el propio altermundialismo sucumba a la tentación de la auto referencia, enorgulleciéndose de las conquistas simbólicas ya alcanzadas y olvidándose que falta tanto para transformar en realidad lo que por el momento es apenas posible? (1)
Estas discusiones han madurado en los procesos ligados al Foro Social Mundial nacido en Porto Alegre en enero de 2001. Se trata de instalar en los movimientos sociales y en sus diversas formas de expresión organizativa una nueva cultura política que tiene en su base dos valores primordiales: el pluralismo y la diversidad como valores fundantes de una nueva cultura política. Si bien una de las características básicas de los movimientos sociales es su carácter tópico, su reivindicación específica, el reto consiste precisamente en encontrar, manteniendo la diversidad y el pluralismo, los elementos comunes que permitan la acción unificada de los diversos movimientos. Para avanzar en esta dirección en el interior del proceso del Foro Social Mundial se han hecho diversas aproximaciones metodológicas y políticas que permitan la confluencia entre los distintos, es decir, entre los movimientos feministas, ambientalistas, de economía solidaria, campesinos, indígenas y étnicos, de lucha por los derechos humanos, sindicales, etc.
Las Comisiones de Contenidos y Metodología del Consejo Internacional del FSM propuso y puso en marcha desde el FSM de 2005 en Porto Alegre una labor de aglutinación alrededor de espacios temáticos que se practicó en dicho Foro y luego en 2006 en los Foros realizados en Bamako, Karachi y Caracas. Para el Foro de Nairobi se propusieron 21 ejes temáticos y se preservó el día jueves 24 de enero espacios de confluencia para que las organizaciones y movimientos pudieran encontrarse para presentar y discutir sobre las acciones y campañas que están en marcha alrededor de estos temas. Es aún temprano para evaluar las repercusiones de lo que sucedió en cada uno de dichos espacios. Sin embargo ya hay signos alentadores que caminan en esta dirección.
El primero de ellos que si bien no se realizó exclusivamente en el proceso del Foro si estuvo relacionado con él, lo materializa la creación, después de un largo recorrido, de una Central Sindical Única que fue formalmente presentada en Viena en Octubre pasado. La Confederación Sindical Internacional, CSI, agrupa al movimiento sindical mundial y seguramente contribuirá a generar un polo de acción mundial del sindicalismo en procura de reivindicar el trabajo digno y unas condiciones salariales y laborales mejores, en una época caracterizada por los recortes a las condiciones de vida de los trabajadores en todo el mundo.
Un segundo signo positivo y alentador lo protagonizaron en Nairobi las diversas plataformas y movimientos ligados a la defensa de los derechos humanos. Un proceso largo que se aceleró durante el último año permitió lanzar una Asamblea o “Caucus” único de todas estas plataformas que se construyó en el proceso del FSM. Esta Asamblea de las plataformas adoptó un plan de trabajo en el cual se destaca el trabajo que se iniciará para que los diversos Estados ratifiquen la Convención sobre la desaparición forzada aprobada por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas y con respecto a nuestro país la solicitud para que el Fiscal de la Corte Penal Internacional destaque una comisión que haga seguimiento al proceso del gobierno de Colombia con los grupos paramilitares.
Un tercer acontecimiento esta relacionado con el fortalecimiento de las campañas mundiales alrededor de bienes públicos como el agua o la transformación o radical reforma de los organismos de la arquitectura del poder internacional como el Fondo Monetario Internacional, la Organización de las Naciones Unidas, el Banco Mundial o la Organización Mundial del Comercio, pero también campañas sobre la deuda externa o las diversas campañas y actividades acordadas en los diálogos feministas. Para mencionar como se ha avanzado en diversos temas podríamos señalar como en el año 2001 Riccardo Petrella lanzó un llamado mundial en el I FSM para que el agua --sus fuentes, sus sistemas de abastecimiento-- sea considerada bien común de la humanidad, no privatizable y accesible a todos. Seis años después existe una campaña mundial con cientos de movimientos y organizaciones que trabajan alrededor de estas ideas.
Una movilización mundial el 26 de enero de 2008
El evento mundial del FSM no se realizará en el año 2008, en cambio el Consejo Internacional en su reunión de Nairobi celebrada los días 26 y 27 enero acordó poner en marcha la realización de una jornada mundial de movilización que puede ser antecedida o precedida de actividades locales para el día 26 de enero de 2008 en todos aquellos lugares en que hay comités nacionales, regionales o locales del FSM. El llamado a la movilización es congruente con la idea de que hay que estimular la movilización social para avanzar en la construcción del otro mundo posible. En la reunión se expresó la idea de referenciar la jornada a la hora del cambio social, de la transformación de la realidad económica y política que condena a miles de millones de seres humanos a la pobreza y a la exclusión.
Durante este año se realizarán actividades muy importantes. Con ocasión de la realización de la cumbre del G8 en Alemania se realizarán grandes jornadas de movilización en Berlín los días 2 y 3 de junio, y el día 7 se realizará una cumbre alternativa en la ciudad de Rostock. En este marco se realizará la reunión del Consejo Internacional del FSM que debe dar contenidos más precisos a la movilización de enero de 2008, así como resolver asuntos relacionados con la sede del evento mundial del FSM en el año 2009.
Finalmente, durante los días comprendidos entre el 27 de junio y el 5 de julio se realizará el primer Foro Social Mundial de los Estados Unidos en la ciudad de Atlanta. Este foro tendrá tres énfasis temáticos: la problemática de los migrantes en la sociedad norteamericana, la pobreza y la exclusión en el seno del imperio y las guerras de Afganistán e Irak. También, por supuesto, debería discutirse el tema del Plan Colombia ahora que Uribe y Bush negocian la llamada segunda fase en medio de un fracaso muy grande de la primera en los temas relacionados con la lucha contra el narcotráfico y los cultivos de uso ilícito, y con resultados muy mediocres en la lucha contra la subversión para no hablar de los bajos resultados de la llamada inversión social.
En resumen, estos son los asuntos más relevantes de la marcha del Foro Social Mundial y por supuesto en Colombia deberemos trabajar para ligarnos a las diversas convocatorias.
Bogotá, febrero de 2007
Nota
(1) Martins Antonio: El Futuro del Foro Social Mundial: un nuevo paso adelante. Texto de presentación del libro de Moacir Gadotti “Educar Para Um Outro Mundo Possível”, Editorial Publisher, Sao Paulo, 2007.
Pedro Santana Rodríguez
Presidente de la Corporación Viva la Ciudadanía
Miembro del Consejo Internacional, FSM
Fuente: Semanario Virtual Caja de Herramientas Nº 47
Corporación Viva
semanariovirtual@viva.org.co
www.vivalaciudadania.org
https://www.alainet.org/pt/node/119086
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