Ore kuña paraguaya, nosotras las nivache, nosotras las jóvenes, nosotras las feministas latinoamericanas, nosotros los hombres feministas, ore campesina, nosotros los jóvenes, nosotras las mujeres políticas, mujeres lesbianas, mujeres de las diversas regiones del país, nosotras cooperativistas, artistas, periodistas, intelectuales, nosotras funcionarias públicas, parlamentarias nacionales y municipales, nosotras, con nuestras múltiples identidades, en los dos días del Primer Encuentro Feminista del Paraguay, realizado en San Bernardino, disfrutamos del simple hecho de encontrarnos, compartimos nuestras penas y alegrías, aprendimos sobre formas desconocidas de placer, protestamos porque no se hizo mucho antes este encuentro y sobre todo abrimos los oídos , la mente y el corazón para comprender lo que dicen, sufren, disfrutan, sueñan las y los demás. Las feministas formamos parte de una corriente política de pensamiento, de una contracultura democrática en la que cabemos todas y todos los que pensamos que debe haber un mundo en el que ser diferente no signifique ser menos, porque exactamente esa es nuestra lucha. No somos mujercitas, porque no creemos en ningún esencialismo de bondad o maldad intrínseca de ningún grupo humano, pero hacemos de la igualdad de las mujeres en la sociedad nuestra lucha principal. Esa igualdad no tiene un único escenario ni hay una única forma de lograrla, cada una y cada uno la va configurando día a día. Los feminismos, los derechos humanos de todas y de todos, la pobreza, la salud sexual y reproductiva, el cooperativismo, el ejercicio del poder, la posición de las mujeres respecto al ALCA, el empoderamiento como una forma de construcción ciudadana de la democracia, han sido, entre otros, los temas eje del Encuentro. Finalmente la calidad, el número y la diversidad de participantes son ahora la clara expresión del interés y el compromiso de una sociedad que mira al Paraguay con otros ojos, con una mirada transformadora, libre de prejuicios, pluralista y decidida a alcanzar una verdadera igualdad, sin exclusiones.