La perturbadora irrealidad del equipo económico

Isaac Alfie: el manual le servirá para poco

09/09/2003
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El país tiene un nuevo ministro de economía, Isaac Alfie, técnico de "manual", al que algunos políticos que han tomando contacto con él, le adjudican la calidad de "endeble", asegurando que no acompañará al presidente Jorge Batlle hasta el final de su mandato. Alfie – según esas opiniones – es un hombre ideológicamente "débil" que, por esa misma razón, tendrá al frente de la economía del país una actuación inalterable, tan mediocre y negativa para los intereses del país, como la mantenida por su antecesor, el político colorado Alejandro Atchugarry, hoy refugiado nuevamente en el Senado de la República. Alfie se limitará a aplicar lo establecido en el "manual" del FMI. ¿Por qué el cambio de hombres? Obviamente los tiempos del diálogo se estaban acabando, se comenzaban a encrespar las aguas en la sociedad donde ya no alcanza, como única válvula de nivelación de tensiones, la emigración. Se incubaba el conflicto en Salud Pública y en el resto de la administración central, mientras que el sistema financiero que solo ha logrado estabilizar el perfil de los depósitos a cortísimo plazo, no puede ocultar más los elementos más peligrosos de una problemática que tarde o temprano le estallará en la cara al gobierno. No hay condiciones financieras, además, para devolver el dinero a los miles de ahorristas que se desesperan sin lograr más que tibias respuesta del sistema político, que contesta al reclamo cada día más duro con normas y reglamentaciones. Ahora, Isaac Alfie, uno de esos monjes grises que pululan desde siempre en el Ministerio de Economía, hombre de funciones ambiguas, generalmente vinculadas a influir para que se cumplan las cartas de intención firmadas con el FMI, logró un ascenso impensado. Es el ministro que deberá lidiar en el marco de la nueva crisis, la que se producirá en el seno de una sociedad que ya no tiene válvulas de escape, porque el volumen de la pobreza sigue ampliándose afectando a cada vez mayores sectores de la población. Alfie, con 43 años, será el encargado de decir que "no", para que el gobierno trepado en esa negación implemente otras medidas destinadas a enrarecer el panorama político, "ensuciando la cancha", que es el escenario que la derecha pretende implantar, creyendo que por ese camino podrá perfilar de la mejor manera a blancos y colorados dentro del marco electoral. Dejamos de lado en la primera parte del análisis al primer ministro de Economía, el que se inició con Batlle. Hablamos de Alberto Bensión, un economista de formación "clásica", enclavado ideológicamente en la década de los sesenta, que tuvo en sus manos el adoptar medidas para quebrar la tendencia recesiva del país y no lo hizo. Se puede afirmar que política económica que implementó, fue en realidad una "antipolítico". Bensión hizo "la plancha", pese a que en su asunción ya se vivía un proceso recesivo y, además, el país contaba con reservas suficientes como para cambiar la tendencia. Sin duda es responsable principal de la profundidad del drama uruguayo, sin olvidar que su gestión fue apoyada en cada coma por la llamada coalición de gobierno blanca-colorada. Recordemos, para ser fieles a la verdad histórica, que cuando editorialistas de algunos perfilados semanarios, actores políticos y economistas de diversos orígenes, señalaban que la dirección impresa por Bensión a su conducción económica, "estaba en el camino correcto", quizás no habían advertido que el país ya estaba en recesión mientras el ministro hacía "la plancha" sin reactivar absolutamente nada pese a que esa altura el país todavía tenía importantes reservas depositadas en las arcas del Banco Central. ¿Ese era el buen camino? Podríamos recordar algunos nombres, quizás olvidemos otros. "Pontífices" de la ciencia económica que no se acordaron – y lo siguen haciendo – que se gobierna para los pueblos, para que estos cada vez vivan mejor logrando que la democracia política se convierte, en base a la igualdad de oportunidades, en una democracia real. No sirven los esquemas prefabricados destinados a favorecer intereses que han planteado una puja por la captación del ingreso que, en todos los casos, se orienta hacia los países centrales. Luego se precipitó la crisis financiera y también aplaudido por muchos (los mismos) analistas, políticos y economistas, utilizó todas las reservas depositadas en el Banco Central para facilitar la masiva huída de capitales, metiendo además su mano en las arcas del Estado para transferir con el mismo fin el dinero que había sido recaudado por la DGI y que se encontraba en la Tesorería de la Nación para cumplir con las erogaciones presupuestales. ¿Cuál fue el camino elegido por Bensión? Por un lado que el país languideciera en un proceso de pérdida de riqueza, de continua recesión anunciado, un día si y otro también, que en "un corto plazo" se produciría el "rebote" de la economía, proceso denominado con ese término basquebolístico, que nunca se produjo. Sin embargo ahora, cuando se produjo un leve repunte producto de procesos coyunturales, los mismos que aplaudieron antes, afirman que el "rebote" ahora está en marcha. Es verdad, hay mejoras en algunas exportaciones, fruto de un evidente atraso cambiario en Argentina y Brasil y, además, a que los precios internacionales de algunos rubros, como la carne y la miel, han mejorado a nivel internacional. Michele Santo que siempre fue de los que sostuvieron lo del "camino correcto", ahora afirma que debemos aprovechar la actual coyuntura favorable en el contexto externo, que mejoró la competitividad, pues "la próxima crisis será mucha más dura", sobre todo "teniendo en cuenta la endebles financiera en la que ha quedado el Estado después de la terrible catástrofe del año 2002" Agrega finalmente que "nadie parece darse cuenta de ello. A no quejarse después". Santo que afirmó que Bensión, también Atchugarry y eventualmente Alfie estaban o están "en el camino correcto", no explica que jugarse todos los boletos al sector externo es el más suicida de los caminos. Sobre ello existe experiencia suficiente en este país además de bibliografía abundante. Estar atados solamente a mercados cambiantes y a competitividades efímeras, (aunque hay que aprovechar esas coyunturas favorables), es obviamente un disparate. Sin afianzar el mercado interno, por más pequeño que este sea, no se logrará nunca poner de nuevo en marcha a este país que sigue paralizado. La capacidad de compra de la gente es lo que le dará a la economía el empuje suficiente para que se reactive y, ante cada crisis, la riqueza no desaparezca. Recordemos que en el 2002 tuvimos un retroceso del PBI calculado en 10 mil millones de dólares. Pero hay otras comprobaciones: los que utilizaron la definición del "camino correcto", siguen en la misma. ¿Cómo es posible tal cerrazón ideológica? Ahora sostienen que no es posible dar un aumento medianamente decoroso a los funcionarios y médicos de Salud Pública, porque si se aflojara la mano, seguramente se detonarían otros reclamos, de los demás sectores sumergidos. Es un argumento tan flojo y elemental que sorprende. La situación social es explosiva, los sueldos que se están pagando en algunos sectores de la administración pública y en empresas de la actividad privada, son absolutamente insuficientes. ¿Cree el editorialista de Búsqueda que los problemas sociales, que han marginado de la sociedad a miles y miles de personas, se resolverán negando justos incrementos a un sector? Pero, además, existe otro dato importante que tiene que ver con la manejada falta de recursos: la mejor propuesta realizada para solucionar el problema en Salud Pública se cubriría con tan solo el 2,7 por mil de lo que el gobierno gastó para aceitar la huída de capitales y dar fluidez, también, a las maniobras delictivas de algunos propietarios de entidades financieras. Fueron dólares 869:141.772, salidos de la caja central del gobierno. El objetivo implícito era "honrar" la huída de los capitales depositados en la banca, a lo que se debe sumar dólares 758:650.000, que llegaron con el mismo fin y en primera instancia desde el Banco Central. Con el 2,7 por mil de ese dinero que era de todos los uruguayos y que es irrecuperable, se podría solucionar el afligente problema de la salud. Con estos datos no pretendemos convencer a ninguno de los que afirmaron lo del "camino correcto", y menos al economista que hemos nombrado. Sin embargo sería bueno que antes de repetir lo establecido en el manual del FMI, se diera una vuelta por alguna zona marginal o, más bien, hablara con el encargado de ventas del negocio que él elija. Así evitaría hacer afirmaciones fácilmente controvertibles, como la expresada por el senador colorado Pablo Millor. Es que país se nutre de paradojas, algunas trágicas y otras jocosas. Por ejemplo que el senador Millor que se encuentra en un país que desde hace muchos gobiernos colorados sigue teniendo el nivel más bajo de inversión privada del continente, comparable solo con la de Haití, sostenga que "si el Dr. Tabaré Vázquez quiere que los capitales vengan, lo primero que tiene que hacer es quedarse callado, pues con lo que dice está corriendo a los inversores", es una de ellas. Queda en manos del lector asignarle la calificación. ¿La pregunta más simple que habría que hacerle al senador es porque hoy sigue sin existir inversión privada en el país? ¿Será porque el gobierno del doctor Jorge Batlle ha tenido un discurso muy fuera de lugar, o porque el país – destrozado su mercado interno – no interesa a nadie? Que falta le hace a algunos darse un baño de realidad.
https://www.alainet.org/pt/node/108390
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