Ser de izquierda (y de derecha)
28/08/2003
- Opinión
"Como derecha se puede considerar a aquellas fuerzas que se ponen al
servicio de los intereses de las personas satisfechas. Los otros,
los que se sienten y actúan desde el punto de vista de los pobres,
de los condenados de la Tierra, son y serán siempre de izquierda".
"En nuestro tiempo, todos los que defendían a los pueblos oprimidos,
los movimientos de liberación, las poblaciones hambrientas del
tercer mundo, eran de izquierda". Aquellos que hablando desde su
propio interés, dicen que no ven porque distribuir un dinero que
sudan para ganar, son y serán de derecha". "Quien cree que las
desigualdades son un fatalismo, que es preciso aceptarlas, y piensa
que desde que el mundo es mundo siempre fue así y no hay nada que
hacer, siempre estuvo y está a la derecha. Así como la izquierda
nunca dejará de ser identificada con los que dicen que los hombres
son iguales, que es preciso levantar lo que está en el suelo, en el
fondo. Creo que esta distinción existe, continúa siendo fundamental,
aún hoy sirve para distinguir los dos lados de la política".
Las palabras del filósofo italiano Norberto Bobbio, en entrevista
con Araújo Neto, publicada en Jornal do Brasil, sirven como una
definición sintética, pero suficiente para caracterizar la derecha y
la izquierda y para establecer su actualidad. La identificación con
los de abajo o con los arriba. Con los países de la periferia o con
los del centro capitalista. Con los insatisfechos o con los
conformistas. La fatalidad de la desigualdad o la rebeldía contra
ella. La naturalización de la pobreza o a lucha incesante por la
justicia. Privilegio de lo financiero o de lo social.
Universalización de los derechos o solo concesión de oportunidades.
Intereses públicos o del mercado. Solidaridad o complicidad con el
mercado. Humanismo o un mundo en que todo se compra, todo se vende.
Multilateralismo o unilateralismo. Soluciones de fuerza o
negociaciones políticas. Davos o Porto Alegre.
Como resulta ruin ser de derecha –estar del lado de Bush, por
ejemplo -, los que son de derecha, sin dejar de serlo, o dicen que
ya no hay derecha e izquierda o que ahora son de centro. Quien es
de izquierda se asume como de izquierda, se inscribe en una larga
tradición de luchas por la igualdad, por la justicia, por el
reconocimiento de la diferencia, por el combate permanente por una
sociedad más justa y más humana y se enorgullece de eso.
Hoy en Brasil, por ejemplo, ser de izquierda es dar un combate
frontal y sin tregua por lo menos a dos de las peores herencias del
gobierno (de derecha) de Fernando Henrique Cardoso: La hegemonía del
capital especulativo y la precarización del mundo del trabajo. Es
de izquierda quien se opone al capital especulativo, quien lucha por
los derechos del mundo del trabajo, por la distribución de la renta,
por la universalización de los derechos. De derecha es quien
defiende los intereses del capital financiero, que privilegia los
principios del mercado en detrimento de los derechos de la gran masa
de población que vive de su trabajo.
Izquierda y derecha existen, ahora más que nunca, en un mundo
polarizado entre riqueza y miseria, entre belicistas y pacifistas,
entre consumistas y humanistas. Escojan su lado y luchen por él,
sin esconder sus valores. (Traducción de ALAI)
https://www.alainet.org/pt/node/108282
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