Las 2000 razones de las mujeres
28/08/2000
- Opinión
La Marcha Mundial de las Mujeres en el año 2000 está suscitando una
movilización sin precedentes, que involucra acciones locales e
internacionales, tendientes a poner sobre el tapete múltiples propuestas
de solución a la pobreza y a la violencia que afectan a las mujeres.
157 países y territorios han suscrito acciones para esta movilización,
que culminará el 17 de octubre en Nueva York, con la entrega de dichas
propuestas, endosadas por más de un millón de firmas de respaldo, al
Secretario General de la ONU, Kofi Annan, y que estará precedida de una
entrevista en Washington con el Director General del Fondo Monetario
Internacional, Horst Kholer, a quien encaminarán iniciativas sobre cómo
poner fin a los programas de ajuste estructural; anular la deuda de los
países del Tercer Mundo; adoptar medidas redistributivas como el impuesto
Tobin y la inversión del 0,7% del Producto Nacional Bruto de los países
ricos en ayuda a aquellos en vías de desarrollo; el rechazo al Proyecto
de Acuerdo Multilateral de Inversiones; el fin de las compresiones y
recortes a los presupuestos sociales y los servicios públicos, entre
otras.
Simultáneamente, y en el transcurso del mes de septiembre, se
desarrollarán en el mundo entero marchas, paneles, intervenciones en los
medios de comunicación, actividades culturales, y muchas iniciativas más,
que levantarán propuestas propias a cada contexto, muchas de ellas
dirigidas a organismos internacionales y al sector financiero.
En Latinoamérica y el Caribe, cuyos países se han adherido
mayoritariamente a la Marcha, las centroamericanas se dirigirán al Banco
Centroamericano de Integración Económica en Honduras; marcharán las
salvadoreñas, las peruanas, las martiniquesas, las bolivianas, las
haitianas, las mexicanas, éstas últimas con una marcha de relevos que
partirá de Chiapas y de otros puntos para concentrarse en Dallas (EE.UU)
y de allí dirigirse a Nueva York. En otros países, como en Ecuador, se
celebrarán seminarios, paneles y consultas. Las brasileñas, además de
marchar en diversos Estados y hacia Brasilia, participarán en el
Plebiscito Popular sobre la deuda externa, organizando mesas de votación
en los comités de la marcha.
También están invitadas a participar en las acciones del 17 de octubre
las mujeres no organizadas, desde sus casas, lugares de trabajo, o
cualquier lugar en el que se encuentren, expresando a través de símbolos,
paros de trabajo, canciones y otros, su adhesión a los planteamientos de
la Marcha. "Las mujeres del mundo, donde quiera que se encuentren,
celebrarán la solidaridad feminista y los logros alcanzados y, a la vez,
reiterarán su determinación para continuar la lucha para hacer avanzar
reivindicaciones nacionales e internacionales", señala el Cuaderno de
viaje de la Marcha.
Las razones y propuestas
Partiendo de la propuesta madre: eliminar la pobreza y la violencia, se
han formulado amplios marcos reivindicativos, tales como el llamado a la
obligación de los Estados a implementar políticas, programas, planes de
acción y proyectos nacionales de lucha contra la pobreza, incluyendo
medidas específicas para eliminar la pobreza entre las mujeres y asegurar
su autonomía económica y social, por medio del ejercicio de su derecho a:
la educación; el trabajo; la equidad salarial; la sindicalización; el
acceso a la vivienda, la tierra y los recursos naturales; la salud y
protección social; la cultura; la ciudadanía plena y entera, en suma
todos los derechos.
En el ámbito de la gestión de lo mundial, la Marcha propone la
visulaización de "una organización política mundial, no monolítica,
dotada de autoridad sobre la economía, con una representatividad
equitativa y democrática entre todos los países de la tierra (para
asegurar la paridad entre países pobres y ricos) y con una
representatividad paritaria entre las mujeres y los hombres". Esta
organización, señalan, deberá tener un poder verdadero para decidir y
actuar con el fin de implementar un sistema económico mundial justo,
participativo y solidario.
Entre los aspectos relevantes en lo relativo a la eliminación de la
violencia se destacan: el respeto irrestricto de los derechos humanos de
las mujeres por parte de todos los países, derechos que no pueden
restringirse pretextando costumbres, religión, prácticas culturales o
vernaculares; la implementación de planes de acción, programas y
proyectos eficientes, con recursos financieros y medidas adecuadas, para
poner fin a las violencias hacia las mujeres; el derecho de las mujeres a
disponer de su vida, de sus cuerpos, fertilidad y decidir sobre su
orientación sexual.
A escala internacional proponen la ratificación y vigencia de múltiples
Convenios, tratados, acuerdos y de los propios instrumentos de derechos
humanos, cuya aplicación tiene que ver con el desarme; el cese de
intervenciones, agresiones, bloqueos u ocupaciones militares, entre cuyos
aspectos humanos se señala el derecho al refugio y al retorno. En fin,
la Marcha de Mujeres del 2000 apela a que todas las medidas sean tomadas
para garantizar la justicia para las mujeres y la paz en el mundo y en la
casa.
https://www.alainet.org/pt/node/104852
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