“Huelga representar un punto de inflexión en las luchas sociales en Paraguay”

25/03/2014
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Julio López durante un panel en Trabajo Social UNA

  
Julio López, un trabajador del sector público, presidente de la Confederación de la Clase Trabajadora[1], caracteriza en esta entrevista, cuál es el escenario que sienta las bases para una huelga general en Paraguay, manifestación viva de las fuerzas sociales de un país, que luego de 18 años, reunifica sus filas sindicales, obreras y populares para resistir los embates del anacrónico neoliberalismo que plantea el presidente Horacio Cartes[2] y que está haciendo ver al gobierno que no tomará solo las decisiones que afectan a su pueblo. Al decir del dirigente, la huelga general anunciada para el 26 de marzo próximo representa un punto de inflexión en los procesos de las luchas sociales en Paraguay.
 
¿Cuál es el contexto en el que se plantea la huelga general en Paraguay?
 
La huelga general se organiza en el contexto de la profundización de las políticas neoliberales de este gobierno, que apuntan a la precarización laboral, a la flexibilización (del cumplimiento de los derechos de los trabajadores por parte de la patronal), las medidas de carácter estructural, que ponen en peligro no solo a la clase trabajadora sino que el patrimonio nacional y hasta la soberanía. También se da en un contexto de criminalización de las luchas sociales. El actual gobierno ha dado una vuelta al torniquete de las medidas represivas, orientadas a coartar la libertad de expresión, de organización, de movilización y de libertad sindical.
 
¿Hay ejemplos que ilustren esa criminalización a las luchas sociales?
 
Sí. Esta se evidencia en los más de 1.800 campesinos imputados, sobre los cuales pesa el peligro de ser apresados por el solo hecho de plantear una movilización pública y pueden puestos a disposición de la justicia porque tienen una imputación. Se demuestra en la persecución sindical. En nuestro país la libertad no existe. En el sector privado fundamentalmente, los trabajadores pronuncian la palabra sindicato y pueden ser despedidos. También existen imputaciones a estos dirigentes. El nuevo Ministerio de Trabajo, recientemente creado, es un cascarón. No tiene rubros, no tiene ministro, por ende no funciona sino con la sola orientación de trabar todo proceso de reconocimiento legal de las organizaciones sindicales. Por otro lado, hay una actitud de intransigencia y soberbia del gobierno, que desconoce la representatividad de los actores sociales, de los sindicatos, de los movimientos campesinos, barriales. Los desconoce directamente y se limita a conversar sólo con los sectores que detentan el poder. Un ejemplo es que cada una de las centrales habíamos planteado al presidente discutir los problemas que atañen al sector y nunca tuvimos una respuesta. Solemos decir en serio y en broma, que este presidente tiene el mérito de haber unificado las fuerzas del movimiento sindical que estaba bastante atomizado.
 
 Este presidente tiene el mérito de haber unificado las fuerzas del movimiento sindical, que estaba bastante atomizado. En torno a la huelga general se han unificado hasta ahora siete centrales sindicales. Esto experimenta un proceso casi sin precedentes en décadas y viene a representar el espacio canalizador de las demandas de la ciudadanía y las ansias unitarias del movimiento sindical.
 
¿Cuáles son las reivindicaciones que promueve?
 
Son cuatro ejes primordiales. Uno de ellos es el reajuste salarial del 25%; la reducción del pasaje del transporte a G 2.000; el cese a la persecución sindical y el goce pleno de la libertad sindical y en contra de la Ley de la Alianza Público-Privada, que es la que plantea, desde la óptica de los sectores populares, la entrega de los intereses de la Nación, expresado fundamentalmente en las empresas públicas, al capital pública al extranjero.
 
¿Qué representa la huelga para el movimiento sindical y organizaciones sociales en Paraguay?
 
Es un hecho político representativo si tenemos en cuenta que se realiza después de 18 años. Representa un espacio canalizador de las inquietudes, no solo del movimiento sindical, sino también del movimiento campesino, de todos los demás sectores que venimos sufriendo las consecuencias de estos planes económicos y políticos nefastos, que en la última etapa se intensificaron. También creemos que la huelga del 26 de marzo va a representar un punto de inflexión en los procesos de luchas sociales en nuestro país. Así como caracterizamos, creemos que será un éxito y potenciará la recuperación del movimiento sindical y popular. Va a mejorar la correlación de fuerzas con el gobierno y va a otorgar no solo la posibilidad de resistir los planes que se están aplicando a través de este gobierno, sino vamos a estar incluso en condiciones de derrotar esos planes.
 
¿Cómo ve las advertencias del gobierno sobre posibles disturbios y participación de supuestos infiltrados que harían peligrosa la jornada de reivindicaciones?
 
Vemos como una medida que refleja la impotencia e incapacidad del gobierno de enfrentar de manera responsable lo que significa el hecho político de una huelga general, que la actitud de soberbia y de prepotencia de desconocer a los sectores sociales como componentes esenciales para sostener una política seria, apunta exclusivamente a desprestigiar la ya desprestigiada imagen del gobierno. La opinión pública se da cuenta que estas maniobras e invenciones de supuestos intentos de violentar para desestabilizar al gobierno son totalmente absurdas, sin asidero y absolutamente irresponsables. Creemos que la propia ciudadanía está sacando sus conclusiones al respecto.
 
    La Plenaria de Centrales obreras envió un telegrama colacionado, publicado en los medios masivos locales, intimando al gobierno, a través de sus principales exponentes como son el ministro del Interior, el encargado de despacho del Ministerio del Trabajo, a la presidenta del Partido Colorado (ANR), partido de gobierno, que están hablando de que tienen informaciones que personas van a querer violentar la jornada de lucha. Le colacionamos y le exigimos para que, en el término de 24 horas, denuncien con nombre y apellido de dónde provendría la violencia y quiénes son los violentos, porque de lo contrario les responsabilizamos de ser encubridores de esa violencia.
 
¿Qué le diría a la ciudadanía que está escéptica o indecisa sobre sumarse o no a la huelga?
 
Le diría que la huelga debe ser apoyada por todo el pueblo paraguayo porque expresa reivindicaciones y demandas históricas y actuales del pueblo paraguayo y no solamente plantea la defensa de la clase trabajadora, sino que también plantea la defensa del patrimonio público, de la soberanía nacional y por estas vías, plantea la posibilidad de discusión de un proyecto económico incluyente, en donde se contemplen los intereses de los sectores desprotegidos de nuestra sociedad. En este sentido, creemos que se ha convertido en una causa nacional y les aseguramos que la huelga general está concebida en el marco de una orientación absolutamente pacífica.
 
Si bien no está contemplada entre las reivindicaciones iniciales que planteó la Plenaria de Centrales, el caso Curuguaty, emblemático ya por los vicios del proceso, que tiene preso a los compañeros campesinos y llevando una huelga de hambre de más de 35 días, ¿está incluido tácitamente entre los reclamos de la huelga?
 
Los cuatro puntos iniciales son en realidad demandas referenciales, porque se fueron agregando más reclamos, de los compañeros del sector de transporte, del sector docente, de los estudiantes y el caso Curuguaty, emblemático, muy sentido por la clase trabajadora forma parte y es una de las reivindicaciones principales con las que se va a iniciar la jornada de huelga del 26 de marzo. El Festival Popular [3] tiene como lema fundamental la exigencia de libertad a los compañeros de Curuguaty, que están en huelga de hambre, que son inocentes y que están injustamente detenidos y están por ser juzgados por un sistema judicial absolutamente viciado.
 
Notas
 
[1] La Confederación de la Clase Trabajadora (CCT) es una organización fundada el 20 de noviembre de 2010, que nuclea a 30 sindicatos, principalmente del sector público y que emerge con el principal objetivo de reactivar el sindicalismo, luego de la gran crisis que significó en el ‘97, el quiebre del Banco Nacional de Trabajadores, conocido como el vaciamiento del BNT y que involucró a algunos referentes de la conducción de varias centrales sindicales tradicionales, en ese entonces miembros del Directorio del extinto banco.
 
[2] Gobierno de Horacio Cartes, electo en abril del año 2013.
 
[3] Festival Popular por #VamosALaHuelgaGeneral es una fiesta artística convocada en la emblemática Plaza de la Democracia para el 25 de marzo, donde referentes de la música, la literatura, el teatro y otros darán su respaldo a la medida de fuerza que intenta ser desacreditada y declarada ilegal por el gobierno paraguayo. El evento convocará a renombrados artistas como Ricardo Flecha, Rolando Chaparro, Los Corales, Alberto Rodas y otros y se plantea como la vigilia a la huelga.
 
Noelia Adriana Ferreira
Secretaria de Prensa y Educación del Sindicato de Periodistas del Paraguay (SPP)
Nota preparada para el Boletín Latinoamericano de Comunicación de Colectivos Culturales de América Latina.
 
 
https://www.alainet.org/fr/node/84299
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