2014 un año decisivo para el futuro de la Humanidad
Gobierno mundial democrático o tiránico. Este es el dilema
20/01/2014
- Opinión
Mañana 22 de Enero se abren las sesiones del Foro Económico Mundial de Davos centrado en “la remodelación del mundo”, como titulaba su artículo de presentación Klaus Schwab su Director Ejecutivo en 2014. Artículo publicado en los principales diarios del mundo el sábado 18 de enero.
Parte su argumentario de la crítica a las instituciones de gobierno mundiales que no han sabido dar respuesta a los retos que enfrenta la Humanidad en este inicio del S. XXI. No tiene reparos en utilizar las críticas y manifestaciones protagonizadas por asociaciones y ONGs de ciudadanía de ámbitos territoriales diversos, los altermundialistas (que no “antiglobalización” como interesadamente repite) que creemos que otro mundo de dignidad para el ser humano es no sólo posible sino imprescindible y urgente. Los que terminamos confluyendo mayoritariamente en el Foro Social Mundial. No tiene reparos en robarnos el discurso para utilizarlo en el logro de esta nueva fase de la estrategia de las élites internacionales causantes de tanto dolor, sufrimiento y muerte. Los responsables que amenazan la Vida en el planeta y, con ella, la propia supervivencia de la Humanidad.
La autocrítica de haberse centrado en la crisis financiera, la transición árabe y la amenaza de ruptura del euro; de la indecisión y desunión de los líderes mundiales, y haber obviado la imprescindible construcción de las instituciones de gobierno mundial no es más que el justificante para reclamar el apoyo y el consenso en torno a la construcción de un Gobierno mundial tiránico, ilegítimo y opaco que termine de dar la puntilla a la democracia en el mundo, entendida como el gobierno de la mayoría en beneficio de la mayoría y en defensa del Bien Común y el interés general de la Humanidad.
La desigualdad y polarización social mundial abominable jamás alcanzada antes en la historia de la Humanidad, 85 personas poseen lo que la mitad de toda la Humanidad como pone de manifiesto el Informe de Intermon Oxfam, tan sólo se ha paliado en los países que como China, Brasil, Venezuela, Colombia y Ecuador se han enfrentado abiertamente aplicando medidas contrarias a las exigidas por las grandes corporaciones internacionales defendidas desde el Foro de Davos y el Club Bilderberg. Y esta desigualdad, el problema económico fundamental de nuestro tiempo, tan sólo se puede vencer rompiendo las normas de distribución consustanciales al propio sistema capitalista al que intentan mantener a toda costa a pesar de su actual agonía.
La emisión de gases invernaderos ha traspasado el pasado mayo de 2013 las 400 partículas por millón (ppm) en el aíre que respiramos, niveles que duplican los valores normales de nuestra Madre común Gaía, consecuencia del boicot de las grandes corporaciones transnacionales y la lógica de mercantilización de la naturaleza consustancial al propio sistema capitalista.
Las 2.170 personas en el mundo, a las que denomina “mercados financieros mundiales”, responsables directos de todas las calamidades que padece actualmente la Vida, las que controlan a las 43.070 Corporaciones Transnacionales, las instituciones de gobierno mundial, así como el propio Foro de Davos, son los que quieren constituir un Gobierno tiránico, despótico y opaco en el mundo al estilo del construido en la Unión Europea, que bloquee desde arriba cualquier atisbo de una verdadera democracia. Van por la Democracia, como denuncia Susan George en su último libro Informe Lugano II, y no es posible compaginar sus intereses privados con el Bien Común y el interés General de la Humanidad.
El desarrollo de las fuerzas productivas, expoleadas por la revolución tecnológica del microchip que vivimos, han hecho estallar la contradicción con las actuales relaciones de producción del sistema capitalista, que se han convertido inevitablemente en freno y lastre para el despliegue completo de la creatividad humana, requiriendo urgentemente su superación. Esta es la exigencia de la juventud mundial de Democracia real en todos los ámbitos de la vida, y antes que en otros en el propio seno de las empresas.
Efectivamente, como dice Klaus Schwab, los lugares en que puede saltar la chispa son muchos y seguramente van a ser más. La necesidad de que la ciudadanía mundial (él habla de los “dirigentes mundiales”) “reevalúe de arriba abajo cómo están moviéndose las placas tectónicas mundiales para predecir los terremotos que sabemos que se avecinan” es imprescindible. Porque como él dice las medidas que se terminen adoptando “repercutirán en el estado del mundo no solo en 2014, no solo durante los próximos diez años, sino en nuestro futuro colectivo a largo plazo.” 2014 es un año decisivo para el futuro de la Humanidad.
En este comienzo de 2014 la Hegemonía y el Poder de la élite mundial está en extremo débil.
El poder de subyugación ideológica en torno a la democracia liberal y al pensamiento económico neoliberal está destrozado. Las denuncias de Wikileaks y Snowden no han hecho sino reforzar las evidencias y la conciencia generalizada de fracaso profundo de esta democracia de fachada que nos quieren imponer, y de esta política económica en beneficio exclusivo de las élites financieras y especulativas mundiales, del 0,1% frente al 99,9% de la Humanidad. Ni siquiera Obama y el control de los medios de difusión mayoritarios tienen la mínima credibilidad para frenar el desprestigio general del sistema.
El poder militar, los aparatos de coerción del sistema, están muy limitados y han demostrado su falta de eficacia en Afganistán, Irak, Libia, Irán, Mar de China, etc. Pero su utilización hasta el límite, ya que a medida que los aparatos de subyugación ideológica dejan de funcionar se exige cada vez más a estos, exacerban los gastos y la necesidad de financiación. Las contradicciones del final de todos los imperios que han sido.
El poder financiero basado en el dólar como moneda de intercambio mundial y la capacidad de emitir billetes sin límites ha caído en cuanto que China acompañado del resto de los BRICS han dejado de usarlo en sus intercambios comerciales.
En 2014 asistimos al fin de un tiempo y al nacimiento de una nueva era. El sistema capitalista, que murió como tal ya en la década de los setenta del S. XX, y que se ha mantenido hasta hoy como un zombi por la manipulación y actos terroristas de los planificadores de la seguridad del sistema desde círculos de Poder ocultos a la ciudadanía, intenta una vez más preservar el Poder de su oligarquía retrotrayéndonos a una nueva barbarie del medievo.
En la historia de la Humanidad no hay vuelta atrás. La única salida viable es avanzar, globalizar la dignidad humana. Devolver el equilibrio roto por la globalización económica neoliberal, globalizando los aspectos sociales y políticos constreñidos actualmente a los Estados-nación y destrozados por el omnímodo poder económico. Y este equilibrio tan sólo es posible haciendo surgir el nuevo Poder soberano de la ciudadanía universal. Es necesario iniciar un proceso constituyente mundial que lo alumbre. El dilema al que nos enfrentamos es: Gobierno mundial democrático, legítimo y transparente, o bien, un gobierno mundial tiránico, ilegítimo y opaco que es el que nos quieren vender desde Davos en este comienzo de 2014.
Es un sueño, es una utopía. ¡¡Pues claro!! Igual que la de las ocho horas diarias de trabajo, que la sanidad y la educación pública, que el sistema público de pensiones, y tantas otras utopías que se convirtieron en realidad al convertirse en un sueño compartido por las inmensas mayorías sociales.
De la misma forma que la I Guerra Mundial remodeló el mapa de Europa y el mundo en tan sólo cuatro años, y la II Guerra Mundial alumbró el Estado del Bienestar en Europa, en 2014 comienza el breve periodo de tiempo que alumbrará el Estado del Bienestar implantado en todo el mundo. Este es el sueño que tenemos que compartir hoy para convertirlo en realidad. El sueño que abre la verdadera Historia de la Humanidad.
Cádiz, a 21 de Enero de 2014
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