Primer Informe
01/09/2013
- Opinión
Gran sorpresa fue para muchos que el Primer Informe de Gobierno de Enrique Peña Nieto vaya a darse en Los Pinos. Para algunos comentaristas, se trataría de blindar el acto debido a la actual movilización de los profesores de la CNTE. Aunque tiempo atrás se hablaba que no sería en el recinto de la Cámara de Diputados, donde es natural que se efectúe.
Sabemos, claro, que Vicente Fox y Felipe Calderón tuvieron problemas para acceder a San Lázaro. Más el segundo que tomó posesión en dicho inmueble pero después jamás pisó un terreno donde los legisladores, poder soberano, deberían analizar lo realizado por el Ejecutivo, dar sus opiniones y exigir, si fuera el caso, lo que no se hizo.
En nueve meses de gobierno peñista, la situación se ha tornada nada favorable para el político que llegó con muchos ímpetus, traía apoyos múltiples y hasta de opositores en su cartera y prometió una transformación radical del país.
Actualmente, la economía está en picada, la inseguridad no ha bajado no obstante lo que diga el contradictorio secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, los empresarios internacionales ven con dudas una serie de cuestiones que esperaban para entrar en el país y la sociedad está convulsionada por asuntos de difícil resolución.
Por si algo faltara, la situación del equipo de gobierno enriquista no es de lo más conveniente. Lo resumió bien el senador Alejandro Encinas, quien señaló que “la falta de oficio político de quienes están en el gobierno, la mala operación política de parte de Presidencia y la carencia de un liderazgo fuerte dentro del PRI provocaron que el país se convirtiera en un polvorín” (Proceso, 1921).
Y seguramente algunos dirán: es normal que un perredista vea las cosas de ésa manera. Pero ya no resulta tan lógico que el premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, venga a nuestro país invitado por una financiera y afirme que se deben combatir los monopolios, es indispensable revisar las leyes secundarias en cuanto a petróleo con el objeto que no sean únicamente favorables a los empresarios sino también al pueblo, que la renta petrolera se invierta en gran medida para la educación y que los impuestos vayan a las empresas grandes y no a la población (Sin Embargo, 27 de agosto). O sea, un catálogo de lo que no prevé el actual gobierno.
Para seguir con las malas, sabemos: antes de que siquiera se ponga a discusión la reforma fiscal los capitales se han fugado de manera alarmante y las empresas que supuestamente deben contribuir con recursos para llevar a cabo los proyectos ambiciosos han caído en la Bolsa Mexicana de Valores. Son los casos de Bimbo que descendió 10 puntos, Arca casi seis y FEMSA que bajó casi cuatro puntos (El Financiero, ídem).
Incluso el Consejo Coordinador Empresarial llamó a que el gobierno lleve a cabo un plan emergente, sobre todo de inversiones, ya que de no hacerlo únicamente se crearían 250 mil empleos este año, una cifra de espanto, menor a la de 2009, año que fue bajísimo en ese rubro.
Por cierto, nadie sabe qué ocurrió con la promesa del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios (CMHN), encabezado por Claudio X. González, quien dijo invertirían en el sexenio más de 24 mil millones de dólares, lo que no se nota por ningún lado.
Lo que sí es evidente es el conflicto magisterial, iniciado el 19 de mayo de este año, que lejos de irse moderando ha escalado gravemente. Y ante el cual hay versiones contradictorias en el gobierno ya que unos insisten en sacar adelante la Ley del Servicio Docente, una de las tres que ha causado molestias, en tanto que otros tratan de apagar los fuegos que se han encendido en muchas partes.
Y es que con el SNTE ya no se puede contar, pues Juan Díaz de la Torre, empleado de Elba Esther de toda la vida, no maneja las cosas con eficacia y finura. Más bien lo hace con torpeza, pues hace días la sección de Chiapas, tierra de la exprofesora milagrosa, pasó a manos de los disidentes, o sea, decenas de miles tomaron otro rumbo político.
Recientemente, Cuauhtémoc Cárdenas, el cual había propuesto un referéndum acerca del petróleo en 2015, algo que parecía lejano pero era una bomba de tiempo que molestaba a los inversionistas extranjeros, al decir de Jorge G. Castañeda (Reforma, 22 de agosto), no sabemos por qué radicalizó su discurso y señaló que era necesario salir a las calles a protestar contra la privatización del oro negro.
Así pues, aumentan los problemas.
Otras cuestiones importantes son: la subida constante del dólar y la falta de capitales reales que lleguen a estimular una economía que seguramente no crecerá ni siquiera al uno por ciento.
¿Qué hará Peña Nieto ante está complicada situación? Algunos le insisten que se debe jugar el todo por el todo sacando las reformas pendientes (educativa, energética y fiscal). Pero ya sabemos que la apuesta mayor llevaría, si no sale la jugada, a una pérdida que marcaría los siguientes cinco años.
Hamlet será un referente en los próximos días en Los Pinos.
Jorge Meléndez Preciado
Twitter: @jamelendez44
Fuente: Forum en línea
https://www.alainet.org/fr/node/78901
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