Otro paso para fortalecer la lucha por la Soberanía Alimentaria
05/08/2013
- Opinión
Luego de un proceso de casi una década de discusión y construcción llegamos a la I Asamblea Continental de la Alianza por la Soberanía Alimentaria de los Pueblos de América Latina y el Caribe, instancia desde la que esperamos lograr mayor coordinación de luchas y acciones en torno a la construcción de la Soberanía Alimentaria como un eje estratégico, imprescindible para fortalecer el proceso de integración Latinoamericana con carácter popular, con Soberanía popular y democracias fortalecidas ante las arremetidas de las transnacionales y el imperio.
El contexto, requiere de máximos esfuerzos de articulación y unidad del campo popular, las crisis, sobre todo la crisis alimentaria y la ambiental están estrechamente ligadas al modelo de la agricultura Industrial y de los agronegocios.
Este modelo presenta las consecuencias de la ofensiva del capital financiero y las transnacionales en la agricultura que tuvo comienzo en la pos guerra con la Revolución Verde, pretexto para lograr que las transnacionales bélicas que fabricaron armamentos, maquinarias y químicos puedan obtener mercados en el mundo agrícola. Desde ese momento vemos el desenlace de diversos mecanismos de destrucción de sistemas locales de producción de alimentos, de desplazamientos de millones de campesinos y campesinas, de mercantilización de la tierra, los bienes naturales y los alimentos. La globalización y la consecuente hegemonía del capital financiero aceleró este proceso, surgieron tecnologías funcionales a las transnacionales como las semillas transgénicas y resistentes a agrotóxicos. Por primera vez en la historia de la humanidad llegamos a tener mayor población urbana que rural, muchas ferias y mercados locales fueron reemplazados por hipermercados, y los comoditties subordinando territorios nacionales a las transnacionales, los alimentos cotizando en bolsa y sus precios en un aumento sostenido por la presión de los fondos especulativos. El mercado global de alimentos en manos de un puñado de corporaciones que dominan todos los eslabones de la misma.
En la cumbre mundial de la Alimentación de 1996 , la cifra de 800 millones de hambrientos resultó un escándalo, sin embargo, el lobby empresario, instaló la idea de que el problema era falta de tecnología, proponiendo multiplicar las acciones de promoción y desarrollo de la Agricultura Industrial y su paquete destructor. En cuanto a la urgencia del hambre, esta tendencia de lucro por encima de la vida, propone alcanzar la Seguridad Alimentaria, es decir, terminar con el hambre por medio de donaciones caritativas de alimentos desde los países ricos a los subdesarrollados.
En ese momento, en la misma Cumbre se alzó la voz de La Vía Campesina Internacional.
En completo desacuerdo con estas “propuestas de la FAO”. Los pueblos tienen el derecho de producir sus propios alimentos, las campesinas y campesinos han alimentado a la humanidad durante 10 mil años, y aun hoy con tan solo 1/3 de la tierra, alimentamos al 75% de la población mundial, difícil que exista justicia y democracia en pueblos que no tienen autonomía alimentaria. Allí surgió la propuesta de la Soberanía Alimentaria, como respuesta a las evidentes mentiras del capital. La Soberanía Alimentaria, es un plateo político, que considera que los pueblos tienen derecho a producir y consumir sus propios alimentos. Para ello la tierra debe estar en función del bien común, es un bien social y son campesinos, campesinas, pueblos originarios, trabajadores quienes pueden garantizarlo.
La crisis ambiental, también está directamente relacionada al modelo agropecuario, casi el 50% de las emisiones de gases con efecto invernadero provienen de la cadena agroindustrial, por el enorme consumo de combustibles fósiles, agrotóxicos y fertilizantes, y plásticos para el packing. Por eso sostenemos que la Agricultura campesina Enfría en planeta. Nos encontramos en un momento más que interesante en América Latina, con un proyecto de integración , de construcción de la patria grande, bajo principios antimperialistas, anticolonialista, con horizonte al socialismo, que se enfrenta en una disputa sin cuartel con proyecto del imperialismo yanqui, del capital reinando con su lógica egoísta y donde todo tiene su precio.
En ese marco entendemos que la Soberanía Alimentaria es una piedra fundamental del proyecto popular. Y entonces la disputa de Agricultura campesina vs Agricultura Industrial - Agronegocios hace parte de las contradicciones fundamentales.
En el continente, se ha agudizado el acaparamiento de Tierras, los desalojos y asesinatos de dirigentes campesinos, indígenas, millones de hectáreas de bosques y selvas son destruidas, aguas contaminadas, pueblos enteros fumigados. Empiezan a morir las abejas... y como dijera Albert Einstein, «Cuando se muera la última abeja, cuatro años después, desaparecerá la especie humana».
Según la FAO 1000 millones de hambrientos aproximadamente hay en el mundo hoy, sumando a 500 millones de obesos, esto se acompaña también según la FAO, con que más del 40% de los alimentos de la cadena agroalimentaria industrial se desperdician por descomposición.
La soberanía Alimentaria es una propuesta política, económica social y cultural, que solo puede ser alcanzada en el marco del avance del proyecto popular.
Así, esperamos que la Alianza por la Soberanía Alimentaria, permita darle mayor vitalidad a la confluencia de distintos procesos de articulación y lucha, Amigos de la Tierra, El Consejo de Tratados de Pueblos Indios, MAELA, COPROFAM, son algunas de las redes que forman parte de esta iniciativa junto a la CLOC Vía Campesina.
El año 2014 ha sido declarado el año mundial de la Agricultura Familiar, y será muy importante dar la lucha ideológica en cuanto a los conceptos y significancias. Para algunos agricultura familiar se refiere a agronegocios de pequeña escala y “dirigidos” por miembros de una familia. Para nosotros no, por eso insistimos con el término Campesino, que hace referencia a una forma de vida, que tiene una memoria histórica, en la cual predomina el espíritu del bien común, el trabajo digno como un valor fundamental para el desarrollo de los pueblos, con una fuerte relación con los mercados locales y una práctica productiva basada en la armonía con la naturaleza. Sintiendo a la Tierra como nuestra madre, por eso los campesinos y campesinas vivimos en la tierra, trabajamos, producimos alimentos sanos y diversos, hacemos nuestros hijos, festejamos y morimos en la tierra.
Por eso hablamos de una propuesta clara: Agricultura campesina, con base agroecológica y hacia la Soberanía Alimentaria.
Claro que consideramos aliados a todas y todos aquellos que se identifican con este modelo pero lo denominan agricultura familiar, como con los pastores, los pescadores artesanales, los indígenas.
En estos últimos tiempos la FAO está cambiando el rumbo, muy a pesar de su burocracia, ya ha reconocido que para revertir el hambre es necesario fortalecer la agricultura familiar, aprobó en conjunto con el CSA las directrices de la Tierra, donde recomienda a los gobiernos a generar políticas de acceso a la tierra para agricultura familiar y campesina. Sin embargo, la gran mayoría de gobiernos progresistas continúan con políticas agrarias funcionales a la agricultura industrial, donde la tierra queda subordinada a los intereses transnacionales y de oligarquías locales.
Por eso otro objetivo de esta Alianza es promover cambios en las políticas agrarias para favorecer políticas publicas orientadas a la Soberanía Alimentaria, Reformas Agrarias Integrales, Créditos a los campesinos, educación y salud de calidad en el campo, fortaleciendo de mercados locales etc..., es decir lograr instalar en las agendas de UNASUR, CELAC y ALBA estas políticas, además de poder establecer más acciones con organizaciones urbanas y de trabajadores.
Nace la Alianza por la Soberanía Alimentaria, para sembrar más esperanza, sembrar más luchas esperando cosechar conquistas populares y nuevos desafíos.
Diego Montón
Secretaría Operativa
CLOC -Vía Campesina
El contexto, requiere de máximos esfuerzos de articulación y unidad del campo popular, las crisis, sobre todo la crisis alimentaria y la ambiental están estrechamente ligadas al modelo de la agricultura Industrial y de los agronegocios.
Este modelo presenta las consecuencias de la ofensiva del capital financiero y las transnacionales en la agricultura que tuvo comienzo en la pos guerra con la Revolución Verde, pretexto para lograr que las transnacionales bélicas que fabricaron armamentos, maquinarias y químicos puedan obtener mercados en el mundo agrícola. Desde ese momento vemos el desenlace de diversos mecanismos de destrucción de sistemas locales de producción de alimentos, de desplazamientos de millones de campesinos y campesinas, de mercantilización de la tierra, los bienes naturales y los alimentos. La globalización y la consecuente hegemonía del capital financiero aceleró este proceso, surgieron tecnologías funcionales a las transnacionales como las semillas transgénicas y resistentes a agrotóxicos. Por primera vez en la historia de la humanidad llegamos a tener mayor población urbana que rural, muchas ferias y mercados locales fueron reemplazados por hipermercados, y los comoditties subordinando territorios nacionales a las transnacionales, los alimentos cotizando en bolsa y sus precios en un aumento sostenido por la presión de los fondos especulativos. El mercado global de alimentos en manos de un puñado de corporaciones que dominan todos los eslabones de la misma.
En la cumbre mundial de la Alimentación de 1996 , la cifra de 800 millones de hambrientos resultó un escándalo, sin embargo, el lobby empresario, instaló la idea de que el problema era falta de tecnología, proponiendo multiplicar las acciones de promoción y desarrollo de la Agricultura Industrial y su paquete destructor. En cuanto a la urgencia del hambre, esta tendencia de lucro por encima de la vida, propone alcanzar la Seguridad Alimentaria, es decir, terminar con el hambre por medio de donaciones caritativas de alimentos desde los países ricos a los subdesarrollados.
En ese momento, en la misma Cumbre se alzó la voz de La Vía Campesina Internacional.
En completo desacuerdo con estas “propuestas de la FAO”. Los pueblos tienen el derecho de producir sus propios alimentos, las campesinas y campesinos han alimentado a la humanidad durante 10 mil años, y aun hoy con tan solo 1/3 de la tierra, alimentamos al 75% de la población mundial, difícil que exista justicia y democracia en pueblos que no tienen autonomía alimentaria. Allí surgió la propuesta de la Soberanía Alimentaria, como respuesta a las evidentes mentiras del capital. La Soberanía Alimentaria, es un plateo político, que considera que los pueblos tienen derecho a producir y consumir sus propios alimentos. Para ello la tierra debe estar en función del bien común, es un bien social y son campesinos, campesinas, pueblos originarios, trabajadores quienes pueden garantizarlo.
La crisis ambiental, también está directamente relacionada al modelo agropecuario, casi el 50% de las emisiones de gases con efecto invernadero provienen de la cadena agroindustrial, por el enorme consumo de combustibles fósiles, agrotóxicos y fertilizantes, y plásticos para el packing. Por eso sostenemos que la Agricultura campesina Enfría en planeta. Nos encontramos en un momento más que interesante en América Latina, con un proyecto de integración , de construcción de la patria grande, bajo principios antimperialistas, anticolonialista, con horizonte al socialismo, que se enfrenta en una disputa sin cuartel con proyecto del imperialismo yanqui, del capital reinando con su lógica egoísta y donde todo tiene su precio.
En ese marco entendemos que la Soberanía Alimentaria es una piedra fundamental del proyecto popular. Y entonces la disputa de Agricultura campesina vs Agricultura Industrial - Agronegocios hace parte de las contradicciones fundamentales.
En el continente, se ha agudizado el acaparamiento de Tierras, los desalojos y asesinatos de dirigentes campesinos, indígenas, millones de hectáreas de bosques y selvas son destruidas, aguas contaminadas, pueblos enteros fumigados. Empiezan a morir las abejas... y como dijera Albert Einstein, «Cuando se muera la última abeja, cuatro años después, desaparecerá la especie humana».
Según la FAO 1000 millones de hambrientos aproximadamente hay en el mundo hoy, sumando a 500 millones de obesos, esto se acompaña también según la FAO, con que más del 40% de los alimentos de la cadena agroalimentaria industrial se desperdician por descomposición.
La soberanía Alimentaria es una propuesta política, económica social y cultural, que solo puede ser alcanzada en el marco del avance del proyecto popular.
Así, esperamos que la Alianza por la Soberanía Alimentaria, permita darle mayor vitalidad a la confluencia de distintos procesos de articulación y lucha, Amigos de la Tierra, El Consejo de Tratados de Pueblos Indios, MAELA, COPROFAM, son algunas de las redes que forman parte de esta iniciativa junto a la CLOC Vía Campesina.
El año 2014 ha sido declarado el año mundial de la Agricultura Familiar, y será muy importante dar la lucha ideológica en cuanto a los conceptos y significancias. Para algunos agricultura familiar se refiere a agronegocios de pequeña escala y “dirigidos” por miembros de una familia. Para nosotros no, por eso insistimos con el término Campesino, que hace referencia a una forma de vida, que tiene una memoria histórica, en la cual predomina el espíritu del bien común, el trabajo digno como un valor fundamental para el desarrollo de los pueblos, con una fuerte relación con los mercados locales y una práctica productiva basada en la armonía con la naturaleza. Sintiendo a la Tierra como nuestra madre, por eso los campesinos y campesinas vivimos en la tierra, trabajamos, producimos alimentos sanos y diversos, hacemos nuestros hijos, festejamos y morimos en la tierra.
Por eso hablamos de una propuesta clara: Agricultura campesina, con base agroecológica y hacia la Soberanía Alimentaria.
Claro que consideramos aliados a todas y todos aquellos que se identifican con este modelo pero lo denominan agricultura familiar, como con los pastores, los pescadores artesanales, los indígenas.
En estos últimos tiempos la FAO está cambiando el rumbo, muy a pesar de su burocracia, ya ha reconocido que para revertir el hambre es necesario fortalecer la agricultura familiar, aprobó en conjunto con el CSA las directrices de la Tierra, donde recomienda a los gobiernos a generar políticas de acceso a la tierra para agricultura familiar y campesina. Sin embargo, la gran mayoría de gobiernos progresistas continúan con políticas agrarias funcionales a la agricultura industrial, donde la tierra queda subordinada a los intereses transnacionales y de oligarquías locales.
Por eso otro objetivo de esta Alianza es promover cambios en las políticas agrarias para favorecer políticas publicas orientadas a la Soberanía Alimentaria, Reformas Agrarias Integrales, Créditos a los campesinos, educación y salud de calidad en el campo, fortaleciendo de mercados locales etc..., es decir lograr instalar en las agendas de UNASUR, CELAC y ALBA estas políticas, además de poder establecer más acciones con organizaciones urbanas y de trabajadores.
Nace la Alianza por la Soberanía Alimentaria, para sembrar más esperanza, sembrar más luchas esperando cosechar conquistas populares y nuevos desafíos.
Diego Montón
Secretaría Operativa
CLOC -Vía Campesina
https://www.alainet.org/fr/node/78223
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