El tiempo de la conspiración

25/04/2013
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La reciente reunión de los líderes de la oposición derechista en Sucre trae a la memoria un sin número de hechos que se vivió hace más de cinco años y que, el sólo hecho de recordarlos, retrotraen fuertes sentimientos de angustia, de dolor y de rabia contenida que difícilmente se olvidarán.

 
La aparición mediática de Rubén Costas, Ernesto Suárez y otros, gestores que apoyaron la conspiración a Evo Morales y que derivó en las tomas institucionales de 2008, junto a la ex prefecta Savina Cuellar, que el 24 de mayo de 2008 traicionó a sus propios hermanos campesinos, humillados en plena plaza principal, aceleran más esos sentimientos difíciles de explicar en este momento.
 
La recepción realizada por parte de seguidores a esa línea partidaria de derecha a sus “invitados”, muestra que existe un aire de llunk’erio con sus nuevos patrones, porque ese recibimiento con pompa y sonaja, guirnaldas, con alfombras de aguayo y ponchos de tejido yampara, que lucían prendas trabajadas por campesinos de Tarabuco de donde es originaria Doña Savina Cuellar.
 
Justamente -como algo irónico, pero real- es esa señora de pollera, Savina Cuellar, quien con esmero y mucha delicadeza, organizó la recepción en su casa, como devolviendo gentilezas de ese tiempo que ésta, asistía y se codeaba con aquellas damas perfumadas y de alta alcurnia de la oligarquía cruceña en el tiempo de su idilio con la “media luna”.
 
A la presencia de los promotores de la conspiración de esos años, se añaden otros rostros que acompañaban en el evento, entre ellos, la ex diputada Lourdes Millares, agrupaciones de extinto Comité Interinstitucional y de la presencia de Tommy Durán, estratega de las movilizaciones con la alcaldía de Aydee Nava, contra la Asamblea Constituyente en 2007 y otros.
 
Con asombro y conteniendo la abruma, encontramos otros rostros de ex líderes campesinos e indígenas, que se afanaban en dar la mano a los autores de la conspiración y de la humillación de sus propios hermanos en el oriente, vimos a Hilarión Chávez, indígena del Ayllu Qhara Qhara Suyu, que respaldó al MAS, y Dora Copa, que figuró como la principal denunciante contra el Comité Interinstitucional de Chuquisaca por la agresión a campesinos el 24 de mayo de 2008.
 
El comportamiento de los medios de comunicación, fue tan igual o mejor que ese tiempo donde éstos hicieron suya “la verdad” de los hechos, que se olvidaron de las agendas oficiales, abriéndoles micrófonos, pantallas y entrevistas en sets de radio y tv, para engalanar sus propuestas del nuevo frente que están diseñando, donde no hubo ningún periodista que esté marginado a la cita.
 
Ese es el retrato de la presencia de la oposición política en Sucre, que para gran parte de los sucrenses, seguramente serán sus nuevos líderes con quienes co-gobernaba Doña Savina y quienes utilizarán para el 2014, el voto de los chuquisaqueños con el único objetivo de servir sus apetitos de poder y al grupo de las logias conspiradoras de 2008.
 
Una historia para el olvido
 
Recordemos que después de la inauguración de la Asamblea Constituyente, el 6 de agosto de 2006, al componente autonómico que provocó violencia en varios departamentos, se incorporó el tema de la “capitalidad plena” en la agenda de la nueva Constitución, demanda legítima, y que después fue manipulada para convertirla en un obstáculo insalvable y empantanar el proceso.
 
Fue el tiempo donde las fuerzas políticas conservadoras y organizaciones regionales y cívicas no sólo de Sucre, sino de lo que fue la “media luna” y Cochabamba, se aglutinaron en torno a esa demanda con el objetivo de generar un escenario crítico para la Constituyente. Lo que buscaban era el fracaso de todo.
 
Los comités cívicos y grupos como la Unión Juvenil Cruceñista se fueron a Sucre y se dieron a la tarea de sabotearlo todo. El cerco a la Asamblea Constituyente fue tal que se buscó generar la violencia a como dé lugar y los enfrentamientos que sucedieron allí se gestaron meses antes, es más, se planificó la estrategia para llegar a promover episodios de sangre.
 
Así como fue la Calancha el pico de la violencia y confrontación, el punto máximo de la violencia que vivió Sucre. También el 24 de mayo de 2008 se planificó y se contó con una estrategia para sabotear la llegada de campesinos a Sucre, generar violencia y promover actos de racismo en pleno centro de la ciudad.
 
Finalmente Sucre no logró las reivindicaciones que originalmente fueron planteadas legítimamente, y por culpa de ese grupo de sediciosos y ambiciosos de poder que, por el solo hecho de oponerse al gobierno, al texto Constitucional, perdieron y rechazaron los acuerdos que pudieron favorecer a Sucre.
 
Luis Camilo Romero, es comunicador boliviano para América Latina y el Caribe
 
https://www.alainet.org/fr/node/75653
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