Los gobiernos de izquierda del continente se encuentran confrontados a las fuerzas más oscuras de la derecha, por lo que es pertinente presentar este tema que descubre el proceder y la esencia de la derecha y del imperio.

Mientras los sectores progresistas y revolucionarios se acercan a la población con planteamientos coherentes y razonamientos lógicos que describen la realidad, explicando la razón de ser de las injusticias sociales que padecen; la derecha no tiene argumentos racionales ni válidos, y se ven obligados a mentir empleando cualquier campaña sucia para ganar simpatía.

La Bandera Falsa es la herramienta más sucia que la derecha usa en la lucha política. En El Salvador, son ejemplos de Bandera Falsa, la bomba que explotó en la sede de la Federación de sindicatos FENASTRAS en octubre de 1989, y el asesinato de los sacerdotes jesuitas en la Universidad Centroamericana (UCA).

En el caso de la bomba de FENASTRAS que costó la vida de varios sindicalistas y de la dirigente Feve Elizabeth Ramírez, el gobierno se apresuró a culpar al FMLN como responsable, aduciendo que lo habían hecho para tener mártires con que justificar sus actos.

Cuando explotó la bomba en FENASTRAS y cuando fueron asesinados los jesuitas, una empleada y su hija de quince años, Alfredo Cristiani Burkard era el Presidente de El Salvador y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, y el General Emilio Ponce el Ministro de Defensa.

Según la Comisión de la Verdad de la ONU, días antes del asesinato, Cristiani llamó al Padre Ellacuría en España para preguntarle cuando regresaba a El Salvador. Ellacuría fue asesinado junto a sus compañeros un día después de su llegada. Según las investigaciones, resultaron responsables del asesinato, militares con quienes Alfredo Cristiani mantenía contacto, uno de ellos Ponce, considerado el principal inculpado y testigo de quienes participaron en la toma de la decisión del asesinato. Ponce murió en el Hospital Militar de una dolencia cardíaca.

En el caso de la UCA el Presidente Cristiani, muy de mañana se apresuró a culpar al FMLN del asesinato, los militares que participaron en el operativo habían dejado para tal efecto una pinta en el portón de la universidad: "El FMLN hizo un ajusticiamiento a los orejas contrarios. Vencer o morir. FMLN.". Los análisis grafológicos encontraron similitudes con la escritura de dos militares que participaron en el operativo: el subteniente Guevara Cerritos y el subsargento Ávalos Vargas.

A finales de 1989, enviados del gobierno, vinculados al partido ARENA y al ejército, visitaron Europa, Sudamérica y Norteamérica, en una ofensiva diplomática que tenía por objeto culpar al FMLN de ambos hechos.

La versión del gobierno era de que el FMLN quería matar a Ellacuría porque Cristiani, en su calidad de Presidente de la República, le había pedido que participara en la investigación del atentado contra la sede de FENASTRAS, y como Ellacuría descubrió que el responsable del crimen era el FMLN, lo habían asesinado.

José María Tojeira, Rector de la UCA, al interponer su denuncia ante la Fiscalía General de El Salvador por el asesinato de los padres jesuitas, de Julia Elba Ramos y su hija, Celina Meredith Ramos, también incluyó al ex Presidente de la República y ex Comandante General de la Fuerza Armada de El Salvador, Alfredo Felix Cristiani Burkard; y de acuerdo a la querella en España, Cristiani jugó un papel activo en el encubrimiento del crimen y la obstrucción de las investigaciones.

En el mes de julio de 2010 La Prensa de Nicaragua, citando al periódico salvadoreño «El Mundo», publicó una nota que señala que «Un ex miembro del Ejército salvadoreño incriminó al expresidente de El Salvador, Alfredo Cristiani, en la matanza de los sacerdotes jesuitas y sus dos empleadas, ocurrida en 1989.»

Posteriores investigaciones han demostrado que en el caso de FENASTRAS y de la UCA, el responsable fue el gobierno de Alfredo Cristiani y la Fuerza Armada, y que trataron de usar una bandera falsa.

Estas operaciones hacen parte de la guerra y las campañas sucias, que comúnmente realiza la derecha oligárquica en su guerra contra los sectores progresistas y revolucionarios de la sociedad, y los colonialistas para atacar países a los que pretenden someter por sus recursos naturales o posición geoestratégica.

Veamos como ilustración este par de ejemplos que retratan a quienes dirigen a los Estados Unidos.

En 1898, mientras Cuba luchaba por la independencia de España, EE.UU. envió el buque USS Maine a La Habana para proteger sus intereses. Después de su llegada, el Maine explotó y murieron 260 hombres. La prensa estadounidense culpó a España, a pesar de no haber pruebas, y fue el pretexto de EE.UU para comenzar la guerra contra España. Al final se apoderaron de varias colonias, entre ellas Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Muchos afirman que fue una operación de Bandera Falsa.

El 4 de agosto de 1964, el presidente Lyndon Johnson denunció que las fuerzas norvietnamitas habían atacado destructores de Estados Unidos en el golfo de Tonkin. El 7 de agosto el Congreso autorizó la agresión contra Vietnam. La guerra terminó cuando las fuerzas guerrilleras del Partido Comunista de Vietnam, dirigidas por el mítico general Võ Nguyên Giáp y Hochi Min, lograron expulsar a los agresores.

En 1984 agentes del Mossad colocaron un transmisor de radio en un edificio del gobierno de Kadhafi en Trípoli. Luego realizaron falsas trasmisiones a falsos terroristas para acusar a Kadhafi como promotor del terrorismo. Inmediatamente, Ronald Reagan bombardeó Libia.

Para un revolucionario y una persona con una sólida formación política y valores humanitarios, no resulta difícil detectar estos actos, que afectan a grandes sectores de la población en su apreciación de la realidad política y social. El revolucionario debe desmontar esas mentiras y explicarlas a la población, ellas le permiten descubrir la moral y los planes de la derecha y del imperio.

- Víctor Regalado, Periódico « El Independiente »