La importancia de diferenciar la Agricultura Familiar y la Economía Campesina

06/02/2015
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Los conceptos de Agricultura Familiar y Economía Campesina son conceptos relativamente nuevos, que no se refieren a lo mismo y sobre todo es importante tenerlos claros ya que tienen implicaciones en la generación de políticas públicas orientadas a las poblaciones rurales.
 
En relación al primer concepto, recordemos que el año pasado (2014)  fue Declarado Año Internacional de la Agricultura Familiar por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura -FAO-, con el slogan "alimentar al mundo, cuidar el planeta"[1], y bajo la idea que "La agricultura familiar y a pequeña escala están ligadas de manera indisociable a la seguridad alimentaria mundial"[2]
 
Si bien este concepto reconoce la importancia de potenciar la producción agrícola, me surgen algunas preguntas: ¿Será acaso que con esa afirmación se les atribuye a las familias campesinas la responsabilidad de la producción de alimentos a nivel mundial?
 
 De ser afirmativa la respuesta, la reflexión que surge es que se sigue viendo al campesinado de manera estereotipada, es decir como única y exclusivamente productor agrícola, a lo que se agrega que con frecuencia se piensa que carece de implementación de nuevas tecnologías y cuenta con poco acceso al mercado.
 
A mi criterio, este concepto no solo parte de un estereotipo, sino también, como sucede con los estereotipos, del desconocimiento de la realidad rural campesina. En el caso de Guatemala, las dinámicas económicas campesinas van mucho más allá de la producción agrícola.
 
En relación al concepto de Economía Campesina, ésta se concibe desde una apuesta económica, social y política, que reconoce al campesino como sujeto y transformador de su propia realidad. Como indican los economistas Eugenio Incer y Marcelo Coj[3]: "La Economía campesina coloca en el centro la poliactividad de la familia, en donde la producción agrícola es una de sus tantas actividades, reconociendo así  otros factores de la economía campesina como por ejemplo: lo pecuario, el turismo, la artesanía, la pesca, la migración, lo forestal, el comercio, entre otros. Su fin es su organización económica que les permita vivir dignamente y de manera sostenible".
 
Es interesante observar como los conceptos configuran políticas y programas. Las investigaciones realizadas desde AVANCSO han posibilitado una serie de problematizaciones en lo que respecta a la política pública; por ejemplo hemos observado en los últimos años la implementación de programas gubernamentales a través del MAGA, la SESAN, entre otros, que parten de entender a las familias campesinas únicamente como unidades agrícolas, por lo que se les atiende en ese plano a través de los programas de fertilizantes, introducción de frutales, mini riegos, etc. Estas acciones son producto de la aplicación del concepto de Agricultura Familiar en los programas gubernamentales, mismos que no reconocen como indica Incer: "la poliactividad campesina dictada por los contextos, y realidades".
 
Estamos iniciando un año electoral, razón por la cual debemos de prestar atención a las propuestas respecto al tema rural, campesino, agrario. Puede ser el momento para promover la comprensión y utilización de conceptos más amplios como lo es el de Economía Campesina.
 
Guatemala 2 de febrero del 2014.
 
Danilo Rivera
Unidad de Comunicación/ AVANCSO
https://www.alainet.org/fr/node/167384
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