Negociaciones ONU sobre el clima:

Sin voluntad política no se puede avanzar

10/10/2010
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  • Opinión
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En la conferencia de prensa al final de las conversaciones de la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático (CMNUCC), que se llevaron a cabo en la municipalidad China de Tianjin, desde el pasado 4 de octubre, “los delegados han discutido qué se podrá hacer en Cancún y qué quedará para después”, señaló Christiana Figueres, secretaria ejecutiva de la CMNUCC. Los negociadores también discutieron elementos clave de operación en materia de finanzas, tecnología y construcción de capacidad, así como sobre el futuro del Protocolo de Kioto.
 
“Las conversaciones de esta semana nos han acercado a un conjunto estructurado de decisiones que pueden significar un acuerdo en Cancún”, declaró Figueres.
 
Se trata de cuestiones como el Fondo Verde, un mecanismo para la transferencia de tecnologías o para ayudar a los países más vulnerables a adaptarse a los impactos del cambio climático, y la lucha contra la deforestación. Todos estos avances fueron destacados por la ONU, que quiere evitar comenzar de cero en Cancún, corriendo el riesgo de ver desacreditado todo el proceso que ha auspiciado, sobre todo después del fracaso de Copenhague.
 
Durante los seís dias de conversaciones los negociadores trabajaron en un clima de desconfianza y han demostrado que queda aún mucho trabajo por realizar antes de la próxima celebración de la Conferencia sobre el Clima en Cancún. Los países en desarrollo, con China a la cabeza, exigen a las naciones industrializadas que recorten sus emisiones de gases de efecto invernadero en mayor medida a lo que éstas están dispuestas hasta ahora. Estados Unidos y otros países ricos, en cambio, quieren sobre todo que China y otras naciones emergentes se comprometan más en acuerdos futuros.
 
Las delegaciones de 177 países no se pusieron de acuerdo sobre los mínimos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero que debería adoptar cada país, la financiación de la misma o la forma legal de un acuerdo que sustituya al Protocolo de Kioto, que expirará en 2012.
 
La semana en Tianjin produjo algún tipo de acuerdo en temas como la creación de un Fondo Climático, la adaptación a los impactos del cambio climático y la transferencia de tecnologías de norte a sur, pero los temas candentes reales no se han tratado: el suministro de financiación para el clima, el necesario incremento de la meta de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de los países industrializados y la forma jurídica de un acuerdo final.
 
Un resultado escaso dado que según las palabras de Figueres, Cancún “ debe sentar las bases de lo que sería un acuerdo global que permita luchar eficazmente contra el cambio climático”.
Todos los negociadores se mostraron en la última jornada del encuentro, desilusionados.
 
Aparte de la desilusión, las organizaciones de la sociedad civil en Tianjin se mostraron muy críticas con la actitud de los participantes. La organización ecologista Oxfam consideró que hay un “rayo de esperanza” en torno a un posible acuerdo para la creación de un fondo climático en Cancún. “Es decisivo que los países ricos no vínculen el fondo climático a los avances en otros ámbitos de las negociaciones”, dijo Kelly Dent, experta de Oxfam. “Utilizar el fondo como objeto de negociación sólo conllevará a una parálisis total y a más sufrimiento entre las personas que están en peligro en los países pobres”, agregó en alusión a las consecuencias del cambio climático.
 
La aprobación del proyecto de pagar por los bosques que no sean talados para luchar contra la deforestación y salvar el clima, luego de años de discusión presenta como uno de los pocos temas que podrían desembocar en una toma de decisión en México.
 
El mecanismo REDD+ (Reducción de las Emisiones debidas a la Deforestación y la Degradación de los bosques) consiste en convencer a los países dotados de bosques tropicales que renuncien a la tala a cambio de compensaciones financieras. Pero para lograr frenar la deforestación “y llegar a un buen mecanismo, vamos a necesitar solucionar todavía numerosos problemas”, estimó Paul Winn, especialista forestal de Greenpeace Internacional.
 
Hay temas espinosos pero ineludibles "que hemos tratado de evitar" hasta ahora, según él.
Por ejemplo, ¿cómo se fija el precio de una tonelada de carbono evitado? ¿Sobre la base de la deforestación pasada de un país o sobre lo que tiene intención de hacer? Y en ese caso, ¿cómo evitar una forma de chantaje a la deforestación?
 
La financiación de REDD+ está estimada en decenas de miles de millones de dólares anuales. ¿De dónde vendrá el dinero? Para Greenpeace, este método dispensaría a los países desarrollados de hacer esfuerzos para reducir sus propias emisiones porque podrían adquirir derechos de contaminar a precios bajos. Por otra parte, la "madre naturaleza no está en venta", insistió el miércoles el negociador en jefe de Bolivia, Pablo Solón. Y luego, ¿cómo asegurarse que el derecho de las poblaciones autóctonas está bien respectado sin minar la soberanía de los estados concernidos?
 
Segun Greenpeace para resolver los grandes problemas de financiamiento climático y la mitigación, tiene que haber un cambio en la política. “El problema no es el proceso de la ONU. Ninguno de los procesos multilaterales relacionados con el cambio climático son el obstáculo, lo que hay que cambiar es política, sin voluntad política no se puede avanzar” dijo Wendel Trio, de la organización Greenpeace, “ los acuerdos futuros que se alcancen llegarán muy despacio, mientras que la situación exige una carrera para salvar el clima”.
 
La reunión de Tianjin, a la que asistieron más  de 170 países es la última antes de la prevista en Cancún el proximo noviembre, un año después del fracaso de Copenhague.
 
- Elvira Corona es periodista italiana.
 
https://www.alainet.org/fr/node/144739?language=en
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