Ya es la octava economía mundial, y más
Toda una potencia, pero sudamericana
01/09/2010
- Opinión
Se ubica del lado de la región, en UNASUR, por más que la prensa hegemónica desinforme. Soporta las presiones de las potencias dominantes en términos políticos y militares, y su pueblo deberá lograr que en las próximas elecciones gane la continuidad del modelo inaugurado por Lula.
En los últimos 30 años, Brasil pasó de ser un país importador a uno de los mayores proveedores de alimentos del mundo, alcanzando los niveles de las principales potencias exportadoras de granos, informó The Economist, uno de las publicaciones de economía más influyentes del mundo, en su última edición. Además, superó a España en Producto Bruto Interno (PBI), ya que la nación europea genera bienes y servicios por 1,5 billones de dólares, mientras nuestro vecino produjo en igual lapso 1,8 billones de la misma moneda.
El ranking mundial está integrado por Estados Unidos en primer lugar, seguido de Japón y China. En cuarto lugar aparece Alemania, luego Francia, Gran Bretaña, Italia, Brasil, España, y Canadá. Brasil, a su vez, es el quinto país más extenso y ocupa la sexta posición en cuanto a la cantidad de habitantes.
Algunos rubros lo encuentran como líder mundial. Brasil es el mayor exportador de azúcar del mundo, con 21,21 millones de toneladas en el período 2009-2010. También es el mayor exportador de café. Es el segundo mayor exportador mundial de soja y maíz, el segundo productor y primer exportador de etanol (que obtiene a partir de la caña de azúcar). Y tiene el privilegio de haber alcanzado a los "cinco grandes" exportadores de granos (Estados Unidos, Canadá, Australia, Argentina y la Unión Europea).
La minera brasileña Vale es la mayor productora y exportadora mundial de mineral de hierro y la segunda en producción de níquel. Es el mayor exportador de carne vacuna y aviar, con empresas líderes a nivel mundial en el sector frigorífico.
Embraer es el tercer fabricante mundial de aviones y la principal exportadora del país. Petrobras, empresa pública del rubro hidrocarburos, es una de las más grandes petroleras globales y lidera la extracción de crudo a grandes profundidades marinas. Brasil será sede de la próxima Compa Mundial de Fútbol en 2014, mientras que en 2016, Río de Janeiro albergará los Juegos Olímpicos.
Todos estos indicadores, que presagian un futuro venturoso, no fueron fruto de la casualidad. Embraer es un ejemplo de cómo una empresa en principio pública se convirtió en una gigante y rentable corporación. Petrobras, por su parte, se fundó basándose en el modelo argentino de YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales) y hoy es una compañía que cumple una función geopolítica para Brasilia, mientras que YPF fue adquirida por la española Repsol.
En el sector bancario también dispone la nación vecina de pesos pesados privados, pero también la banca pública cumplió y cumple un rol importante en los procesos de industrialización. El Bando Nacional do Desenvolvemento (BNDES) financia las inversiones en sectores claves y en el extranjero.
Pero si repasamos la historia reciente de Brasil, observamos que existió coherencia económica y que se privilegió ese estilo de crecimiento. Mientras Argentina crecía a altas tasas durante la primavera del régimen de Convertibilidad (entre 1991 y 1995), Brasil privilegiaba el aumento de su productividad. El modelo de Convertibilidad cayó, pero la economía brasileña siguió expandiéndose a tasas moderadas.
Ya con la asunción de Lula da Silva (2003), se consumó un crecimiento de la economía, moderado pero sostenido, con una importantísima política de inclusión social, que logró que en Brasil, por primera vez en su historia, la clase media sea mayoría. Y bajo su liderazgo, Brasilia comenzó a tender puentes con todo el mundo y a sentarse en la mesa de los poderosos. Privilegió su alianza en el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) con Argentina, Paraguay, Uruguay y Venezuela, así como con China, Rusia, el mundo asiático, y con Afrecha.
Según destaca la prensa internacional, entre 1996 y 2006, el valor total de las cosechas del país aumentó de 23.000 millones a 108.000 millones, un 365 por ciento. Además, Brasil aumentó diez veces sus exportaciones de carne en una década, superando a Australia como el mayor exportador.
Los observadores destacan que el país logró estos avances sin demasiados subsidios del Estado y sin desforestar (demasiado) el Amazonas. Y posee uno de los recursos naturales que tendrán mayor demanda en poco tiempo: el agua dulce. De hecho, tiene unos 8.000 billones de kilómetros cúbicos de agua renovable cada año, mucho más que cualquier otro país. Con 190 millones de habitantes, Brasil tiene la misma cantidad de agua que toda Asia.
El discurso hegemónico pretende dividir Sudamérica o América Latina entre los "exitosos" y los "atrasados". En el primer grupo se encontrarían aquellos países que adoptaron un modelo neoclásico o neoliberal, con Chile a la cabeza, seguidos de México, Colombia y Perú. En el segundo grupo, estarían los "socialistas", lugar que el que la prensa dominante ubica a Venezuela, Bolivia, Ecuador y Argentina. Hasta no hace mucho, Brasil era encuadrado en este último grupo, pero a la vista de los logros económicos ahora lo ascendieron al grupo de los "exitosos". No obstante, Brasilia nunca adoptó el modelo neoliberal, sino que buscó un modelo propio donde sean los propios brasileños quienes usufructúen las riquezas del país.
Brasil, queda claro, se ubica del lado de la región, en UNASUR, por más que la prensa hegemónica desinforme. Soporta las presiones de las potencias dominantes en términos políticos y militares, y su pueblo deberá lograr que en las próximas elecciones gane la continuidad del modelo inaugurado por Lula.
El ranking mundial está integrado por Estados Unidos en primer lugar, seguido de Japón y China. En cuarto lugar aparece Alemania, luego Francia, Gran Bretaña, Italia, Brasil, España, y Canadá. Brasil, a su vez, es el quinto país más extenso y ocupa la sexta posición en cuanto a la cantidad de habitantes.
Algunos rubros lo encuentran como líder mundial. Brasil es el mayor exportador de azúcar del mundo, con 21,21 millones de toneladas en el período 2009-2010. También es el mayor exportador de café. Es el segundo mayor exportador mundial de soja y maíz, el segundo productor y primer exportador de etanol (que obtiene a partir de la caña de azúcar). Y tiene el privilegio de haber alcanzado a los "cinco grandes" exportadores de granos (Estados Unidos, Canadá, Australia, Argentina y la Unión Europea).
La minera brasileña Vale es la mayor productora y exportadora mundial de mineral de hierro y la segunda en producción de níquel. Es el mayor exportador de carne vacuna y aviar, con empresas líderes a nivel mundial en el sector frigorífico.
Embraer es el tercer fabricante mundial de aviones y la principal exportadora del país. Petrobras, empresa pública del rubro hidrocarburos, es una de las más grandes petroleras globales y lidera la extracción de crudo a grandes profundidades marinas. Brasil será sede de la próxima Compa Mundial de Fútbol en 2014, mientras que en 2016, Río de Janeiro albergará los Juegos Olímpicos.
Todos estos indicadores, que presagian un futuro venturoso, no fueron fruto de la casualidad. Embraer es un ejemplo de cómo una empresa en principio pública se convirtió en una gigante y rentable corporación. Petrobras, por su parte, se fundó basándose en el modelo argentino de YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales) y hoy es una compañía que cumple una función geopolítica para Brasilia, mientras que YPF fue adquirida por la española Repsol.
En el sector bancario también dispone la nación vecina de pesos pesados privados, pero también la banca pública cumplió y cumple un rol importante en los procesos de industrialización. El Bando Nacional do Desenvolvemento (BNDES) financia las inversiones en sectores claves y en el extranjero.
Pero si repasamos la historia reciente de Brasil, observamos que existió coherencia económica y que se privilegió ese estilo de crecimiento. Mientras Argentina crecía a altas tasas durante la primavera del régimen de Convertibilidad (entre 1991 y 1995), Brasil privilegiaba el aumento de su productividad. El modelo de Convertibilidad cayó, pero la economía brasileña siguió expandiéndose a tasas moderadas.
Ya con la asunción de Lula da Silva (2003), se consumó un crecimiento de la economía, moderado pero sostenido, con una importantísima política de inclusión social, que logró que en Brasil, por primera vez en su historia, la clase media sea mayoría. Y bajo su liderazgo, Brasilia comenzó a tender puentes con todo el mundo y a sentarse en la mesa de los poderosos. Privilegió su alianza en el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) con Argentina, Paraguay, Uruguay y Venezuela, así como con China, Rusia, el mundo asiático, y con Afrecha.
Según destaca la prensa internacional, entre 1996 y 2006, el valor total de las cosechas del país aumentó de 23.000 millones a 108.000 millones, un 365 por ciento. Además, Brasil aumentó diez veces sus exportaciones de carne en una década, superando a Australia como el mayor exportador.
Los observadores destacan que el país logró estos avances sin demasiados subsidios del Estado y sin desforestar (demasiado) el Amazonas. Y posee uno de los recursos naturales que tendrán mayor demanda en poco tiempo: el agua dulce. De hecho, tiene unos 8.000 billones de kilómetros cúbicos de agua renovable cada año, mucho más que cualquier otro país. Con 190 millones de habitantes, Brasil tiene la misma cantidad de agua que toda Asia.
El discurso hegemónico pretende dividir Sudamérica o América Latina entre los "exitosos" y los "atrasados". En el primer grupo se encontrarían aquellos países que adoptaron un modelo neoclásico o neoliberal, con Chile a la cabeza, seguidos de México, Colombia y Perú. En el segundo grupo, estarían los "socialistas", lugar que el que la prensa dominante ubica a Venezuela, Bolivia, Ecuador y Argentina. Hasta no hace mucho, Brasil era encuadrado en este último grupo, pero a la vista de los logros económicos ahora lo ascendieron al grupo de los "exitosos". No obstante, Brasilia nunca adoptó el modelo neoliberal, sino que buscó un modelo propio donde sean los propios brasileños quienes usufructúen las riquezas del país.
Brasil, queda claro, se ubica del lado de la región, en UNASUR, por más que la prensa hegemónica desinforme. Soporta las presiones de las potencias dominantes en términos políticos y militares, y su pueblo deberá lograr que en las próximas elecciones gane la continuidad del modelo inaugurado por Lula.
APM | Agencia Periodística del Mercosur | http://www.prensamercosur.com.ar/apm
Facultad de Periodismo y Comunicación Social. Universidad Nacional de La Plata.
https://www.alainet.org/fr/node/143941
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