Una estrategia que nunca dejó de ser ejecutada pero si innovada
23/08/2009
- Opinión
Es indudable que el gobierno de facto y la oligarquía civil-militar que lo sostiene continúan ejecutando el plan de largo plazo estructurado en la década de los años ochentas por el régimen de terror instaurado por Gustavo Álvarez Martínez y Roberto Suazo Córdova. Este plan de largo plazo fue impulsado por la denominada Asociación para el Progreso de Honduras (APROH) y sus objetivos estratégicos, en el ámbito político-económico, nunca fueron obstaculizados, así Suazo Córdova, Simón Azcona, Rafael Leonardo Callejas, Carlos Flores Facussé y Ricardo Maduro, hicieron lo propio durante su gestión gubernativa. En lo relacionado a la estrategia militar ésta se vio levemente interrumpida por los acuerdos de paz suscritos en Esquípulas 1 y 2, firmados en Guatemala en 1987 y por las reformas impulsadas en el gobierno de Carlos Roberto Reina y refrendadas por organizaciones de la sociedad civil, que culminaron con la separación de la Policía Nacional de las Fuerzas Armadas, la conversión del servicio militar obligatorio por un servicio militar voluntario y educativo y la subordinación de las Fuerzas Armadas de Honduras y la Policía Nacional al poder civil. Sin embargo los cuerpos represivos y ciertos elementos paramilitares y militares financiados por APROH, que nunca fueron castigados por sus actos de lesa humanidad, cuyo presidente era el mismo general Álvarez Martínez, jamás fueron desmantelados, tanto así que la sociedad hondureña siguió sufriendo en silencio, hasta hoy, vejámenes como detenciones ilegales, torturas en las diferentes postas policiales, amenazas a muerte para no denunciar dichas torturas, violaciones a mujeres principalmente prostitutas, ejecución de miembros de las “maras”, haciendo pasar estos hechos bajo el supuesto ajusticiamiento entre ellos mismos, abuso contra homosexuales, intervención de teléfonos (celulares y fijos), provocaciones a familiares de desaparecidos, vigilancia extrajudicial a familiares de desaparecidos, entre otros.
Igual que en la década de los ochenta los representantes de derechos humanos, principalmente la Fiscalía de Derechos Humanos hicieron oídos sordos ante las denuncias interpuestas por los agravados y agravadas durante todo este tiempo. Todo estos actos conforman eslabones de una cadena de entrenamientos extrajudiciales y clandestinos desarrollados por el Ejército conjuntamente con la Policía Nacional, de ahí se deduce la actitud indiferente y agresiva de los miembros de estas instituciones, es decir que en nuestras propios ojos se tramaba clandestinamente lo que hoy es un hecho.
Con la perpetración del Golpe de Estado con el apoyo de los Halcones del Pentágono, la ultraderecha norteamericana, la mafia cubana de Miami, la CIA y la ultraderecha latinoamericana cobra vigencia la presencia activa y deliberativa de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional en el plano político-ideológico, cuyo rol actual es sostener y consolidar el régimen, pretendiendo someter al pueblo hondureño a través de una guerra de baja intensidad.
Igual que las estrategias de APROH que en los años ochenta buscaban el aparente “fortalecimiento” del Registro Nacional de las Personas e impulsar mecanismos para atraer a los votantes, el gobierno de facto de Roberto Micheletti ha echado mano, en el plano jurídico electoral, del Tribunal Supremo Electoral TSE para legitimar lo que ellos denominan, el proyecto político-económico y militar. No será nada nuevo la práctica de un escandaloso fraude electoral cuyas acciones, según miembros de la Resistencia, están en marcha y se consumarán en el mes de noviembre. No es casual, tampoco, que tres partidos políticos que apoyaron el Golpe de Estado desde su génesis, hoy estén representados en el TSE, apoyados desde el Congreso Nacional, órgano golpista y representativo de los intereses económicos de la oligarquía nacional.
El plan de la década de los ochentas planteado y puesto en práctica con apoyo también de CAUSA INTERNACIONAL a través de APROH y la TRIPLE “AAA”, organizaciones filiales del fascismo internacional hoy vuelven a sacar de nuevo sus garras para rasgar las espaldas cansadas del pueblo hondureño. Dicho plan de “desarrollo democrático” impulsado con el apoyo del gobierno norteamericano tuvo como objetivo la sustentación ideológica en un esquema político en el que se concedió alta prioridad al desarrollo del sector empresarial privado nacional como aspecto esencial de la democracia económica y la estructuración de un sistema de educación que garantizara a largo plazo la sustentación de las ideas de la ultraderecha y las iglesias más conservadoras.
Algunos de los mecanismos usados para insertar su proyecto, fueron la implantación de una estrategia comunicacional para distorsionar la realidad nacional, escenario que en la actualidad ha cobrado vigencia de manera total, como se ha evidenciado tanto en los medios escritos, radiales y televisivos. Este plan tiene mayor evidencia cuando el día 14 de agosto fueron llamados a Casa Presidencial los dueños de los medios de comunicación para recibir las instrucciones respectivas y la contratación millonaria de Tony Arias para la ejecución de una consultoría con el fin de elaborar spots publicitarios que serán difundidos en medios internacionales como CNN y Univisión. Estos medios desde el Golpe de Estado han parcializado toda la información relacionada con el mismo, entre dichas arbitrariedades se encuentra el avalar desde estas empresas la contratación de espacio para la presentación de estos spots a precios millonarios con el fin de apoyar un evento electoral dirigido por el gobierno de facto que la comunidad internacional ha condenado.
APROH era la encargada de realizar iniciativas, ejecutar tareas específicas y alcanzar el prestigio necesario que diera crédito a las acciones que sentaran las bases adecuadas que requería la consolidación de lo que para ellos era y sigue siendo una “auténtica democracia”, términos utilizados en el discurso del gobierno de facto. Se impulsó una estrategia de adoctrinamiento político e ideológico gradual y progresivo de confrontación y división de las organizaciones obreras, campesinas, profesionales, estudiantiles, religiosas, etc. con el fin de integrarlas a sus objetivos. APROH era la institución encargada de luchar contra el “comunismo” que supuestamente se había implantado en Centroamérica, amenazando con ello los movimientos de liberación nacional que se habían levantado en el área ante la crisis social y económica que se vivía y que distaba mucho de la ideología comunista de la Unión Soviética. Este discurso de APROH tomó fuerza a través del Plan Kissinger, Honduras fue utilizada dentro del plan como base de operaciones para apoyo a la contra revolución Nicaragüense tanto en su entrenamiento como en su apoyo logístico, para acentuar el control sobre los refugiados salvadoreños y de todos los hondureños que se identificaran con la guerra revolucionaria de la región. Al tomar Honduras fueron infiltrados todos los sectores del trabajo humano especialmente donde existían concentración de cualquier tipo de trabajadores. Gran parte de este trabajo de infiltración lo hicieron los integrantes de APROH, el Cuerpo de Paz, Causa Internacional, los Comités de la Defensa Civil y ciertas Sectas Religiosas. Este era personal entrenado para la investigación y no de choque contra el sentimiento del pueblo.
La Guerra de Baja Intensidad se enfocó a deslegitimar, aislar y socavar las bases de apoyo y sustentación de los grupos insurgentes, hasta lograr que dejaran de considerarse como alternativa de poder político posible y establecerse en su país. Este objetivo supuso priorizar la lucha político-ideológica sobre la acción militar y los frentes de lucha considerados como una guerra total y básica en su conjunto. Se creó un llamado “teatro de guerra” para mantener en tensión a la población por medio de sobrevuelo de helicópteros y aviones, movilización de patrullas con la sirena encendida y carros sin placas, movilizaciones del ejército y la policía con demostración de arsenal bélico; además de los llamados espías u orejas que hoy son llamados “infiltrados”. Centroamérica fue víctima escogida para un experimento estratégico-ofensivo de una guerra de contrainsurgencia, activa, cruel y degenerativa que al final perdieron como las otras guerras anteriores en Malaya, Kenia, China, Irlanda, Los UK de las Filipinas, la de los franceses en Argelia, la Guerra de Vietnam, la guerra del Japón y la guerra del Golfo Pérsico.
Según Eva Golinger el Pentágono acaba de aprobar una nueva directiva política que eleva el concepto de “Guerra Irregular” al mismo nivel que la “Guerra Tradicional”. Esta política busca preparar las fuerzas armadas estadounidenses para los conflictos del futuro e impedir los errores cometidos en Irak, afganistan, Vietnam y otros lugares. Se trata de “luchar de manera no convencional, utilizando y promoviendo movimientos de “resistencia” en países considerados “frágiles” por Estados Unidos para imponer gobernantes subordinados a los intereses de Washington. Por supuesto que uno de los países considerado “hostiles” pero no “enemigo” es Venezuela. Esta iniciativa es un plan para la construcción de una red global liderada y coordinada desde el Pentágono, compuesta por diferentes fuerzas militares, mercenarios y operadores políticos de diferentes países. La red será diseñada para realizar operaciones “contra-terroristas” constantes, se operará de manera clandestina, enfocada en subversión como mecanismo para lograr divisiones y conflictos en la sociedad civil, operaciones psicológicas contra las poblaciones y el uso de fuerzas especiales conjuntas para lograr el control y la subordinación civil en países estratégicos. La Guerra Irregular será la principal política bélica empleada por el Presidente Obama”.
Según expertos analistas internaciones nuevamente Honduras es utilizada, como experimento para desestabilizar los países que han alcanzado el desarrollo en sus democracias a través de los sectores progresistas de América Latina. En nuestro caso contemporáneo esta amenaza permanente ha recaído sobre aquellos países que en un esfuerzo por surgir del subdesarrollo han unido sus fuerzas y han creado un plan regional de gobierno basado en el rescate de todas aquellas fuentes de riqueza naturales, instituciones gubernamentales, patrimonio cultural que tienen que ver directamente con su idiosincrasia, con las necesidades y expectativas de los pueblos, denominada Alternativa Bolivariana para las Américas ALBA. Estamos seguros que en Honduras ya ha comenzado la “Guerra Irregular”. ¿Entonces el Frente Nacional de Resistencia Contra el Golpe de Estado debe replantearse su estrategia de lucha?.
Fue en este tiempo que un país tan pobre y miserable como el nuestro con gente servil y aduladora que nos gobernaba, obedientes a los dictados de Washington dejaron a nuestro país a su voluntad para implantar más de diez bases militares: Cucuyagua en el departamento de Copán, San Lorenzo en el departamento de Choluteca, el CREMS en Puerto Castilla, Palmerola en el departamento de Comayagua, Lepaterique en Francisco Morazán, base El Aguacate en el departamento de Olancho, base La Mesa en Cortés, Golosón en Atlántida, entre otras con el fin de desarrollar diversas maniobras como: Pegasus 1,2 y 3 año de 1983; Pino Alto 1 y 2 año de 1983; Granadero 1,2 y 3 año de 1984; Operación AHUASTARA 1 y 2 año de 1983; Universal Treck año de 1985; Halcón Vista; Cabañas 85. Es decir, que en dos años de 1983 a 1985 se realizaron 19 maniobras militares en nuestro país donde participaron ejércitos de Guatemala, El Salvador y Honduras y por supuesto el ejército norteamericano. Todas estas maniobras de guerra tenían un fondo estratégico “no de guerra de baja intensidad” sino de guerras regulares para enfrentar el “comunismo” de Nicaragua y Cuba. Fue en estos años que llegaron a nuestro pobre país los más grandes y reconocidos “Buitres de la Guerra” como: Robert Macfarlane: Asesor para Asuntos de Seguridad; Gaspar W. Welnberger: Secretario de Defensa de los Estados Unidos; Fred. C. Ikle : Secretario de Defensa y Jefe de Operaciones USA; Jean Kirk Patrick: Dama de Hierro enemiga de la Revolución Sandinista; Ronald Reagan: vino a Honduras en 1982 a darle el “visto bueno” a toda la estructura militar que se había montado en todo el territorio nacional; Henry A. Kissenger: vino a ratificar la conspiración material de Ronald Reagan en Honduras; George Bush: vino también a terminar de dar instrucciones a los traidores de nuestro país que habían entregado el territorio nacional al servicio de los intereses norteamericanos; Richard Stone: Asesor Militar del imperio yanqui; John Wikman: otro buitre militar; Paul Gorman: Político de gran prestigio en su país; Juan Pablo II; Antonine Leblanc; John W. Vessey; Belisario Betancourth; Ricardo de la Espriella; Wesley: Comandante de la Flota del Atlántico; Roberto Schweitzer; Eberhard Goll; Frederick Woernes; John F. Linkman; Carlgli Guarre; John H. Chaffee; Salvador Schlaefer; Bo Hi Pak (Causa Internacional); Humayum Mirza, entre otros. Hoy todavía tenemos la base Soto Cano en Palmerola, Comayagua y sin escrúpulos instalarán siete bases en Colombia según ellos para combatir el narcotráfico.
Esta triste verdad nos dice que los invasores norteamericanos siempre serán invasores, republicanos o demócratas, negros o blancos: son invasores de rapiña, asesinos que en vez de culturizar los humildes pueblos invadidos, se dedican al pillaje, destrucción de patrimonio cultural y natural, abuso y violación de los principios de convivencia humana. El enemigo de Latinoamérica siempre será Estados Unidos de Norteamérica.
Una vez cubiertos algunos de estos objetivos en el seno de la sociedad hondureña APROH realizó reformas estructurales sustanciales en esquemas políticos, económicos y administrativos como la modernización de las leyes administrativas, fiscales, económicas y sociales para acomodar toda la legislación del país al esquema ideológico político que prodigaba. Hoy el Congreso Nacional pretende disfrazadamente volver al servicio militar obligatorio.
Al hacer una relación de hechos de la década de los años ochenta con nuestros días, los miembros de este gobierno de facto con el apoyo de la Unión Cívica Democrática UCD y el Consejo Empresarial de América Latina CEAL portan en sus bocas asesinas el mismo discurso de la llamada década pérdida que aterrorizó a nuestro país con el desaparecimiento, tortura y muerte de hondureños y hondureñas, con el juego de presión psicológica, la represión a los manifestantes, amenazas personales a muerte, ocultamiento de la verdad a través de la manipulación de los medios de comunicación y el desprestigio de las organizaciones sociales que luchan por la instauración de una democracia popular.
Inicialmente APROH fue financiada por un grupo de empresarios hondureños, la junta directiva de APROH fue integrada por: Presidente: Gustavo Álvarez Martínez; Vicepresidente Miguel Facusse; Secretario: Oswaldo Ramos Soto,; Tesorero: Bernad Casanova; Finanzas y Membresía: Rafael Ferrari; Desarrollo Económico: Poul Vinelli; Asustos laborales y campesinos: Leonardo Callejas; Relacionaes Públicas: Osmond Maduro; Secretario ejecutivo: Benjamín Villanueva, Asesores: Abrahan Bennaton, Edgardo Sevilla y Emín Barjún. En una visita que mi madre en su búsqueda desesperada por encontrar a nuestro hermano Eduardo Becerra se entrevistó con Emilio Larach, Emilio Larach expresó en mayo de 1984 pertenecer a APROH “pero fui uno de los primeros en retirarme porque no me agradó el fondo de los objetivos políticos de esta organización y la actitud de su principal dirigente (Álvarez Martínez), los que consideré como algo que no estaba de acuerdo con los verdaderos sentimientos de la patria y la democracia. Nosotros que éramos socios activos no nos dábamos cuenta de la estructura orgánica de esta organización ni de su funcionamiento. De todo lo que recuerdo es que nos convocaba a una reunión donde asistimos con disciplina y de pronto se presentaba el General Álvarez, impotente y altanero y sin mediar palabras nos asignaba a cada uno de los presentes cierta cantidad de dinero en cada sesión a la cual asistíamos. Lo más raro de esto es que a ninguno de los contribuyentes nos daba cuenta en qué se empleaban las considerables sumas de dinero recaudado mensualmente”. Álvarez asignaba a cada miembro según sus posibilidades económicas cierta cantidad de dinero, de cada sesión según Emilio Larach recogía de cien mil a doscientos mil lempiras firmados en cheques. Así era como la empresa privada, algunos profesionales corruptos y los sindicatos blancos financiaban la muerte de nuestros compatriotas.
En abril de 1984 APROH se hizo presente en el foro Perspectivas para la Democracia en Centroamérica organizado en la ciudad de Miami por la Fundación Nacional Cubanoamericana. En dicho foro estuvieron presentes todos los presidentes de Centroamérica, el entonces embajador de EE.UU: en Honduras John Dimitri Negroponte, así como los embajadores de El Salvador y Costa Rica Thomas R. Pickering y Curtim Winsor Jr.; asistieron personalidades del Departamento de Estado y del Consejo Nacional de Seguridad de EE.UU., así como: Langhorn Mtley, Constantin Menges, Michel Barnes, Dante Facelll, Paula Hawking, Charles Percy, Otto Reich Willian Doherty, Richard Stone y de APROH 25 socios. (El Tiempo, abril de 1984, Pág. 14A)
Hoy, como lo hemos dicho en este documento, la historia se repite, como continuación de una estrategia que nunca dejó de ser ejecutada, pero que ha sufrido transformaciones a la par de la historia de los de Latino América que quieren su libertad.
Autores: Rebeca Becerra, Héctor Becerra y Roberto Becerra
https://www.alainet.org/fr/node/135887
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