El crecimiento económico que comenzó a finales de la administración Moscoso, alcanzó el 10% en 2007. Esto forma parte del ciclo económico mundial, que el pasado año estuvo en la parte más alta de la curva, y que no fue aprovechado por el Gobierno para iniciar un proceso de desarrollo económico, ni a garantizar la seguridad y soberanía alimentaria, por lo que tendremos que comprar alimentos más caros aún.

Se da por hecho que este año la economía estadounidense entrará en recesión, que es cuando la producción decrece durante dos trimestres consecutivos.

Escribo el 9-1-2008, un día antes que el presidente de la Reserva Federal (Fed) pronuncie un discurso sobre el estado de la economía norteamericana. La Casa Blanca prepara un paquete de incentivos fiscales que permita salir de la crisis.

El Foro Económico Mundial -conocido también como el Foro de Davos- se reunirá este mes en la ciudad suiza de Davos, donde los principales líderes empresariales y políticos del mundo analizarán el informe ‘Riesgos globales 2008’, en el que se afirma que "una recesión en EE.UU. no puede ser excluida en el próximo año".

Según el informe -en el que participaron Citigroup, Marsh & Mclennan, Swiss Re, Wharton School Risk Center y Zurich Financial Services-, los expertos discrepan sobre si los mercados asiáticos podrían tomar el relevo como motor de la economía mundial.

En forma similar se han manifestado los informes de coyuntura de los bancos de inversiones Merrill Lynch y Goldman Sachs. Para Merrill Lynch, la recesión de la economía norteamericana ya es una realidad.

El 9-11-2007 la Unión Europea revisó al alza (0.8%) la cifra de crecimiento económico en el tercer trimestre de 2007, lo que introdujo optimismo para el 2008. Las exportaciones aumentaron el 7.1% anual pese al alza del euro. Entre las economías europeas, la británica aparece como la más vulnerable, por su sistema financiero.

Wall Street vivió el 9-11-2007 una jornada volátil. La bolsa abrió en positivo, pero sucumbió pronto a las pérdidas ante el preocupante informe de los analistas de Goldman Sachs, que corroboró que EE.UU. se encuentra en recesión o entrará en ella de forma inminente, y pronosticó que su economía crecerá el 0.8% en el 2008 -frente al 1.8% previsto anteriormente-. También predijo Goldman Sachs que la Fed (banco central norteamericano) se verá obligada a bajar las tasas de interés a 2.5% para finales de 2008 -ahora están en 4.25%-.

El 9-11-2007 también se conoció el informe anual sobre la economía mundial que elabora la Organización de Naciones Unidas (ONU). El crecimiento global será del 3.4% en el 2008, pero alerta sobre el "claro peligro" de que la economía mundial sufra un estancamiento que rebajaría a menos de la mitad ese crecimiento. El escenario más pesimista se produciría según la ONU, si se agrava la crisis inmobiliaria en EE.UU. y si se acentúa la caída del dólar.

El precio de la onza de oro al contado batió el 9-11-2007 un nuevo récord, al rebasar los 890 dólares por primera vez en el mercado londinense y situarse en 891.70 dólares.

El director de la División de Globalización de la ONU, Heiner Flassbeck, comparó la situación en EE.UU. con un iceberg, "del que no sabemos aún si hemos visto su tamaño real o solo una parte" y sostuvo que en Europa "hay otros pequeños iceberg", como las tensiones en los mercados inmobiliarios de España y Reino Unido.

Los bancos de inversión esperan que la Fed rebaje medio punto la tasa de interés en su próxima reunión del 29 y 30 de enero, dejándolo en 3.75%.

La afectación a la economía panameña no sería tan grande si es verdad lo que expresa Andrew Beatty, de la agencia Reuters, que cita a un funcionario del gobierno de EE.UU.: “Se ha vuelto más difícil transferir dinero a través de los bancos por lo que hemos visto a mucha más gente llevar dinero hacia Panamá por el aeropuerto de la Ciudad de Panamá… Ellos lavan dinero a través del sector inmobiliario, el bancario y la Zona de Libre Comercio de Colón”.

A los observadores de la economía estadounidense les preocupa el alza de seis décimas en la tasa de desempleo durante 2007. Más de dos terceras partes del aumento de la producción y el empleo en los últimos seis años estuvieron relacionadas con los bienes raíces.

Demasiados norteamericanos no crearon un colchón en sus presupuestos y las compañías hipotecarias no los instaron a que lo hicieran. La burbuja inmobiliaria indujo a los estadounidenses a vivir con más de lo que tenían. En Panamá ocurre algo similar.

Manuel Castro Rodríguez
El autor es catedrático.