Elecciones en paz y con participación ciudadana
03/09/2007
- Opinión
Con el propósito de ejercer derechos concernientes a elegir y ser electos, los diferentes grupos sociales de Guatemala acudirán a votar en las elecciones a efectuarse el próximo nueve de septiembre para elegir al binomio presidencial, diputados y alcaldes. Es un proceso que forma parte del desarrollo democrático.
A partir de 1985 la sociedad guatemalteca logró la institucionalización del país y se fortaleció con la firma de los acuerdos de paz. Un hecho de especial importancia en el transcurso de esas décadas -hasta la actualidad- ha sido la continuidad de procesos electorales como parte de la democracia. En este contexto, candidatos y candidatas han expuesto sus planes de gobierno, propuestas y planteamientos a efectuar en caso sean electos.
La paz -como base en la cual se erige una sociedad- concierne a todos en Guatemala e inmersos en esta afirmación se encuentran el entendimiento, igualdad de derechos y respeto mutuo. Enfrente de un guatemalteco o guatemalteca no hay un adversario al cual se le debe destruir; por el contrario, es un ser humano con ideas diferentes. Este aspecto significa anular cualquier expresión de violencia e impulsar el diálogo y la negociación. Debe prevalecer la tolerancia y no el enfrentamiento. La intolerancia originó dolor, persecución y muerte en la sociedad guatemalteca durante los 36 años del conflicto armado interno. Ser tolerante no significa ser pasivo, pero la acción es acudir a votar para construir una sociedad con justicia (igualdad entre las partes).
Sólo mediante la cooperación social y el respeto al resultado del evento electoral, se logrará la continuidad de la paz pues este hecho involucra en forma activa a la población guatemalteca. Ningún partido político debe arrogarse la supremacía del evento electoral y debe respetar el criterio de ciudadanos y ciudadanas que emitieron su voto. La paz tiene como objetivo lograr la dignidad del ser humano, el entendimiento mutuo y la igualdad de derechos. Evitar la confrontación fortalecerá esos principios.
En Guatemala las acciones por la paz han permitido, en forma paulatina, erradicar la cultura de violencia. Esta es una realidad política y socioeconómica y su expresión social se encuentra inmersa en el actual proceso electoral. Significa anular cualquier signo que aliente la violencia pues es una etapa superada por la sociedad en Guatemala.
Proponerse como fin político la lucha por la paz y la democracia tiene el propósito de actuar contra cualquier forma que impida la libre acción de los ciudadanos, así se llamen propagandas negras o acciones de descalificación que llevan a cabo en forma negativa los impulsores de la falsa opinión. A ellos es necesario indicarles que existen hoy en Guatemala posibilidades políticas y sociales para vivir pacíficamente respetando el estado de derecho, en una democracia plural que permita el más amplio ejercicio de la libertad.
Considerar en forma consciente el desarrollo de una política de respeto, lo cual no significa desconocer la problemática socioeconómica del país, permite impulsar la organización popular para fortalecer el espacio electoral. La asistencia a las urnas debe realizarse como parte de una fiesta cívica sin agredir a nadie. La presencia en Guatemala de observadores nacionales e internacionales del proceso electoral, coadyuvará a fortalecer esta situación.
La posibilidad de acciones violentas al conocerse los resultados, es una expresión política del pasado. Hoy, debe recordarse, se encuentran presentes las ideas e inteligencia como armas para lograr el respeto en las elecciones. Únicamente de esa manera se podrán enfrentar los problemas nacionales con una crítica alejada del dogmatismo y sin posiciones ideológicas polarizadas.
Democracia y paz son estilos de vida, donde se encuentran los diferentes grupos culturales de la sociedad guatemalteca y se fortalece el respeto al desarrollo social de la mujer. Son términos que ubican conductas racionales. Expresan la presencia de valores como la libertad, tolerancia, pluralidad, y son consecuencia de cambios y transformaciones logradas por la ciudadanía guatemalteca. Por esta razón, guatemaltecos y guatemaltecas se encuentran inmersos en un proceso de modernidad y deben acudir a votar, pero sin agredir a nadie. Respetando el voto de la mayoría. Fortalezcamos la convivencia social. No a la violencia política.
Fuente: Incidencia Democrática (Guatemala)
http://www.i-dem.org
A partir de 1985 la sociedad guatemalteca logró la institucionalización del país y se fortaleció con la firma de los acuerdos de paz. Un hecho de especial importancia en el transcurso de esas décadas -hasta la actualidad- ha sido la continuidad de procesos electorales como parte de la democracia. En este contexto, candidatos y candidatas han expuesto sus planes de gobierno, propuestas y planteamientos a efectuar en caso sean electos.
La paz -como base en la cual se erige una sociedad- concierne a todos en Guatemala e inmersos en esta afirmación se encuentran el entendimiento, igualdad de derechos y respeto mutuo. Enfrente de un guatemalteco o guatemalteca no hay un adversario al cual se le debe destruir; por el contrario, es un ser humano con ideas diferentes. Este aspecto significa anular cualquier expresión de violencia e impulsar el diálogo y la negociación. Debe prevalecer la tolerancia y no el enfrentamiento. La intolerancia originó dolor, persecución y muerte en la sociedad guatemalteca durante los 36 años del conflicto armado interno. Ser tolerante no significa ser pasivo, pero la acción es acudir a votar para construir una sociedad con justicia (igualdad entre las partes).
Sólo mediante la cooperación social y el respeto al resultado del evento electoral, se logrará la continuidad de la paz pues este hecho involucra en forma activa a la población guatemalteca. Ningún partido político debe arrogarse la supremacía del evento electoral y debe respetar el criterio de ciudadanos y ciudadanas que emitieron su voto. La paz tiene como objetivo lograr la dignidad del ser humano, el entendimiento mutuo y la igualdad de derechos. Evitar la confrontación fortalecerá esos principios.
En Guatemala las acciones por la paz han permitido, en forma paulatina, erradicar la cultura de violencia. Esta es una realidad política y socioeconómica y su expresión social se encuentra inmersa en el actual proceso electoral. Significa anular cualquier signo que aliente la violencia pues es una etapa superada por la sociedad en Guatemala.
Proponerse como fin político la lucha por la paz y la democracia tiene el propósito de actuar contra cualquier forma que impida la libre acción de los ciudadanos, así se llamen propagandas negras o acciones de descalificación que llevan a cabo en forma negativa los impulsores de la falsa opinión. A ellos es necesario indicarles que existen hoy en Guatemala posibilidades políticas y sociales para vivir pacíficamente respetando el estado de derecho, en una democracia plural que permita el más amplio ejercicio de la libertad.
Considerar en forma consciente el desarrollo de una política de respeto, lo cual no significa desconocer la problemática socioeconómica del país, permite impulsar la organización popular para fortalecer el espacio electoral. La asistencia a las urnas debe realizarse como parte de una fiesta cívica sin agredir a nadie. La presencia en Guatemala de observadores nacionales e internacionales del proceso electoral, coadyuvará a fortalecer esta situación.
La posibilidad de acciones violentas al conocerse los resultados, es una expresión política del pasado. Hoy, debe recordarse, se encuentran presentes las ideas e inteligencia como armas para lograr el respeto en las elecciones. Únicamente de esa manera se podrán enfrentar los problemas nacionales con una crítica alejada del dogmatismo y sin posiciones ideológicas polarizadas.
Democracia y paz son estilos de vida, donde se encuentran los diferentes grupos culturales de la sociedad guatemalteca y se fortalece el respeto al desarrollo social de la mujer. Son términos que ubican conductas racionales. Expresan la presencia de valores como la libertad, tolerancia, pluralidad, y son consecuencia de cambios y transformaciones logradas por la ciudadanía guatemalteca. Por esta razón, guatemaltecos y guatemaltecas se encuentran inmersos en un proceso de modernidad y deben acudir a votar, pero sin agredir a nadie. Respetando el voto de la mayoría. Fortalezcamos la convivencia social. No a la violencia política.
Fuente: Incidencia Democrática (Guatemala)
http://www.i-dem.org
https://www.alainet.org/fr/node/123003
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