Esta semana se desarrolla el primer juicio por discriminación en la historia de Guatemala. El proceso legal se basa en las reformas al Código Penal introducidas en el año 2002 y que penalizan la discriminación. La demanda en contra de cinco personas vinculadas al Frente Republicano Guatemalteco (FRG), el partido del genocida Ríos Montt, se refiere a los insultos y agresiones que sufrió la Premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú Tum el 9 de octubre de 2003 cuando asistía a una audiencia en la Corte de Constitucionalidad. En esa fecha, un grupo de seguidores del General Ríos Montt agredió física y verbalmente a Rigoberta Menchú con lenguaje racista. La importancia de este juicio estriba en la creación de un precedente en Guatemala, puesto que se trata del primero relacionado con delitos de discriminación. Adicionalmente, este proceso reta la estructura socioeconómica y los vicios de la sociedad guatemalteca en relación con los Pueblos Indígenas y que han prevalecido por más de 500 años. A juicio van no solamente cinco personas, sino todos los racistas y los discriminadores en Guatemala. Los acusados son Elvia Domitila Morales de López, Vilma Vidalina Orellana Ruano, Ana Cristina López Kestler de Rosales, diputada al Parlamento Centroamericano; Enma Concepción Samayoa Robles, ex diputada, y Juan Carlos Ríos Ramírez, nieto de Ríos Montt. Los cinco pertenecen al FRG. Los cargos formulados en su contra son discriminación, coacción, amenazas y desorden público. En el caso de ser hallados culpables, podrían recibir una condena de al menos uno a cinco años. Rigoberta Menchú testificó el miércoles durante más de tres horas durante las cuales recreó las violentas escenas que vivió en octubre de 2003 y describió las consecuencias psicológicas del ataque. Los primeros dos días de la audiencia se caracterizaron por los esfuerzos de la defensa por retrasar el juicio mediante trucos superficiales, con el propósito infructuoso de lograr una posposición. Solicitamos su solidaridad, manden mensajes de apoyo a esta campaña y este esfuerzo. Confiamos en que ganaremos y que la justicia prevalecerá para construir un Estado de Derecho auténtico en Guatemala.