En Guatemala, si se pudo

03/09/2015
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Desde las dos de la madrugada del jueves tres de agosto de 2015, con tambores, trompetas y ondeando la bandera nacional, guatemaltecos y guatemaltecas celebraban la noticia que Otto Fernando Pérez Molina mandatario guatemalteco había presentado, la noche anterior, su renuncia al cargo.

 

El día histórico que ha vivido Guatemala es resultado del eco de las miles y miles de voces de hombres y mujeres de diferentes edades, de diferentes partes del país que durante cuatro meses consecutivos han permanecido en plantones, marchas y en el paro nacional realizado el pasado 27 de agosto, donde unánimes exigían la renuncia de la ahora ex presidenta Roxana Baldetti y ex presidente de la república Otto Pérez Molina, acusados de liderar la red de contrabando aduanero.

 

¡Si se pudo!, ¡Si se pudo!, eran los gritos que se escuchaban en las plazas de Guatemala, acompañados de la quema de cohetillos como muestra de satisfacción al ver resultados históricos. Setenta y un años antes los guatemaltecos y guatemaltecas habían vivido un evento similar cuando manifestaciones populares hicieron renunciar, en junio de 1944, al dictador Jorge Ubico que había estado catorce años en el poder

 

“En Guatemala esto apenas empieza” es otra de las consignas que resuenan al hacer referencia que la lucha y la demanda del pueblo no termina hasta ver la transformación completa del sistema político guatemalteco; sistema que por años ha sumergido al pueblo guatemalteco en la pobreza, inseguridad, corrupción y el incremento de muertes de personas inocentes por falta de atención médica. Por estas razones, las próximas elecciones no son la salida a la crisis que ha vivido Guatemala.

 

La Plataforma para las Reformas del Estado que agrupa a más de un centenar de organizaciones planteó una hoja de ruta indicando que para salir de la crisis que vive el país es necesario desarrollar tres fases: 1. Iniciar con la depuración del sistema político y para ello es urgente y necesario reformas a la ley electoral y de partidos políticos, con el fin de posibilitar una mayor participación y representatividad, así como mayor controles al financiamiento a los partidos políticos, entre otras reformas; 2 . Convocatoria e instalación a una asamblea nacional constituyente, que redacte una nueva constitución y sienta las bases para una transformación profunda del sistema económico, social y político 3. La implementación de las transformaciones contenidas en la nueva constitución.

 

Al ver hoy a la ex vicepresidenta Baldeti Elías en la Cárcel de Mujeres Santa Teresa y contemplar a Pérez Molina sentado en los tribunales de justicia escuchando las pruebas que presenta el Ministerio Público donde se le vincula en la millonaria defraudación aduanera que ha vivido el país, para miles de guatemaltecos y guatemaltecas, hace renacer la esperanza en la justicia para que todos los responsables vinculados en corrupción rindan cuentas ante la justicia.

 

Pero además de atacar la corrupción, la captura del expresidente representa la reivindicación de los miles de masacrados y torturados. Pérez Molina tiene cuentas pendientes con la historia y con los pueblos de Guatemala. En los años ochenta, en el territorio del Pueblo Maya Ixil, en uno de los departamentos donde se dieron el mayor número de masacres de las más de 600 que cometió el ejército de Guatemala, el ahora expresidente, oficial del ejército guatemalteco, era conocido, en ese entonces, con el seudónimo de “Tito Arias”. No es casual que en una de las mayores manifestaciones, una joven ixil portaba una pancarta en la que se podía leer: “Tito Arias, recuerdas los miles que mataste y mandaste a matar? Nosotros somos sus Voces”. Pues con la alegría y cohetillos, también se hicieron presentes esas voces para exigir justicia. Los rayos de sol que iluminaron este día, también son los rayos que iluminan el inicio de un nuevo amanecer en la historia de Guatemala.

 

Al salir de tribunales el expresidente Pérez Molina dijo: “hay tiempos para cada momento”, y sí; hoy llegó el momento en que miles de guatemaltecos y guatemaltecas ven con orgullo y dignidad el participar pacífica y permanente en las actividades de protesta haciendo suyas la consigna “la unión hace la fuerza”, fuerza que se ha vivido en las calles y en las plazas a nivel nacional.

 

Hoy es el inicio de una nueva etapa donde urge resolver las grandes demandas de la población, nueva etapa donde sin dudarlo también celebrarían los hombres y mujeres mártires de la lucha y resistencia y por quienes perdieron la vida víctimas de la corrupción y el incumplimiento de un Estado y gobierno que no garantiza los derechos de la ciudadanía. Como dice una de las consignas que se ha gritado en estos días…”Esto apenas empieza”, la lucha continúa para las y los guatemaltecos.

 

Antecedentes:

 

Otto Fernando Pérez Molina de 65 años de edad, , exjefe de la “G2”, la temida inteligencia militar del ejército guatemalteco; exministro de la defensa; general retirado, primer militar electo popularmente durante la era democrática, cuadragésimo octavo presidente de la república electo en el año 2011, señalado de ser uno de los cabecillas de la red de defraudación aduanera La Línea. Deja deshonrosamente de ser presidente de Guatemala después de presentar su renuncia al cargo y ser aceptada por unanimidad en el Congreso de la República. En la actualidad se encuentra en prisión provisional por peligro de fuga. 

https://www.alainet.org/es/articulo/172174?language=en
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