12 años de la Constitución de 99
15/12/2011
- Opinión
Aunque la euforia constitucional ha bajado un poco en las esferas burocráticas, nuestro pueblo no debe pasar por alto la fecha de entrada en vigencia de la nueva Carta Magna.
Son muchas las razones para valorar altamente tal efemérides.
La primera es que nuestra Constitución Bolivariana nació de un movimiento político social de profundo contenido democrático. La participación masiva de toda la sociedad venezolana en la redacción de su Ley Fundamental constituyó un hecho inédito de nuestra vida republicana.
La segunda es precisamente la consumación de esa esencia democrática al aprobar por primera vez, en toda la historia política del país, una Constitución en referéndum popular.
La legitimidad de la naciente Constitución de la República Bolivariana de Venezuela fue realmente abrumadora: más del 80% de la población le dio el sí.
La tercera poderosa razón es la pertinencia de los cambios planteados en la convocatoria constituyente. El poder originario del pueblo abrió la compuerta de la transformación democrática del estado y la sociedad.
Esos cambios se resumen, básicamente, en cinco asuntos: establecer la democracia participativa y protagónica, rescatar la ética en la función pública, echar las bases de una economía productiva independiente, construir una sociedad más igualitaria y desarrollar una nueva federación basada en transferir poder al pueblo.
En aquel momento no habíamos hablado aún de socialismo, pero era innegable que tal premisa estaba en la médula de todos nuestros esfuerzos.
La lucha por instaurar pacíficamente el modelo de Estado de la nueva Constitución, trajo consigo la dialéctica reacción de los poderes fácticos que se niegan a perder su vieja hegemonía, de allí la confrontación necesaria que se fue atravesando en el camino revolucionario.
El pueblo venezolano debe sentirse orgulloso de los logros alcanzados con la Constitución del 99. Es cierto que nos falta mucho por andar y hacer, pero la ruta escogida fue la correcta y la senda por venir seguro será de triunfos colectivos.
La práctica nos dijo que el llamado apresurado a Reforma fue un error, que luego corregimos con la salida inteligente de la Enmienda.
Ya llegará el momento idóneo para reformas revolucionarias que nos ayuden a consolidar el carácter socialista de nuestra revolución y para ello siempre debemos contar con una clara mayoría popular. Por ahora los instrumentos legales van allanando el camino para los cambios mayores.
En el umbral de un año electoral que definirá el futuro cercano de nuestra nación, miremos con optimismo las enormes posibilidades que tenemos como país, y seamos dignos de nuestra herencia patria mejorando las actitudes productivas y ciudadanas, y afilando la conciencia para el asalto de las utopías.
Aquél chispazo detonador del despegue revolucionario que fue la victoria de Chávez el 6 de diciembre de 1998, tendrá en 2012 la ocasión de revalidarse con opción de ser más acertados y eficaces en la tarea de ser una potencia para la paz y el buen vivir. ¡Viva la Constitución Bolivariana!
- Yldefonso Finol es Constituyente de 1999. Presidente de la Comisión Nacional de Refugiados
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