25 de noviembre con más violencia hacia las mujeres

20/11/2009
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Ya se acerca otro 25 de noviembre y la demagogia oficialista se apresta a vaciar de contenido el Día Latinoamericano de la No Violencia Hacia las Mujeres. Deshonran la determinación de las mujeres, quienes en el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, celebrado en Bogotá en 1981, adoptaron la fecha como reflexión por el asesinato de las hermanas Mirabal en manos del dictador Trujillo (República Dominicana). Desde entonces, el 25 de noviembre constituye una convocatoria internacional para denunciar todas las formas de violencia hacia las mujeres.
 
Habrá actos oficiales, quienes feminizan la pobreza se rasgarán las vestiduras, este año dirán que somos un país “civilizado” porque tienen una candidata a la presidencia. Pero, qué lejos está la candidata de las Cámaras patronales respecto de los ideales de igualdad real y de repudio a toda forma de violencia contra las mujeres que se conmemora el 25 de noviembre. Lejos está la candidata neoliberal de los ideales perseguidos por la dirigenta socialista Clara Zetkin, cuando propuso el 8 de marzo como fecha para conmemorar las luchas de las mujeres trabajadoras.
 
Los intereses que defiende la candidata oficialista, igual que los candidatos de la falsa oposición, son equidistantes de la legítima aspiración a una vida sin violencia contra las mujeres (25/11) y a una sociedad que garantice la equidad (8/03). Laura Chinchilla ya ha gobernado Costa Rica varias veces, la última lo hizo como Vice Presidenta de la República y nos legó un país donde las mujeres pobres son más pobres que cuando ella asumió el cargo. Su gobierno debilitó la poca institucionalidad pre existente a favor de la equidad de género, sus leales alcaldes desaparecieron las oficinas de la mujer en casi todos los ayuntamientos, sus diputados quedaron en deuda en su deber de legislar a favor de la igualdad real y sus súbditos magistrados constitucionales nunca entendieron nada sobre la violencia de género.
 
El gobierno de Laura Chinchilla desató la persecución sindical contra la Secretaria de Asuntos de la Mujer de la Unión de Empleados del INS, persiguió a la Defensora de los Habitantes por no prestarse a aplaudir la venta del país a través del TLC. El gobierno de Laura Chinchilla, apoyado por el Movimiento Libertario y el PUSC, cargó la crisis económica sobre las espaldas de las mujeres pobres, mientras los que financian su multimillonaria campaña electorera se llenaban los bolsillos. Los datos de la reciente encuesta de hogares muestran de manera alarmante cómo la crisis no la pagaron todos los costarricenses, los ricos se hicieron más ricos y los pobres, sobre todo las mujeres, se hicieron más pobres.
 
Crecen todas las formas de violencia contra las mujeres y los femicidios se expanden como una lacra imparable, mientras las autoridades no hacen nada en materia educativa, preventiva y de protección. Las mujeres que se atreven a denunciar a sus agresores permanecen desamparadas, a la espera de que el asesino aparezca nuevamente y acabe con su vida a machetazos. Violencia contra las mujeres también es privarlas de un salario justo, de un techo digno, de oportunidades educativas para las madres adolescentes y adultas. También es violencia que las mujeres campesinas e indígenas tengan que competir contra los productos subsidiados que vienen del norte. Violencia de género es que las mujeres deban esperar meses, a veces años, para obtener citas con especialistas en la CCSS, que sigan muriendo de cáncer de mamas perfectamente tratables si se descubren a tiempo.
 
Ojalá este 25 de noviembre Laura Chinchilla y la colección de candidatos neoliberales tengan un poco de vergüenza y no se aparezcan por los actos de conmemoración que con toda justicia realizarán las mujeres.
 

- Giovanni Beluche V. es Sociólogo

https://www.alainet.org/es/articulo/137855
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