Tremendo ridículo hicieron el gobierno y el gacetillero de La Nación Julio Rodríguez, tratando de relacionar al gran movimiento opositor al neoliberialismo con las FARC y el narcotráfico. Esta campaña es parte del régimen de terror, que busca desprestigiar a dirigentes políticos de la oposición al modelo de hambre y exclusión. Sigue la campaña del miedo, tratando de asustar a la población para alejarla de toda opción política y electoral que el régimen no controle.

El papelazo fue tal que más bien tuvieron que callarle la boca al Ex Ministro Berrocal, para que no se les viniera abajo el pacto de los 38 vendepatrias en la Asamblea Legislativa. Si alguien podía salir embarrado con las declaraciones del ex encargado de de Seguridad, son los altos ex funcionarios de las dos administraciones pasadas del PUSC, cuyos diputados están en completa luna de miel con el gobierno de los hermanos Arias Sánchez. La componenda busca cerrar un tema delicado, pues ambos partidos mayoritarios serían los principales perjudicados si se destapa la olla de grillos.

Para desviar la atención, el régimen ha tratado de implicar a líderes de izquierda, dirigentes sindicales, defensores de los derechos humanos, funcionarios de ONGs, miembros de Comités Patrióticos, con supuestos nexos con las FARC. Y por arte de malabarismo los conecta con el terrorismo, el narcotráfico y con el propio diablo en calzoncillos.

Pero como somos un pueblo con memoria, recordamos que en Costa Rica cuando se ha hablado de vínculos entre políticos y narcotráfico, quienes han salido salpicados son los partidos de la derecha neoliberal. ¿Para quién trabajaba Ricardo Allem?; ¿No fue al mismo Oscar Arias a quien se mencionó como beneficiario de dinero del ex General Manuel A. Noriega, para la campaña en la que fue electo presidente por primera vez?; ¿No hubo un escandalete reciente sobre relaciones de Cyro Casas, hermano del renunciado Vicepresidente Kevin Casas, con John Najor supuesto narcoterrorista?; ¿No fue al Ex Ministro del PUSC Rogelio Ramos, a quien Berrocal mencionó como responsable de irregularidades en el otorgamiento de visas a chinos y colombianos?

En vez de desatar la cacería de brujas, las autoridades y los grandes medios de comunicación deberían estar investigando el origen de los multimillonarios fondos que se gastó la Alianza del Sí durante la campaña del referéndum. También deberían averiguar de dónde procede el dinero con que financian sus campañas electorales el PLN, el PUSC y el Movimiento Libertario.

Pero nada de esto saldrá a la luz con una Comisión Especial Investigadora que nació mal. El origen del bochornoso escándalo fue que Berrocal responsabilizó a las administraciones del PUSC de supuestas irregularidades con el otorgamiento de visas a chinos y colombianos. Pero, la moción para crear la Comisión especial, que fue iniciativa de diputados del PUSC, NO INCLUYÓ ENTRE SUS OBJETIVOS INVESTIGAR LA VENTA DE VISAS a ciudadanos chinos y colombianos.

Nada se puede esperar de una Comisión dirigida por Mayi Antillón, ¿acaso investigará a sus patrones?, en un circo en que de sus nueve integrantes seis son diputados del Pacto Vendepatria. ¿Por qué no aceptaron que esta investigación la hiciera la Comisión de Narcotráfico?, ¿Será porque en esa Comisión el PLN solo tiene tres diputados y la preside un legislador del PAC?

Los ciudadanos honestos no debemos caer en el juego de esta campaña del miedo y las mentiras. Debemos cerrar filas para movilizarnos contra la corrupción, contra las medidas neoliberales y su paquete de alzas de los artículos de primera necesidad. También hay que ir construyendo las alianzas para derrotar a los neoliberales en las próximas elecciones.

- Giovanni Beluche V.Sociólogo