Quito, capital política de América Latina
09/08/2009
- Opinión
La ciudad colonial más hermosa de América Latina, Quito, capital de la República del Ecuador, ha sido durante los últimos días la capital política de América Latina, no sólo por los múltiples y creativos actos de conmemoración del Bicentenario del Primer Grito de la Independencia, sino además por la segunda posesión presidencial, en los últimos tres años, del joven y rebelde dirigente de Alianza País, Rafael Correa Delgado, quien luego de poner fin a la presencia colonial de la Base Militar nrteamericana en Manta, ha prometido radicalizar su Revolución Ciudadana para construir una nueva economía al servicio de las mayorías empobrecidas y un Estado unitario plurinacional y multicultural que haga justicia a los pueblos indígenas, afros, cholos, montubios y mestizos, empobrecidos y excluidos.
El ALBA y UNASUR apoyan al Presidente Manuel Zelaya
La simultánea reunión de los Jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Bolivariana de los Pueblos, ALBA, y de la Unión de Naciones Sudamericanas, UNASUR, ha puesto de manifiesto el carácter irreversible de los cambios que se viven en América Latina, así como el repudio y la condena unánime, de los Gobiernos y los pueblos, al Golpe de Estado consumado por la oligarquía hondureña contra el gobierno popular y constitucional del Presidente Manuel Zelaya, acto irracional y antidemocrático que ha desenmascarado la complicidad activa de los mandos de la Base militar yanqui de Palmerola.
El Presidente Chávez advierte amenazas guerreristas
El Presidente Hugo Chávez, de Venezuela, que en el Ecuador tiene los índices de popularidad más altos para un Jefe de Estado latinoamericano, en la reunión de UNASUR advirtió los graves peligros que se ciernen para América Latina si se concretan los acuerdos entre Uribe Vélez y el iperialismo yanqui que pretenden instalar siete bases militares en territorio colombiano, en lo que parece ser el inicio de un nuevo ciclo de la política regional de los Estados Unidos de América, que ahora pretenden reafirmar su hegemonía continental y resolver los problemas de la crisis financiera, retornando a la vieja estrategia de activar el complejo militar industrial desatando guerras de agresión contra otros pueblos, en este caso con la complicidad del gobierno paramilitar y narcotraficante de Alvaro Uribe Vélez.
En horas de la mañana de este diez de agosto, en la histórica Sala Capitular de la Iglesia de San Agustín, en el seno de la reunión de Jefes de Estado de la UNASUR, el Presidente Hugo Chávez Frías, de Venezuela, cumplió con el deber moral de alertar a los gobernantes de América Latina sobre este nuevo peligro y la amenaza que significa para la subregión la instalación de siete bases militares yanquis, hecho que podría terminar con una guerra de imprevisibles consecuencias. La UNASUR resolvió, por unanimidad, acoger la propuesta de la Presidenta de Argentina, Graciela Fernández, para promover una reunión en Buenos Aires con el ausente Uribe Vélez y también la iniciativa, mucho más categórica, del Presidente Lula Da Silva, del Brasil, que pidió que UNASUR promueva una reunión urgente con el Presidente Barak Obama para aclarar cuál es la posición de los Estados Unidos de América en sus relaciones con América Latina. El sabio y curtido dirigente obrero, que hoy Preside el mayor Estado Latinoamericano, parecía decir que hay que hablar con el dueño del circo y no con uno de sus payasos.
En la noche, al norte de la bella ciudad, en el Estado Olímpico que lleva el nombre del último soberano de los Incas, Atahualpa, el pueblo quiteño y ecuatoriano vivió una fiesta – por la posesión de Rafael Correa - en la que cantaron, recitaron y dialogaron con el pueblo los presidentes latinoamericanos Manuel Zelaya, de Honduras, Hugo Chávez, de Venezuela y Raúl Castro, de Cuba.
La proliferación de actos culturales, profundamente ecuatorianos y latinoamericanos, y la fiesta de nuestros pueblos con sus gobernantes legítimos demuestra por qué América Latina es hoy la región del mundo en la que se respira más esperanza y optimismo.
Quito, 10 de agosto del 2009.
Año del Bicentenario.
- Manuel Salgado Tamayo es Profesor de la Universidad Central del Ecuador.
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