Las enseñanzas de la Sexta Marcha Indígena

16/07/2007
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Hace nueve días partió de Santa cruz la sexta marcha indígena, esta vez hacia la ciudad de Sucre, sede de la Asamblea Constituyente y donde el debate de las autonomías es ardoroso aunque en muchos casos superficial.

Las cinco anteriores caminatas de cientos de kilómetros a pie tuvieron sus motivos específicos aunque siempre relacionados unos con otros: En 1990 fue la "Marcha por el Territorio y la Dignidad" (de Trinidad a La Paz); en 1996 la "Marcha por el Territorio, el Desarrollo y la Participación Política de los Pueblos Indígenas" (Samaipata-La Paz).

En 2000 se realizó la "Marcha por la Tierra, el Territorio y los Recursos Naturales", salió de Montero y llegó a La Paz. En 2002 se realizó la "Marcha por la Soberanía Popular, el Territorio y los Recursos Naturales" (Santa Cruz-La Paz).

Ya en octubre y noviembre de 2006, los indígenas marcharon de Santa Cruz a La Paz y obligaron al Parlamento a aprobar la Ley de Reconversión Comunitaria de la Reforma Agraria.

En las cinco marchas se exigió la Asamblea Constituyente como una forma de hacer respetar la autonomía de los pueblos indígenas del oriente en particular y de Bolivia en general.

A partir de esta rápida revisión pueden extraerse algunas lecciones aprendidas:

La primera es que en sus largas caminatas, los indígenas del oriente boliviano se plantearon exigir el ejercicio de derechos ciudadanos elementales, reconocidos en teoría o en textos, pero no practicados.

Un ejemplo es el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, reconocida y ratificada en Bolivia por la Ley 1259 del 11 de julio de 1991.

La segunda enseñanza es que con los planteamientos de tierra, territorio, participación política, los indígenas se adelantaron a conspicuos académicos como los integrantes de las prestigiosa Academia de la Historia.

Ni qué decir de los prestigiosos analistas o intelectuales, de oriente y de occidente, que tienen decenas de libros en su favor, pero miraron muy poco tierra adentro, al menos en Santa cruz.

Y si lo hicieron, tuvieron poco tino porque, por ejemplo, poco se sabe de las vidas del guaraní Apiaguayqui Tumpa o del mojeño Pedro Ignacio Muiba, ambos héroes casi desconocidos intencionalmente...

La tercera lección es que cada una de las kilométricas marchas logró ciertos y determinados avances: Una para la Ley INRA, otra para el reconocimiento de derechos, otra para la reforma de la Ley INRA...

Y una de esas marchas fue para exigir la convocatoria a la Asamblea Constituyente cuando en Bolivia funcionaba el Consejo Ciudadano para la reforma de la Constitución Política del estado, compuesta por "ciudadanos notables" como Carlos Mesa.

Es decir, se lograron avances. Y el de la sexta marcha puede ser el avance definitivo para cambiar de veras Bolivia. Y es hora de ese cambio...


- ANC – Agencia de Noticias Chaco-Amazonía

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