Mientras la última encuesta le da amplia ventaja al magnate bananero Alvaro Noboa, el izquierdista Rafael Correa intenta convencer a los sectores que se oponen al imperio de la demagogia y el dinero. La carrera recién comenzó.

Los competidores ya salieron de la línea de partida, sus equipos prepararon la estrategia de manejo, el público mira entre desconfiado y expectante, la habilidad de los pilotos puede ser más determinante que los millones que cada escudería ha puesto en cada coche, en esta carrera que terminará el 26 de noviembre.

Uno de los corredores, conduce con la zurda y es el favorito de las clases bajas, aunque no de los dueños del circo, dice que ya no habrá que soportar las influencias de los poderes de las grandes marcas de competición y que con el trabajo unido también los humildes pueden ganar la carrera.

El otro, maneja con la derecha y le gusta mostrarse ante la tribuna como un playboy con dinero, publicidad, repartiendo sonrisas y prometiendo el oro y el moro.

El escenario; Ecuador, la carrera; la presidencia, los competidores: el economista Rafael Correa, de la Alianza País y Alvaro Noboa, del Partido Renovador Institucional (Prian). Dos modelos que a priori parecen antagónicos y dos personajes (casualmente de la misma ciudad, Guayaquil) que se presentan en dos planos distintos de la realidad.

Correa, a quien su adversario le reprocha de ser un aliado del presidente venezolano, Hugo Chávez, retomó como bandera la lucha contra los poderes económicos y políticos que durante años arrastraron a más del 70 por ciento de la población a la miseria. El ex ministro de economía llamó a la población a no dejarse engañar por el multimillonario Noboa, quien ofrece ahora sillas de rueda y dinero, y “mañana no entregará nada”.

"Nada se puede esperar de los ricos pillos y evasores", subrayó el aspirante presidencia al prometer reducir el Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 12 al 10 por ciento para estimular la producción y aliviar el costo de la vida a los más pobres.

El economista recordó que con el magnate bananero se privatizará el petróleo, la educación, la salud, la seguridad social y hasta el agua. Según él la jornada de trabajo de será de 48 horas por semana.

En su gobierno el petróleo "será para todos los ecuatorianos y la educación y salud no serán mercancías, sino derechos fundamentales de todas las personas, garantizado por el Estado".

Noboa por su parte se quejó de los llamados realizados por la institución católica ecuatoriana a no abusar de dios en la campaña electoral y la instó a no inmiscuirse en la política, informó la agencia Prensa Latina. El multimillonario, quien se autoproclama enviado de Dios, hace campaña entregando microcréditos y regalando dinero en efectivo.

Portavoz de la derecha ecuatoriana, que aun así lo mira con desconfianza, Noboa acusa a su contrincante de querer sumar al Ecuador a la lista de países considerados por Estados Unidos eje del mal como Venezuela, Cuba y Bolivia.

Ayer se conoció una última encuesta de la red Gamavisión que da claro ganador al derechista de cara a la segunda vuelta el 26 de noviembre. El empresario bananero obtiene el 50 por ciento de las intenciones de voto, mientras que Correa, tiene el 28 por ciento.

El estudio indica que un 16 por ciento de los encuestados se inclina por anular el sufragio, mientras que el uno por ciento votará en blanco y otro 5 ó 6 por ciento aún no ha decidido a quién apoyará o se negó a contestar.

El sondeo indica que Noboa tiene una alta aceptación en la región costera del país, con el 59 por ciento de las intenciones de voto frente al 22 por ciento de Correa, mientras que en la zona andina, hay un empate técnico al tener Noboa el 36 por ciento y Correa el 37 por ciento.

En la región amazónica, Noboa cuenta con un 47 por ciento de apoyo y Correa con el 27 por ciento, en tanto que en Galápagos, Noboa capta el 52 por ciento y Correa el 38 por ciento, según el sondeo de Consultar.

En la primera vuelta, el pasado 15 de octubre, Noboa pasó a la segunda vuelta con el 26,83 por ciento de los votos válidos y con una bancada parlamentaria de mayoría en el Congreso unicameral.

Correa llegó en segundo lugar al balotaje con 22,84 por ciento y sin diputados, ya que el postulante presidencial no presentó candidaturas parlamentarias por rechazar al Congreso por su desprestigio político e impulsar la Asamblea Constituyente con plenos poderes.

Dos estilos de conducción para una carrera que ya eliminó a varios competidores y que sólo mostrará a uno feliz en la línea de llegada. Lo que ocurra de ahí en más, será parte del circo o del entusiasmo popular.

Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Mar del Plata / Argentina

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