Una intervención militar de EE.UU.
El golpe final hacia Venezuela? (parte II)
12/03/2006
- Opinión
Como será el teatro de operaciones diseñado por Washington para agredir al país sudamericano. La política exterior de Caracas, acercamientos a Rusia, China e Irán.
Ante las constantes agresiones diplomáticas de Washington hacia Caracas, el 4 de enero del corriente año, el mandatario venezolano, Hugo Chávez advirtió que no le cuesta nada “mandar a cerrar las refinerías que tenemos allá”.
La empresa venezolana Citgo posee tres plantas que procesan 942 mil barriles diarios de crudo y casi 14 mil estaciones de gasolina en Estados Unidos.
En la actualidad, Venezuela a nivel mundial cuenta en sus entrañas con la más grande reserva de petróleo extraíble con las tecnologías actuales. Y según diversos estudios, en los próximos 50 años ese país será el único con petróleo para exportar en el hemisferio occidental. Además, hay que tener en cuenta que el transporte hacia Estados Unidos, México y Canadá, su principal mercado de hidrocarburos, es bastante corto.
En ese sentido, para los halcones de Washington, Venezuela es una zona tan importante y quizás mucho mas que Medio Oriente, por situarse en su llamado “patio trasero” y en su zona de exclusividad según la concepción de la Doctrina Monroe.
Esta situación, también esta señalada dentro de la estrategia geopolítica del Plan Colombia, donde el apoderamiento de los recursos energéticos del país sudamericano podría acentuarse a 800 mil millones de barriles de petróleo, necesarios para Estados Unidos para el mantenimiento de su economía en los próximos 40 años.
La metodología del plan de intervención en Venezuela, sería muy similar a implementado en Haití en los últimos meses, y un documento redactado en enero de este año denominado Informe del Center for Security Policy, Estados Unidos plantea los métodos a seguir sobre la cuestión venezolana.
El documento remarca la necesidad de efectuar un “cambio de régimen” en el país sudamericano para el cual la intervención militar se basa en la siguiente estrategia:
“Es posible la acción multilateral sin las Naciones Unidas (ONU). No hay necesidad de que la ONU se involucre. La Organización de Estados Americanos (OEA) es el mejor foro para el debate y la acción multilateral; es una de las organizaciones transnacionales más antiguas del mundo, es bien aceptada por todo el hemisferio, cuenta con la legitimidad regional y resguarda la toma de decisiones dentro del conjunto de los países de las Américas”, sostiene el informe.
El documento también agrega que “la OEA tiene el poder de expulsar a estados miembros que no busquen cumplir con los principios básicos de la democracia, tal como ha hecho con Cuba. Brasil y otros países han resultado ser socios confiables y efectivos en operaciones de las fuerzas de paz en la cuenca del Caribe, zona compartida por Venezuela”.
En ese sentido, el escrito destaca que “adoptar la ruta de la OEA implicaría la acción directa por parte de Estados Unidos”. Y añade que si se hace uso de “una estrategia basada en la Carta Democrática puede funcionar sólo después de una campaña de diplomacia pública hacia una prolongada y precisa revelación en torno a la amenaza del régimen a la seguridad hemisférica y los derechos humanos”.
Entonces, demostradas la intenciones de Washington de efectuar un “cambio de régimen” en Venezuela, ahora cabe deducir como sería el teatro de operaciones en una eventual intervención armada estadounidense en Venezuela.
La estrategia estadounidense contra Venezuela también tiene sus derivados para destruir la revolución cubana. Tras el derrocamiento del gobierno de Chávez, Washington realizaría el corte de los suministros de energía y comerciales hacia la isla, con perspectivas de un estrangulamiento económico y con la posibilidad de una intervención militar contra La Habana.
Un ataque conjunto entre Estados Unidos y Colombia contra el gobierno de Caracas, apoyados por terroristas internos y por la oligarquía golpista, parece ser el más factible y además cuenta con sus antecedentes de preparación.
Los halcones de Washington y el presidente de Colombia, Álvaro Uribe en los últimos tiempos reforzaron en gran medida las bases militares que rodean la frontera venezolana. Por otro lado, existieron diversas incursiones militares desde Colombia hacia territorio venezolano, que según los analistas sirven para medir la capacidad defensiva de las fuerzas venezolanas.
Durante los últimos años, Washington abasteció a Bogotá con grandes sumas de dinero en ayuda militar. Esto provocó que las fuerzas armadas colombianas aumentaran su tamaño tres veces más y modernizara su tecnología militar.
El sociólogo estadounidense James Petras, también vislumbra un escenario bélico con estas características. Según sus palabras, “Estados Unidos confía en una “estrategia triangular” para derrocar el régimen de Chávez”.
Petras sostiene que se realizaría una invasión militar desde Colombia, la intervención estadounidense (ataques aéreos, fuerzas especiales para asesinar a funcionarios claves) y un levantamiento interno por medio de terroristas infiltrados y militares traidores, apoyados por las elites claves de los medios de comunicación, de las finanzas y del petróleo.
En ese sentido, “la estrategia implica la toma del poder estatal, la expulsión de las misiones de ayuda cubanas y la ruptura de todos los acuerdos con Cuba”, concluye Petras.
Para esto, las constantes campañas mediáticas contra Cuba y Venezuela también son una herramienta principal para “demonizar” a estos dos países. El llamado “Eje del mal” latinoamericano, una versión ridícula inventada por los hombres de Washington, trata de ubicar a Caracas y La Habana en una situación que permita a Estados Unidos aislarlos políticamente.
Sin embargo, hasta el momento, esa intención no tuvo eco en los países de la región, pero no se descarta que esta campaña de acentué en el futuro.
El objetivo de esta estrategia consiste en impedir una alianza entre Venezuela y Cuba. Además, estos dos países son los más airados en la lucha contra el imperialismo estadounidense en el continente americano.
A su vez, las distintas reformas que ejercen Caracas y La Habana como una alternativa de bienestar social, la reforma agraria, el apoyo de cubano a los programas de ayuda social de Venezuela consolidó el apoyo de las masas hacia el gobierno de Chávez y esto es un factor muy importante en torno a la defensa del proceso bolivariano.
En caso de que en un conflicto interestatal entre Colombia y Venezuela no se presente, es muy probable que los halcones de Washington opten por ejecutar contra Caracas el llamado “modelo Haití”.
Para esta situación, sería necesario para Bush y sus hombres crear un escenario interno de desestabilización en Venezuela. Además de instaurar las condiciones económicas, políticas y sociales para la intervención de una fuerza multinacional como la OEA, similar a la que se practicó en Haití en 2004.
Los últimos comicios realizados en Venezuela el año pasado, con el triunfo de Chávez, boicot de la oposición auspiciados por Washington incluido, son una señal de el escenario que prepara la Casa Blanca para acusar a Caracas como un país con “falta de democracia”.
Es así que el 18 de diciembre de 2005, el presidente venezolano, denunció una reunión conspirativa de ex militares venezolanos y colombianos, realizada en Colombia, donde también participó un oficial de Estados Unidos.
Chávez aseguró que la reunión fue de "unos militares retirados golpistas del 11 de abril de 2002 y un oficial estadounidense".
A esto se suma un plan conspirativo contra Chávez preparado para las elecciones de diciembre. “Las denuncias de un complot terrorista durante las pasadas elecciones parlamentarias son el comienzo de un plan violento que pretende introducir la violencia en el país”, denunció Chávez en esa oportunidad.
El primer mandatario venezolano precisó que las denuncias presentadas por parlamentarios sobre un plan terrorista, en el que los complotados estimaron morirían 15 mil personas, constituyen la “punta del iceberg” de un movimiento internacional para provocar la violencia.
Según su denuncia, algunos militares golpistas que participaron en los sucesos de 2002 llamaron a varios batallones en el estado de Guárico como parte de los planes desestabilizadores, que incluyen la posibilidad de un magnicidio. Los legisladores también expusieron grabaciones en las que los complotados hablan de la utilización de la valija diplomática estadounidense.
Otro cuestión clave, y que desagrada mucho a la Casa Blanca, que además posteriormente puede ser usado para intentar aislar al gobierno de Chávez, es la política exterior a la que giró Caracas en los últimos tiempos.
Al ser atacado constantemente por la diplomacia estadounidense, Chávez se acerco a Rusia, China e Irán. Con Moscú tubo ambiguas aproximaciones políticas, lo destacable es que el país euroasiático a modernizado las fuerzas armadas venezolanas mediante la venta de armamento militar.
Venezuela lanzó el año pasado un programa de renovación de su parque de armas y pactó con Rusia la compra de hasta 40 helicópteros MI-17 y MI-35, con una avanzadilla de 15 que llegarán este año, y 100 mil fusiles AK-103 kalashnikov para su Fuerza Armada de 80 mil efectivos, los cuales costarán 400 millones de dólares.
Las relaciones con Pekín son más de carácter comercia. Las exportaciones de crudo venezolano hacia China se ubicaron a fines de 2005 en 140.000 barriles diarios, así lo señaló el director de comercio y suministro de la corporación estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), Asdrúbal Chávez.
Además, PDVSA y la empresa China National Petroleum Corporation (CNPC) firmaron dos contratos para el envío de 100 mil barriles diarios de crudo y 60 mil barriles diarios de fuel oil, hacia el país asiático.
De ese modo, China ya opera dos campos petrolíferos venezolanos y, después de firmar un acuerdo en enero en Caracas, también comenzará a desarrollar otros campos en el oriente de Venezuela. Y según distintas fuentes una enorme compañía petrolera china comenzará a explorar en campos potenciales de petróleo frente a las costas cubanas.
Cabe mencionar, que tanto Rusia como China, son los rivales potenciales más hostiles para Estados Unidos en su diseño del tablero internacional.
Por ultimo, y quizá el mas controvertido, son los acercamientos diplomáticos que mantuvieron en los últimos meses Venezuela e Irán. Ambos países suscribieron un acuerdo por 404,6 millones de dólares para la construcción de 10 mil viviendas en este país como parte del proceso de acercamiento entre los dos gobiernos.
Caracas y Teherán también tienen acuerdos de cooperación para construir fábricas de cemento y de materiales para construcción, desarrollo industrial de maquinarias y vehículos de carga, pasajeros y tractores.
En febrero último, Venezuela junto a Cuba y Siria votaron en la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) en contra de remitir la crisis nuclear de Irán al Consejo de Seguridad de la ONU.
Las aproximaciones al país islámico, que en la actualidad es acusado por Washington de querer fabricar armas nucleares y de “patrocinar al terrorismo”, pueden ser las mas obsesivas para el país del norte, ya que les resultaría fácil relacionar sin pruebas concretas también a Venezuela con el terrorismo internacional.
Cabe recordar, que Irán es un potencial blanco militar de Estados Unidos, cuestión que fue reconocida por su Secretario de Defensa, Donald Rumsfeld.
En un reciente discurso ante un comité de la Cámara de Representantes en Washington, la Secretaria de Estado, Condoleezza Rice, alertó sobre las relaciones de Hugo Chávez y Fidel Castro con Teherán.
Constantemente la Casa Blanca, alertó contra los intentos de Venezuela por rectificar el enorme déficit militar con respecto a Colombia mediante la compra de armas defensivas y propaga el discurso de que Caracas propaga la “subversión” en la región.
En conclusión, el escenario para intervenir militarmente Venezuela esta siendo trazado por los estrategas de Washington en diversas formas. Para ellos, es fundamental neutralizar a Chávez antes de las elecciones de este año que seguramente ganará cómodamente. Y como los “métodos democráticos” fracasaron rotundamente, la opción militar resuena cada vez más fuerte en sus mentes imperiales.
Si bien, las políticas sociales, la postura anti-imperialista, la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), y el petróleo, entre otras cosas son causas importantes para una eventual acción armada contra Caracas. Hay que entender que más allá de todas esas cuestiones, existen factores históricos de la política exterior estadounidense vitales para la hipótesis de este artículo periodístico.
El contenido de la Doctrina Monroe y el Corolario Roosevelt, herramientas fundamentales para el imperialismo estadounidense, ponen en manifiesto que los hombres de la Casa Blanca ven a Venezuela como parte de su zona de “influencia exclusiva”, con sus recursos naturales incluidos, y que no van a permitir ningún tipo de rebeldías a sus directrices.
Hasta la actualidad, Washington estuvo ocupado en su autoproclamada “guerra contra el terrorismo”, y según palabras de sus propios funcionarios ha “descuidado el patio trasero”. Es así que tarde o temprano, como lo hicieron en lo que va de la historia, virarán sus misiles para este lugar y tomaran soluciones efectivas de acuerdo a sus intereses.
Esta eventual situación, también podrá derivar como una advertencia al resto de los países de la región que se atrevan a girar en la orbita que no sea la de Washington.
Lo que resta por saber, es como será la reacción del resto de los países del continente, es especial de los más destacados, como Brasil y Argentina. En especial el segundo, que tiene el Amazona cerca de la frontera con Venezuela, y que es codiciado por Estados Unidos.
Los únicos consientes de esta probable acción militar, son Chávez y los venezolanos, y se están preparando para eso. Esa es la razón de la compra de armamento, y creación de un ejército de un millón de voluntarios para hacer frente a una eventual invasión militar.
Si existe un proceso de integración regional real en la actualidad, es necesario tomar conciencia en el asunto, y más allá de condenar la situación, tomar cartas en el asunto desde el lugar que cada uno se encuentre. A nivel Mercado Común del Sur (Mercosur) es muy importante concretar políticas de defensa común dentro del bloque para protegernos de agresiones imperialistas, o sencillamente tarde o temprano seremos paulatinamente succionados por el país del norte.
- Juan C. Alfaro, Agencia Periodística del MERCOSUR (APM)
http://www.prensamercosur.com.ar/apm/nota_completa.php?idnota=1577
https://www.alainet.org/es/active/10822
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