La refundación de Bolivia, desafíos del pueblo y el gobierno
31/01/2006
- Opinión
El Presidente Evo Morales, en su discurso de posesión atribuyó su llegada al Gobierno a la Conciencia Social del Pueblo Boliviano que ganó las elecciones y dio el primer paso hacia el cambio del país, pero afirmó al mismo tiempo, que el paso fundamental que debe darse, todavía está pendiente y es la instalación de la Asamblea Constituyente que garantizará la refundación del Estado Boliviano.
Ni para Evo Morales, ni para nadie ha pasado inadvertido el surgimiento de esa conciencia en mayoritarios sectores de la población que durante los últimos años han sostenido una movilización constante de resistencia y enfrentamiento a las leyes de mercado impuestas por el modelo neo liberal. Las luchas de estos años en defensa de los recursos naturales: la tierra, el territorio, el agua y los hidrocarburos han ido acuñándose en la demanda ya generalizada de esa Asamblea Constituyente Soberana que forma parte de la agenda impuesta por el pueblo a los gobiernos desde octubre 2003.
Urgencias de la refundación
La refundación del Estado boliviano abarca todas las demás expectativas y demandas de los sectores indígenas y populares y se constituye en el peligro potencial para los grupos de poder (oligarquía, transnacionales, organismos multinacionales) que aunque desarticulados momentáneamente, harán una intensa y persistente oposición intentando evitar la realización de un proceso participativo y soberano.
El momento que se vive en Bolivia es por demás esperanzador pero al mismo tiempo delicado y expresa el desgaste conseguido sobre el estado neo colonial, el surgimiento de nuevas formas de respuesta y resistencia popular que han conseguido alcanzar representación formal en el Poder Ejecutivo y Legislativo de ese Estado al que se pretende acabar.
Sin embargo, acceder a instancias del Gobierno Central resulta todavía un logro insuficiente pues el mero hecho de conformar gobierno, aunque importante, no representa en sí mismo la transformación de las estructuras de ese Estado dependiente que está regido por un marco normativo, político y legal incapaz de dar respuesta a las necesidades urgentes y vitales del país. Probablemente el proceso constituyente, como ha dicho el Presidente, es el paso necesario para conseguir este fin. Para ello es importante generar un amplio debate nacional que permita definir el tipo de país que se quiere construir. Será importante garantizar un proceso de convocatoria en el que estén representados las organizaciones sociales indígenas, campesinas y populares urbanas; pero será necesario, además, lograr un posicionamiento social sobre el modelo de país por el que la sociedad se ha movilizado. Al resp! ecto los días 15, 16 y 17 de febrero se realizará en Santa Cruz la segunda Cumbre de Social por la agenda de Camiri.
El camino hacia la refundación del país
En el camino hacia la refundación del país será importante dar de inmediato algunas batallas estructurales, como es el caso de la nacionalización de los hidrocarburos que a estas alturas ha conseguido ya un posicionamiento social generalizado y de consenso que permite emprender las primeras acciones firmes para conseguirla. Obviamente, también en este proceso de recuperación deben construirse convergencia, acordarse pasos iniciales y realizarse con la participación movilizada de todos los sectores en exigencia y apoyo a las acciones que se deberán emprender desde el gobierno. Esta primera batalla estructural permitiría levantar bases sólidas para la independencia del Estado respecto de las transnacionales y del sector financiero internacional y permitiría coadyuvar a la resolución de problemas sectoriales inmediatos.
Las primeras acciones del gobierno
Tras una primera semana de gestión presidencial, las acciones emprendidas desde el gobierno deberían ser registradas dentro de las reflexiones anteriores para valorarlas o rechazarlas en su verdadera dimensión. Estas acciones iniciales son ya señales sobre las intenciones del gobierno respecto del logro de las demandas centrales de la población. La conformación del gabinete, por ejemplo, es una continuidad de construcción de alianzas emprendidas desde la campaña: se han integrado al equipo de trabajo del Ejecutivo representantes sectoriales, profesionales, activistas de derechos humanos y militantes demostrándose además capacidad para enfrentar presiones de la militancia y para priorizar la necesidad de integración nacional en el proceso que se emprende. Las medidas anunciadas por el ministro de hidrocarburos respecto de irregularidades cometidas por las petroleras como en el caso de Repsol, han sid! o también señales importantes que han tenido ya repercusiones positivas. Ciertamente habrá cuestionamientos, errores que deberían superarse, dudas acumuladas y hasta escepticismo, pero lo que no se puede dejar de admitir es que la oportunidad que se presenta es alentadora y que por lo menos por ahora bien vale la pena conceder un inicial beneficio de la duda. Nuevamente serán las organizaciones y movimientos sociales quienes tengan la última palabra.
- Bolivia Press 2006, Nº 1 (31 de enero) Boletín electrónico quincenal del Centro de Documentación e Información Bolivia (CEDIB).
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