Voto electrónico apuntala democracia participativa
11/09/2005
- Opinión
En Venezuela, desde el año 2004, un 97 % de los votantes usa el voto
electrónico. El resto de los electores lo hacen de manera manual, lo cual es
toda una novedad para el mundo latinoamericano, donde solo Brasil, que lo usa
desde 1996 y recientemente Argentina y Paraguay, tienen experiencia en
procesos similares. Se aspira que para el 2006, el 100% de los electores
venezolanos voten de forma automatizada.
Entenderemos por voto electrónico, el proceso mediante el cual el elector,
usando máquinas preparadas para tal fin, ejercerá su derecho a elegir usando
las nuevas tecnologías, en este caso, maquinas instaladas en los centros de
votación, las cuales sustituyen las antiguas urnas electorales y los
procedimientos totalmente manualizados. En esta nueva modalidad, también hay
urnas pero se usan para depositar el comprobante del voto electrónico
efectuado, previamente, en la máquina electoral. No estamos hablando de votos,
vía Internet.
Este proceso se ha venido dando de manera gradual: hasta el año 1998 todo era
manual, desde los cuadernos de votación, pasando por la votación en
tarjetones, además del conteo y la totalización. Luego, desde el año 1998 al
2003, se adquirió un sistema mixto, los cuadernos continuaban de forma manual
y la votación aún era sobre un tarjetón donde se rellenaba un óvulo con un
bolígrafo, pero el voto era introducido en unas máquinas con un lector óptico
para hacer el conteo y la totalización de forma automatizada. Esto fue como un
abre boca y una manera de ir educando a los votantes en estas nuevas maneras
de ejercer sus derechos.
Podríamos afirmar, entonces, que en 1998 Venezuela inicia la puesta en marcha
del e-gobierno, en lo que al ejercicio de los derechos ciudadanos se refiere y
por ende, significó un paso inicial en la incorporación del país a la llamada
Sociedad de la información.
Todas estas reformas en el sistema lectoral, está sustentadas en el marco
jurídico de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999,
que en sus artículos 293 y 294 establecen las directrices de “igualdad,
confiabilidad, imparcialidad, transparencia y eficiencia\", y demanda
\"transparencia y celeridad en el acto de votación y escrutinio”. Además, de la
Ley Orgánica del Sufragio y Participación Política que dictamina que el
proceso de votación será totalmente automatizado. Sin embargo, la aceleración
de su puesta en marcha ha sido, más que una razón jurídica o administrativa,
la necesidad imperiosa de buscarle una salida democrática a la crisis del
país, dotando al sistema electoral de herramientas seguras que le permitieran
al elector venezolano sentirse confiado a la hora de emitir su voto y por
extensión, en los resultados que de allí se deriven.
Algo de historia
Desde el año 2002, el país ha vivido un proceso de polarización política, sin
antecedentes. Diversos sectores de la oposición plantearon salidas disímiles,
desde el golpe de Estado hasta la renuncia del presidente. Ante esta
situación, la mayoría del país ha apostado por una salida electoral, acorde
con la tradición y la historia política de Venezuela en los últimos 45 años,
por ello, era urgente diseñar e implementar mecanismos electorales que
garantizaran la transparencia y la confiabilidad de los resultados.
En el año 2003, la oposición venezolana logró recabar las firmas necesarias
para convocar un referéndum con intención revocatoria. El primero del país, de
Latinoamérica y posiblemente del mundo. Luego de algunos tira y encoge, se
definió el 15 de agosto de 2004, como la fecha para realizar el primer
referendo en contra de un presidente, sin antecedentes en otro país, por
cuanto la Constitución venezolana es la única que lo contempla.
En la búsqueda de la confiabilidad en los instrumentos a utilizar en ese
importante proceso electoral, el Poder Electoral venezolano, uno de los cinco
poderes constitutivos de la República, incorpora a partir del año 2004 una
nueva tecnología en la cual el elector se dirige directamente a la máquina y,
a través de un sistema de Touch Screen (apretando un punto en la pantalla)
aplica directamente su voto, recibiendo un comprobante en el cual queda
registrada su voluntad. Este sistema fue usado con éxito en el mencionado
referéndum, en las elecciones regionales de octubre del mismo año y en las
recientes de agosto de 2005 para escoger Concejales y Junta Parroquiales.
Año 2004: referéndum y elecciones de Gobernadores
El 15 de agosto de 2004 el país estrenó el voto electrónico totalmente
automatizado. Ese día, 14.037.900 venezolanos tenían derecho a votar y
decidir si el Presidente Chávez se iba o se quedaba. De esos electores,
9.831.000 decidieron votar en el referéndum, es decir un 69.92%, logrando
con esta participación, romper la barrera de la abstención por encima del 50
% que es casi estructural en América Latina y buena parte del mundo. La
abstención fue de apenas un 30.08%, es decir 4.222.269 venezolanos con
derecho al voto, no lo ejercieron. Todo un record.
De ese universo de votantes, el 99.74 % de los votos fueron válidos, tan
solo hubo 25.994 fueron no validos (un 0,2648%) lo cual echaba por tierra
también, los temores que había de que muchos electores, no sabrían usar las
nuevas maquinas de votación y con ello perderían su derecho al voto.
En esa oportunidad el NO, que representaba al sector que apoyaba al
presidente Chávez, obtuvo el 59 % de los votos (5.800.629) y el SI, que
representaba a la oposición, obtuvo el 41%, es decir 3.989.008 votos.
Estos resultados no fueron sorpresivos, por cuanto se compaginaban con las
diversas encuestas que, de manera previa, habían realizado tanto la
oposición como el gobierno, tal cual lo escribe Teodoro Petkoff, director
del diario Tal Cual y opositor crítico del gobierno, en su reciente libro
Dos izquierdas ; “ Todas las encuestas daban como ganador la NO. Tan sólo la
de la UCV (Universidad Central de Venezuela registraba un resultado
diferente, pero las deficiencias y defectos de esta encuesta eran tan
protuberantes que hasta un lego podía detectarlas”
En el mes de octubre de 2004 se realizaron las elecciones para elegir
Gobernadores y diputados regionales. Allí ganó la tendencia “chavista”, sin
embargo, la oposición logró conquistar una gobernación, la del Estado Nueva
Esparta, que anteriormente estaba en manos de la tendencia oficial y retuvo,
su bastión fundamental que es el estado Zulia, tal cual lo señalaban todas
las encuestas.
El 7 de agosto…
El pasado 7 de agosto de 2005 tenían derecho a votar 14.363.690 venezolanos,
de los cuales 4.446.978 hicieron uso del mismo, es decir un 31 %, contra
todo pronóstico, que señalaban que la abstención en este proceso iba a ser
la mayor de la historia, pudiendo llegar a un 90%. Pues no, el índice de
abstención fue del 69 % contra un 76 % del año 2000, de acuerdo a los datos
del CNE. Es decir, siete puntos menos, lo que significa que en este proceso
participaron 1.4376.797 personas más que en el mismo proceso, pero cinco
años atrás.
Este universo de electores votó para escoger 2.389 concejales, 3.207
integrantes de juntas parroquiales, un gobernador, dos alcaldes y 45
concejales indígenas.
Un 94.1 % podía hacerlo a través del sistema automatizado. Para ello se
desplegaron en todo el país 25.694 unidades de votación y 7.668 máquinas
capta huellas, las cuales sirven para verificar la identidad de los votantes
y evitar así la duplicación de los votos, que antaño era común, además de
que sufragaban muertos, no venezolanos, etc.
Un total de 9.270 centros de votación fueron habilitados en todo el país, de
los cuales un 60% de los centros de votación estaban automatizados. Para
esto, el CNE cuenta con 9 mil máquinas de votación, 1300 sistemas de
totalización y 16 mil sistemas de captación de huellas. Para poder llevar a
cabo estas elecciones, más de 116 mil ciudadanos trabajaron como miembros y
secretarios de mesa en toda Venezuela. A pesar del inmenso despliegue que
representan estas elecciones, el CNE dio resultados para la misma noche del
7 de agosto, con un porcentaje significativo de las mesas escrutadas, lo
cual señalaba una tendencia difícil de cambiar con los resultados faltantes.
Algunos datos
Las ventajas técnicas de esta nueva modalidad, residen en las nuevas
plataformas que se han instalado para fortalecer cada uno de los pasos para
votar, los diferentes niveles de auditoría, seguridad en la transmisión de los
datos, mecanismo satelital e inalámbrica, encriptación de la data y el sistema
de autenticación del electorado a través de las maquinas “cazahuellas” lo cual
impide la duplicidad del voto en los procesos electorales.
El voto a través de máquinas básicamente aumenta la eficiencia y fiabilidad de
un proceso electoral, siempre y cuando se haga correctamente. Uno de los
elementos más significativos es la velocidad para dar los resultados.
En el caso venezolano se contrató a la empresa Smartmatic. Este sistema
automatizado de votación se ha convertido en una experiencia a imitar por
países como Estados Unidos, que aplicará parte de esta tecnología en futuros
procesos electorales, lo que confirma que la experiencia electoral venezolana
está contribuyendo a aumentar la transparencia en las elecciones de la nación
del norte, de acuerdo a declaraciones de Jorge Rodríguez, rector del CNE.
El uso de las tecnologías para estimular la participación ciudadana, no solo
se remite al acto de votar en si. No, de manera previa, el Consejo Nacional
Electoral publicó en su página Web www.cne.gov.ve, un acceso especial llamado
“Elecciones Municipales y Parroquiales 2005”, en el cual se respondían, todas
las inquietudes de los votantes, desde cuál es el centro de votación, cómo
votar el 7 de agosto, hasta los candidatos que corresponden a cada
circunscripción electoral.
Con sólo dar un “clic”, cualquier elector con su número de cédula de identidad
obtiene, de forma inmediata, la información sobre sus datos en el registro
electoral – nombre completo y detalles de la ubicación de su centro de
votación - y además podía conocer- los pasos a seguir para ejercer el derecho
al sufragio de manera automatizada.
Igualmente es necesario destacar que a partir de las elecciones del 7-8-05 las
postulaciones para los diversos cargos de elección popular, deben hacerse
electrónicamente, de acuerdo a una resolución del CNE de fecha marzo de 2005,
con algunas excepciones previstas en la respectiva normativa. Como
consecuencia de esto, el 92 % de las diversas postulaciones se hicieron vía
Internet, con un porcentaje bajísimo de impugnaciones, donde los Infocentros
jugaron un rol fundamental para hacer realidad esta iniciativa.
El CNE aspira contar para el año 2006 con un sistema integral totalmente
automatizado en el cual el elector active automáticamente la máquina de
votación, a través de la implementación de un cuaderno electoral automatizado,
que se incorporaría para que haya la menor manipulación humana del material
electoral. Con la aplicación de esta tecnología, disminuye el tiempo de
respuesta y también la del número de impugnaciones sobre los procesos, a la
vez que aumenta la confiabilidad del elector sobre el sistema en general.
Reflexiones finales
Una manera de medir, de manera incipiente el impacto de esta tecnología en el
electorado, es el dato, divulgado por el CNE, donde afirman, que, de acuerdo a
una encuesta, para el año 1995 el 79% de los venezolanos consideraban que las
elecciones no eran limpias, mientras que en el año 2005 las opiniones se
invierten y el 64% del electorado cree y confía en el Poder Electoral, por
cuanto la automatización del proceso electoral garantiza la seguridad del voto
y por ende de la voluntad política del elector. Ahora con las máquinas de
votación se blindan los datos y la información, al mismo tiempo se abren
espacios para las auditorias en todas las fases del proceso.
También vale la pena señalar que, no obstante la reciente incorporación de
esta tecnología a la vida del venezolano, la apropiación que ha hecho de la
misma ha sido relativamente rápida y por demás llamativa. En el 2004, tal vez
por la polarización que hemos vivido y las intensas campañas de promoción de
los diferentes participantes, los votantes le perdieron rápido el miedo a esta
nueva herramienta. Una prueba de ello son los bajos índices de votos en blanco
o votos anulados, como por ejemplo en las elecciones del 15-08-04, donde de un
universo de 9. 815.631 sufragios realizados, apenas menos del uno por ciento
fueron anulados: 25994 que representa un 0,26%. Un 99.74 % de los votos fueron
válidos.
Más allá de todas estas consideraciones técnicas y electorales, está el hecho
ineludible del impacto político que el uso del voto electrónico ha tenido en
la sociedad venezolana, de cómo las tecnologías han contribuido a la
normalización de una sociedad que estuvo altamente fragmentada por la
polarización política. En Venezuela, la población ha sumido el voto como un
acto que trasciende lo meramente electoral y se ha apropiado de esta
tecnología como una vía para ejercer su ciudadanía, como una vía para ejercer
con mayor responsabilidad sus derechos, como una vía para normalizar al país,
situación que se ha logrado.
En Venezuela, durante los años 2002-2003 y mediados del 2004 se vivió casi una
guerra de baja intensidad. La elección para el referéndum, fue avalada por la
OEA, el Centro Carter y cientos de observadores internacionales. Fue
cuestionada por algunos sectores de la oposición, sin que hasta los momentos
hayan presentado pruebas del mencionado fraude. “Cuando, en la madrugada del
16A, la CD se lanzó a denunciar “fraude”, todavía sin ningún elemento
probatorio en las manos, se tendió ella misma una trampa, tratando la misión
imposible de cuadrar el círculo: denunciar un fraude y llamar a votar en las
elecciones regionales” Petkoff dixit.
Luego vino la elección de los alcaldes y diputados y recientemente, la de
concejales y juntas parroquiales, procesos todos que han contribuido de manera
decisiva a normalizar la vida política del país, a enrumbarla de nuevo por los
canales democráticos, pero ya no sólo a nivel representativo, sino protagónico
y participativo, tal cual lo establece la carta magna.
Sin el voto electrónico, este “país sería otro” como suele decir mucha gente
en la calle. Esta modalidad le da confianza y veracidad a los electores y a
los actores políticos que hacen vida en el país. Con el e-voto la democracia
venezolana se robustece y se vuelve más participativa, por cuanto
los ciudadanos tienen la confianza y la credibilidad de que su intención
electoral sea que la realmente se refleje al final. Atrás quedó la consigna de
\"acta mata a voto\" que tantas veces se denunció en el país y tantas veces se
demostró.
De manera que podemos afirmar que en Venezuela, la crisis política, más allá
de las Reformas
del Estado y los imperativos legales, ha sido un factor fundamental para
potenciar el uso de las Nuevas Tecnologías y de manera puntual el e-voto como
una herramienta de e-gobierno, de participación ciudadana y de consolidación
de la democracia participativa y protagónica.
- Morelis Gonzalo: mgonzalo@cantv.net
https://www.alainet.org/es/active/9169
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