Coalición, colisión y cuoteo

Conflictos entre los partidos oficialistas

25/08/2003
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Las últimas declaraciones miristas han causado más de un conflicto a los otros dos partidos fuertes de gobierno. Ellos han mencionado, entre otras cosas, que existen dos coaliciones en el gobierno (algo realmente grave) y que se han juntado entre peguistas. Realmente se ha notado el distanciamiento del MIR con la NFR y eso le causa varios problemas a Goni. El MNR acudió a la NFR luego de haber permanecido un año en el gobierno. Un primer año que ni los grandes magos de la palabra podrían pintar positivamente, prueba es el discurso de Goni en aquel 6 de agosto. Goni reprodujo en aquel discurso, con las palabras de un hombre derrotado(él dijo frustrado), su necesidad de oxigeno, legitimación y también de la NFR. Las negociaciones para el ingreso de la NFR a la coalición generaron gran expectativa en la sociedad. El proceso, ya era sabido, implicaría nueva repartija de cargos públicos. El gobierno necesitaba los votos eneferistas en el congreso y a NFR no le venían mal aquellos cargos. El desarrollo de las relaciones NFR-MNR en los últimos dos años y la crisis de gobernabilidad ocasionaron que este proceso reciba una peculiar atención. Y una vez consumado el acuerdo inicial el despliegue de este proceso trajo consigo varios resultados. El ingreso de un nuevo partido a la coalición ha sacudido las relaciones internas en el oficialismo como no se esperaba. En menos de un mes la nueva coalición gobernante ya está mostrando serias fisuras en su estructura interna. Lo que dice el MIR es grave cuando niega su propia coalición gubernamental(Eid). Y razones puede tener para decir que existen dos coaliciones; los roces con la NFR se vieron desde los actos del 6 de Agosto. La cuestión es que, aunque el MIR hable de dos coaliciones solo como medida para presionar a Goni por alguna preferencia o desacreditar a la NFR, el denunciarlo acepta los serios problemas internos. El partido de Jaime está jugando con fuego. Ellos están desnudando la naturaleza interesada y mezquina de la política local ante la sociedad, algo muy conocido por la mayoría pero negado por los políticos. Y creo que los problemas e intereses deben ser realmente grandes para que el MIR rompa con el pacto(¿implícito?) existente entre los partidos gobernantes al calificarlos de peguistas. Para desviar el desgaste que implica ser gobierno el MIR ha tratado de mostrarse ajeno al gobierno y a sus medidas, pero esta actitud extrema denuncia alguna anormalidad. De todas formas, los elementos para pensar en la posibilidad de un gobierno entre dos coaliciones(o en una coalición quebrada) existen. El MIR no ha dejado de hablar del Plan Bolivia, algo que la NFR no menciona. Y entre la NFR y el MNR existe el Plan de Responsabilidad Nacional. El MIR se mostró de acuerdo con el ingreso de la NFR pero su rol en el proceso de negociaciones fue tibio. Aparentemente fue más una negociación entre el MNR y la NFR que una negociación entre la coalición que gobierna con el partido de Manfred. Siento que existió mal tino político en el desarrollo de las negociaciones y este proceso trajo sus correspondientes consecuencias dentro y fuera de palacio. Los dos planes de gobierno muestran, aunque sea simbólicamente, si no una coalición inexistente por lo menos una coalición mal constituida. Y mientras el MIR juega a ser un rebelde excluido y la NFR hace de héroe sacrificado por la patria, el MNR debe jugar a ser buen padre, tratando de complacer a uno y a otro. Hasta ahora parece que a Goni le costará bastante ejercer bien este rol y de esta manera poder gobernar. La alianza con la NFR se dio en medio de una de las peores crisis de legitimidad que afrontaba un gobierno a tan poco tiempo de su ascensión. Los niveles de rechazo a Goni en un solo año de gobierno parecían más los de un mal gobierno luego de haber cumplido todo su período constitucional. Este escenario ha puesto en desventaja al MNR frente a sus dos aliados; para reproducir gobernabilidad frente al país Goni necesariamente debe consolidar la estructura de su gobierno. Por eso Goni no puede descuidar nada, debe atender a todos, inclusive negociar por los pocos diputados de la UCS. El pacto con la NFR fue para fortalecer al gobierno esencialmente. Y fue bastante la gente que lo reclamaba exclusivamente para este fin. La coalición gobernante al fin podría acceder al rodillo parlamentario. La alianza era para eso, para la gobernabilidad. Pero el ingreso de NFR al gobierno trajo más de una complicación, y las complicaciones ya son palpables en menos de un mes del nacimiento de la alianza. La estructura gubernamental se ha complejizado más; NFR no es un partido chico y reclama espacios de participación política y cargos públicos acordes a su presencia parlamentaria. Este fenómeno está empezando a traer sus problemas; los roces MIR-NFR no son antipatías casuales y le corresponde al MNR resolverlos como buen padre. Puede que el proceso de inserción de la NFR al gobierno se haya llevado a cabo de mala manera y por eso el MIR se revele. Puede que el MIR tenga intereses ocultos y por eso rechace a la NFR de manera casi instintiva. Pueden que sean ambas cosas, de cualquier forma le toca al MNR afrontar y resolver estos problemas. La necesidad de fortalecer su gobierno ha llevado a Goni a cometer errores clave, ahora necesita estabilizar antes que nada su propia coalición gobernante. Si no lo hace corre el peligro de que la jugada de inserción de la NFR salga mal y termine aún más debilitado ante la sociedad. No se puede pensar que acumular alianzas sea equivalente a generar legitimación social. Si es que la crisis de legitimidad que afronta Goni se puede resolver no será por ese camino.
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