El Referendo Revocatorio y la oposición venezolana
10/08/2003
- Opinión
1.- Con el descaro que proviene de la impunidad, un muy
amplio sector de la oposición venezolana no sólo ha
descubierto al Referendo Revocatorio en la Constitución
Nacional, sino que además piensa embolsillárselo.
Todavía están las cuadrillas de trabajadores y técnicos
petroleros reparando las consecuencias del sabotaje contra
los equipos e instalaciones de PDVSA, cuando ya están los más
conspicuos dirigentes de ese intento fallido de Golpe de
Estado desempolvando sus respectivos ejemplares de la
Constitución Nacional Bolivariana, con los que hace unos meses
se limpiaban el culo, para invocar al Referendo Revocatorio.
Tintas para siempre las manos con la sangre de las víctimas de
Puente Llaguno y Plaza Altamira, en abril y diciembre de 2002
respectivamente, víctimas que fueron calculadas y negociadas
por las fuerzas que se articularon para sendos Golpes de
Estado, la oposición venezolana al Gobierno del Presidente
Chávez, históricamente conducida por su sector golpista, abre
su campaña por el Referendo Revocatorio con tres jugadas:
Una para hacer ver que el Referendo no es una posibilidad, un
instrumento constitucional, sino una imposición de su fuerza.
Otra para hacer aparecer al Referendo como un acuerdo de la
Mesa de Diálogo, esto es, como algo para ser impulsado por las
partes firmantes.
La última tiene la virtud de ser la más constante, en tanto en
cuanto la han jugado imperturbablemente, y consiste en decir
que se necesita una autoridad electoral confiable pero no
permitir su constitución, saboteando la aparición de las
áreas de consenso necesarias para elegir a una autoridad
electoral que sea árbitro aceptado por todas las partes.
2.- La posibilidad de un Referendo Revocatorio Constitucional
existe. Debemos estar preparados para ella. En la medida en
que estemos bien preparados, lo que significa algo
relativamente sencillo: tener la cédula de identidad laminada,
estar inscritos y actualizados en el Registro Electoral
permanente, y manifestar oportunamente nuestra voluntad
ratificatoria, en esa medida la oposición irá modificando su
conducta respecto al Referendo. En vez de construirlo
mediáticamente como "La Salida", tal y como lo está haciendo
ahora; cuando se vea derrotada, la oposición construirá
mediáticamente al Referendo Revocatorio como "La Trampa", y
preparará las condiciones de desestabilización necesarias para
continuar en su política de "ni lavar, ni prestar la batea",
con sus manifestaciones terroristas de cuando en cuando, para
no dejar caer el ambiente, tal y como ha sido hasta ahora
cuando ya es innegable que los estallidos de bombas en las
sedes diplomáticas de Colombia y España ocurridos en febrero
de este año, tienen sus autores domiciliados en la Plaza
Altamira.
Nadie como la dirección golpista de la oposición sabe tan bien
en qué medida el sábado 13 de abril de 2002 ocurrió el mejor
Referendo Ratificatorio que gobierno alguno haya soñado jamás.
Nadie como la dirección golpista de la oposición sabe que la
capacidad para resistir dos meses de paro petrolero, con el
inmenso caudal de problemas que eso generó, sólo puede
concebirse por la existencia de un apoyo popular sólido y
consciente. Que no hay encuesta más sincera que un pueblo
derrotando en el lapso de diez meses a dos intentos de Golpe
de Estado.
El sector golpista de la oposición sabe perfectamente que
jamás serán más los banqueros que los ahorristas, los patronos
que los obreros, los terratenientes que los campesinos, los
dueños de las flotas de rastro pesca que los pescadores
artesanales, en fin, los ricos que los pobres.
El sector golpista de la oposición sabe que durante estos
cuatro años ha ocurrido un verdadero salto en el nivel de
conciencia sobre sí mismo y sobre sus intereses por parte de
la mayoría del pueblo de este país. Que se ha identificado en
la continuación del proceso liderizado por el Presidente
Chávez la posibilidad de realizar el que identificamos como
nuestro proceso constituyente, esto es, el proceso de hacer
una Constitución Nacional y darle cumplimiento, hacerla letra
viva.
El imaginario bolivariano, si es algo, es un imaginario
independentista. ¿Y de quién se tenía que independizar
Venezuela en enero de 1999? ¿Contra cuál imperio se levantó en
los albores del siglo XXI la voz de Bolívar? El marco
constitucional no lo especifica, pero en el cumplimiento de
sus principios y disposiciones nos tenemos que enfrentar al
ALCA, por poner sólo un ejemplo.
Por eso es imprescindible que comprendamos que el Jefe del
Estado Mayor que conduce la operación comunicacional-militar
para derrocar al Presidente Chávez junto con la Constitución
Nacional Bolivariana, desde el mismo inicio del período
presidencial, no considera necesario que sus designios tengan
respaldo mayoritario. Eso tan sólo sería adicionalmente
conveniente, nada más. Pero en modo alguno indispensable. Ese
es el adversario que confrontamos.
3.- La firma por parte de la oposición en el documento de
acuerdo de la Mesa de Diálogo facilitada por el Secretario
General de la OEA, Dr. César Gaviria, en el que se acordaba
palabra por palabra lo que el Gobierno del Presidente Chávez
había sostenido desde el primer momento, constituyó un
reconocimiento implícito del carácter golpista de la política
de la oposición hasta el momento en el que, firmando en la
Mesa de Diálogo, aceptó empezar a respetar la Constitución
Nacional y en vez de intentar el derrocamiento por felonía del
alto mando militar como en abril del 2002, o el derrocamiento
por sabotaje petrolero como en diciembre de 2002, enero y
febrero de 2003; intentar la destitución constitucional por la
vía del Referendo Revocatorio.
A partir de ese momento las fuerzas que se coordinan no sólo
para terminar con el gobierno del Presidente Chávez, sino
también para acabar con la Constitución Nacional Bolivariana,
relanzaron la campaña mediática. Desde el modo de ofrecer las
emisiones de sus respectivos espacios informativos, pasando
por sus programas de opinión, y por la propaganda expresa en
los medios que controlan, estamos en presencia de otra
avalancha comunicacional, de otro apabullamiento mediático,
destinado a construir al Referendo Revocatorio como eje de la
próxima intentona de desestabilización.
Debemos desmontarles la jugada.
Uno de los errores más graves que ha cometido la dirección
golpista de la oposición es el de un desprecio reiterado por
la capacidad de aprendizaje del pueblo. Los canales privados
de televisión creen que la gente es la misma. Creen que no ven
en Venevisión a los intereses de Cisneros, en RCTV a los
intereses de Granier, en Globovisión a los intereses de
Cisneros otra vez, al igual que en Televen junto con algún que
otro socio menor, y así sucesivamente. Creen que el pueblo
permanece igual después de las experiencias vividas y sobre
todo de las reflexiones reiteradas sobre esas experiencias,
llámense Golpe y Contragolpe de abril de 2002, Paro Cívico
Nacional Activo diciembre 2002-febrero 2003, o todo lo que
llevamos de Golpe Mediático, con sus mentiras a ocho columnas
como el viernes 12 de abril de 2002, cuando el diario El
Universal tituló "SE ACABO" justo cuanto todo comenzaba, o la
ignominia de estar trasmitiendo comiquitas el sábado 13 de
abril de 2002, cuando a lo largo y ancho de la nación un
pueblo echado a la calle recuperaba su destino de las garras
de la jauría golpista presidida por Pedro Carmona Estanga.
La realidad nos dice lo contrario. Pocas universidades en el
mundo podrían presumir de tanta eficacia pedagógica como este
país desde 1999 hasta 2003. Pocas veces hemos vivido como
pueblo experiencias de aprendizaje y reflexión colectivas como
la que significó la transmisión por Venezolana de Televisión
del documental de un equipo irlandés de televisión titulado
"La Revolución no será transmitida", en el que se evidenció
lo arteramente cosido que estuvo el Golpe de Estado que el 11
de abril de 2002 derrocó del poder al Presidente Chávez y lo
hizo prisionero con las maniobras comunicacionales que se
habían activado para ello, y junto a eso, la inmensa emoción
de ver y volver a ver, de tener grabada para la Historia la
epopeya del Contragolpe victorioso que reinstaló a Chávez en
la Presidencia de la República, y significo la más consistente
bocanada de aire fresco para el movimiento popular
latinoamericano en décadas. Sumémosle a eso la experiencia
colectiva del secuestro petrolero de Venezuela de diciembre de
2002 a febrero de 2003, del buque-tanque "Pilín León"
utilizado como amenaza de bomba de destrucción masiva en las
costas de Maracaibo, de las colas para el gas doméstico, para
el combustible automotor, del desabastecimiento de productos
de la cesta básica, de la pretensión de derrotarnos por
hambre, por asfixia, por desesperación.
Llevamos cuatro años. Un año más y en Venezuela todo el mundo,
hasta los niños, serán politólogos.
Cualquier caracterización que se pretenda hacer de la
situación política venezolana no debe dejar de lado por
ningún concepto el magistral artículo del profesor Emeterio
Gómez aparecido en el diario "El Universal" del domingo 04 de
mayo de 2003 titulado "La unidad de la oposición".
Al interior de una hilarante comedia tramada sobre el enojoso
trance que tenía el profesor Gómez al explicarle a la
dirección de Bandera Roja que el Presidente Chávez debía ser
satanizado en su carácter de comunista, no como fascista, ni
demagogo, ni autoritario y mucho menos como neoliberal, que
eso sí que era un craso error, sino como ¡COMUNISTA!, y que
con mucho respeto por la pincelada roja que esa organización
representaba, que le queda tan dramática y tan provocadora a
la Coordinadora Democrática, que terminaran ellos también de
meter de una vez y para siempre su comunismo científico en el
baúl de los recuerdos; el profesor Emeterio Gómez nos regaló
esta perla que cito a continuación para poder hacer mi lectura
de ella:
"Hay gente que todavía cree que el enfrentamiento a Chávez hay
que desarrollarlo con base en principios y valores morales;
que, por ejemplo, si no lo sacamos democráticamente, 'por
medio del voto', el gobierno que lo suceda será
automáticamente ilegítimo. Hay gente que no ha entendido que
los principios morales son perfectamente relativos, que carece
de sentido la idea de un valor moral absoluto. Porque en el
mundo todo es relativo. Porque las únicas realidades absolutas
son Dios y el espíritu humano; que se ubican fuera de este
mundo. Hay gente que no ha entendido que si alguien pretende
destruirte, el único valor que queda en pie es el de la
sobrevivencia, el de la defensa propia. Un principio que es de
naturaleza moral, pero que pertenece también a la esfera de lo
animal."
Yo leo así al profesor Gómez: La oposición, en la que asume
como su lucha por la sobrevivencia, hará golpismo,
constitucionalismo o lo que haya que hacer para recuperar el
poder perdido a como dé lugar. En la presente coyuntura se
intentará el Referendo porque los lapsos están próximos a
cumplirse y la parada se tiene que tirar, para si se gana
ganar, y si se pierde decir que fue fraude que para eso están
los medios privados de comunicación social, para mentir como
por ejemplo el 13 de abril de 2002. Así que después de perder
en el Referendo, o no participar en él al final de una campaña
con visos evidentes de derrota, acusándolo de trampa del
oficialismo, de CNE vendido, o lo que sea, podrá venir
magnicidio, sabotaje, terrorismo, ¿y por qué no? una guerra de
bolsillo como la de Nicaragua, con "freedomfighters" y todo,
para intentar obligarnos a que por terror, muerte, hambre, sed
y desesperación, terminemos votando por Somoza y el tío Sam
como allá. (Por mi parte, profesor Gómez, copiado por acá.
Comprendido y en cuenta.)
He allí la explicación para la exhibición de solidez
ideológica que nos ha dado un partido como AD, que participa
del Golpe con Rafael Marín por si se gana, y se baja del Golpe
con Henry Ramos Allup por si se pierde.
4.-- No es igual el sector de la oposición que tiene escogida
y apartada la ropa que se va a poner el día que nos invadan
los marines norteamericanos para "liberarnos", y lista la
bandera de las estrellas y las barras para salir a recibirlos,
que el sector de la oposición que tiene que hacer alguna que
otra manifestación nacionalista y popular para preservar la
imagen. Eso es cierto y alguna que otra contradicción puede
aparecer entre los sectores aludidos. Pero es necesario
precisar que el proyecto de país que tiene la oposición es el
neoliberalismo y sus consecuencias concretas que se llaman
privatización de PDVSA, privatización de los servicios
públicos, sometimiento a los designios del ALCA, retomar la
conducta perruna y lacaya que Venezuela tuvo respecto de los
Estados Unidos de Norteamérica durante el medio siglo anterior
a diciembre de 1998, despojo de las tierras a quienes las
habían recibido, retorno al dominio de las flotas de rastro-
pesca. Primacía total y absoluta del Mercado. Primacía y
opresión de la cultura occidental sobre las otras formas de
relacionarse con el mundo y con la vida. Pensamiento único. No
lo dice porque le queda muy feo mas sí lo tiene. Su proyecto
es que haya bastante empleo pero de trabajo esclavo.
Esta unidad básica en lo que llamaríamos "el proyecto" hace
que el grueso de las contradicciones que aparecen en el frente
opositor procede de la selva de ambiciones enfrentadas que lo
desgarran con una profundidad tan insondable que sus propios
medios masivos de comunicación social sólo pueden asordinar en
lo posible. Pero basta leer "El Universal" del martes 22 de
julio de 2003 para enterarse del modo en que Antonio Ledezma
acusa a los que utilizan "palabras de utilería" para buscar la
unidad, y el modo en que el AD de la antorchita le responde
que no los busquen para pendejos, que ellos no firman
documentos con claúsulas "ultra petitas" que es una forma de
decir en latín con "gallos tapados". En Globovisión.com, el
boletín en Internet del canal de televisión del mismo nombre
correspondiente al 25-07-03, Henry Ramos Allup descarga a
Salas Römer y a Enrique Mendoza por "hacerle el juego al
gobierno" y culmina dragoneando en los siguientes términos
"después de contarle los pocos votos que le quedan a Chávez,
…AD exigirá el liderazgo que le corresponde", lo que sólo
puede ser leído como que a la trifulca abierta, pública y
notoria entre Enrique Mendoza de COPEI y Henrique Salas Römer
de Proyecto Venezuela, por dirimir su ahora o nunca, se añade
la pretensión de AD que pareciera decir "¿y cómo quedo yo
ahí?"
Ellos mismos, dándose dentelladas entre ellos, nos demuestran
las consecuencias del neoliberalismo en la política.
Enseñándonos claramente su vale todo, su sometimiento a las
implacables leyes de la competencia.
5.- El Referendo Revocatorio es una táctica de la oposición,
no su estrategia. Independientemente de su resultado, la
realización del Referendo Revocatorio consagraría a la
Constitución Nacional Bolivariana, y es ésta, la Constitución,
el principal enemigo del proyecto politico-económico de la
oposición que es el neoliberalismo.
Lo peor que le puede pasar al Presidente Chávez, que es perder
el Referendo Revocatorio, lo deja como la mayor minoría en las
subsiguientes elecciones y como un ineludible factor de poder
y de gobernabilidad que ni el más obcecado miembro de la
oposición podría ignorar o negar. En cambio lo peor que le
puede suceder a la oposición, que es perder el Referendo
Revocatorio, sería tan catastrófico para ellos que Chávez
podría declararse de una vez presidente electo para el período
2007-2013 y por otra parte, la derrota del Golpe Mediático
sería tan importante, tan demoledora, que Chávez se vería
obligado a enviar un mensaje de gratitud a quienes le dieron
la oportunidad de resolver tantos problemas a la vez.
Pienso que la metáfora beisbolera, tan utilizada
pedagógicamente estos últimos años, nos puede servir de nuevo.
El pitcher es la oposición, las fuerzas del proceso
constituyente que lideriza el Presidente Chávez están al bate
y el Referendo Revocatorio es un lanzamiento muy particular de
dos opciones: o es strike ponchado, o es jonrón.
Las conductas de la oposición que pudiéramos secuenciar como
los movimientos del pitcher cuando lanza son muy precisos:
Tiene que tener una actitud en el plazo terminante que el
Tribunal Supremo de Justicia le dio a la Asamblea Nacional
para asumir su tarea de producir un CNE. Tiene que optar entre
reconocer que las firmas recogidas antes del 19 de agosto son
inconstitucionales y por lo tanto inválidas, o presentarlas y
jugarse la parada de que el CNE decida. Aquí la oposición nos
enseñará mucho sobre sus reales condiciones de fuerza, y de
cuán rápidamente desea en verdad que ocurra el Referendo.
Pero en todo caso necesitamos a un CNE para que revise,
valide y cuente las firmas presentadas, y en el caso de
cumplir con los requisitos porcentuales previstos en la
Constitución convoque a un Referendo Revocatorio
Constitucional.
Este es un escenario fuertemente influido por la variante que
significa someter al país a la imposición necesaria por parte
del TSJ de un árbitro electoral que procese los derechos
políticos electorales de los ciudadanos en forma oportuna, y
que al no proceder del consenso que expresa el requisito de
una mayoría calificada de la AN, siempre esté sometido a
suspicacia por más imparcial, eficaz y transparente que éste
sea.
La Asamblea Nacional tendría que ahorrarle a la nación el
pasar por esa situación y debería reconocer que no se necesita
un CNE para salir del paso que significa el Referendo, sino
que se necesita un CNE para vivir cotidianamente en
democracia. Pero sería una nueva declaración de Golpe de
Estado el pretender, por parte de la oposición, que cualquier
cosa relativa a la convocatoria de un Referendo Revocatorio,
desde la recepción de las firmas en adelante, fuese algo que
pasara por las manos de lo que hoy existe como CNE.
Volviendo a la imagen del pitcher que lanza la bola; después
de todas las definiciones antes mencionadas, finalmente habrá
un CNE que emitirá como resultado del proceso de validación y
conteo una convocatoria, un instrumento electoral y un
instructivo electoral que deberá especificar el período y las
regulaciones de la campaña. Esa especie de veredicto del CNE
es la primera información objetiva que recibirá el bateador
que es el pueblo que está en el proceso constituyente, en la
Revolución Bolivariana, o simplemente apoyando a Chávez:
Recogieron tantas firmas en tanto tiempo. Ahí es cuando se
sabe si lo que viene es una "slider" del tamaño de una
aspirina incendiando el aire a su paso, o una dulce bombita
del tamaño de una patilla.
De ahí en adelante la campaña. La oposición se dará cuenta si
después de haber visto tanto la gente batea o no lo que le
pichen.
Por ahora el pitcher demuestra una conducta muy extraña pues
se empeña en que no haya umpire y por eso no parece creíble
que quiera lanzar. Se monta en la lomita, mira a las bases,
llama a consultas al catcher , tiene un aguaje con la bola
que va a lanzar pero que no termina de lanzar . Debe ser que
temen que para poder mostrar el inmenso tránsito recorrido
desde febrero de 1999 hasta el presente, Chávez necesite la
campaña que le brinda el Referendo Revocatorio.
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