¿Tecnicismos?
19/02/2004
- Opinión
El sector golpista de la oposición venezolana no cesa de
sorprendernos y, paradójicamente, nunca nos sorprende del
todo. Teniendo claras las líneas maestras de la que ha sido y
es su conducta, no es precisamente un alarde de intuición y
olfato político saber por dónde van sus maniobras, aunque
éstas sean tan cínicas como novedosas.
La demolición de la autoridad del CNE como árbitro para la
determinación de la voluntad del pueblo venezolano es el
objetivo inmediato del despliegue comunicacional que adelanta
el ejército de medios privados de comunicación social que
maneja el Estado Mayor Golpista.
La coyuntura para la provocación que fraguan es el
proceso de verificación de firmas que el CNE adelanta, y en el
que la contradicción principal se establece entre la línea de
la oposición que no quiere lupa y la línea del proceso
bolivariano que exige lupa, que exige que la aplicación de un
instrumento constitucional tan serio como el Referendo
Revocatorio no puede invocarse fraudulentamente.
Los indicios de fraude en la recolección de firmas para
el Referendo Revocatorio Presidencial son tan estridentes que
sólo pueden ser banalizados con una dosis de cinismo tan
oceánica como la expresada por el actual gobernador del Edo.
Miranda, y calificado líder de la Coordinadora Democrática,
ciudadano Enrique Mendoza, en la entrevista que Globovisión
transmitió con la periodista Natalí Salas Guaitero, cuando
aclaró que en su denuncia de irregularidades en las firmas, el
Presidente Chávez se había quedado corto, que ellos
contrataron a una empresa para que les auditara los muertos,
los no inscritos en el REP, en una palabra las firmas
fraudulentas.
Una vez más el movimiento popular venezolano se confronta
con un escenario de maniobras de provocación destinadas a
posibilitar estallidos de violencia que tiendan a erosionar la
gobernabilidad y desestabilizar la economía.
El discurso goebelianamente repetido por la oposición es
que no se le debe poner muchos "tecnicismos" a lo que ellos
llaman la voluntad del ciudadano, aunque éste ciudadano por
ellos invocado haya sido una empresa contratada para llenar
planillas con nombres falsos, números de cédula de identidad
de personas fallecidas y firmas chimbas.
El sector no-golpista de la oposición debería demarcarse
de la intención de que algo tan esencial a la solidez de la
Constitución Nacional Bolivariana como el Referendo
Revocatorio, no se revise. El sector no-golpista de la
oposición no debería aparecer junto a quienes quieren que las
firmas de los vivos, de los muertos, de los no inscritos, de
los menores de edad, pasen en un solo bojote, como si no
necesitáramos la verdad, como si no necesitáramos la cifra de
las firmas no objetadas, la de las firmas objetadas, de los
por qué, de la norma que los rige, de las posiciones y los
argumentos que se expresan al interior del Consejo Nacional
Electoral, como si no necesitáramos la experiencia completa,
el aprendizaje entero de todo este proceso, como si desconocer
la realidad no fuese a tener consecuencias posteriores, como
si el pueblo venezolano no estuviese pendiente, como si no
hubiese vivido del once al catorce de abril de 2002 y del dos
de diciembre de 2002 al 2 de febrero de 2003, el
enfrentamiento victorioso a sendos Golpes de Estado conducidos
por las mismas personas que hoy pretenden que el Gobierno
Bolivariano no revise, que no aplique "tecnicismos" para
demorar la convocatoria a Referendo, como pretendiendo que les
reconozcan las firmas por kilos, y no contadas y revisadas una
a una. Como si lo que se estuviese denunciando por parte de
las fuerzas que apoyan al gobierno del Presidente Chávez fuera
un problema técnico y no un gigantesco fraude de la voluntad
popular.
Estamos en presencia del proceso comicial más vigilado
internacionalmente en toda la historia. La Organización de
Estados Americanos (OEA), el Centro Carter y otras
organizaciones no-gubernamentales internacionales han tenido
acceso a todas y cada una de las fases del inédito proceso
para la convocatoria del Referendo Revocatorio.
El Consejo Nacional Electoral se ganó a pulso la
credibilidad nacional cuando organizó un proceso equitativo y
transparente, pegajosamente marcado, para decirlo en argot
futbolístico, por todos los medios de comunicación social,
incluida "Radio Bemba", en el que donde se colocó un toldo
para que firmara el proceso bolivariano, se colocó un toldo
para que firmara la oposición. Hito histórico de la vida
nacional. El CNE se ganó la credibilidad nacional actuando por
unanimidad en todos los instructivos y resoluciones que
posibilitaron el inicio del proceso. El CNE tiene la paz en
sus manos y la estrategia del Estado Mayor Golpista es la
guerra. Por eso ha iniciado su destrucción. La desaparición
del árbitro es la guerra y sólo en una guerra pueden venir a
pacificarnos desde afuera que es lo que necesitan quienes
jamás han pensado en elecciones, sino en una Junta Militar de
Gobierno que dure el tiempo que sea necesario para
"deschavizar" a Venezuela a sangre y fuego.
Debe quedar bien claro que quienes quieran que se cuente
a vivos y difuntos, a los mayores de edad inscritos en el
REP, con los menores, los no inscritos, los extranjeros, los
inexistentes creados en madrugadas de apuro, con miles de
rúbricas y decenas de firmantes, en fin, quienes quieran
validar un indeterminado porcentaje de trampa, de fraude,
quienes no quieran saber la verdad porque ya la saben hace
tiempo, y esta es que los pobres son más que los ricos, y que
los pobres están con Chávez, estos no están buscando Referendo
Revocatorio sino bronca, disturbio, trifulca, tumulto,
enrarecimiento del ambiente de normal desenvolvimiento de la
vida cotidiana.
Detengámonos una vez más en el medio de comunicación que
ha sido objeto de mi seguimiento particular, el diario de
circulación nacional El Universal.
Su edición del miércoles 18 de febrero de 2004 tiene
titular a ocho columnas por lo que ya sabemos que no hay
noticia sino línea política: "Mitad de firmas agoniza". Lo
primero es la carcajada por lo dramático que puede llegar a
ponerse el Sr. Andrés Mata Osorio.
Seguimos con la revisión general de la primera plana:
"Gobierno arrecia persecución política" "Chávez acusa a Bush
de masacre del 11-A" "Megacanje de bonos eleva deuda externa"
"Alejandro Sanz partió corazones" "Fuerzas rebeldes toman el
centro de Haití" "La economía se contrajo 9,2% en 2003"
"Policía afirma que en Bejuma vivía 'una colonia de narcos'"
"Vargas a la espera de turistas" "Páez probará ante
Australia".
De la OEA, del Centro Carter, revísenlo por favor, no me
lo crean, constátenlo, ni una palabra. Ni las siglas. Nada.
Pero en la siguiente página (1-2) estaba todo lo que en
esta vida se puede aprender sobre periodismo político. Vamos
de arriba a bajo: "Ocho semanas para entrega de máquinas"
"Zamora y Mejías objetan cambio en sistema de votación"
"Períodos de reparos comienza el 28 de febrero" y, finalmente,
barrida bajo la alfombra, en el último recuadro de la segunda
página, a pesar de estar en una sección de candente
actualidad, "Tema del día", aparece una noticia con un titular
que tras la indignación inicial, provoca hilaridad cuando se
analiza: "OEA y Centro Carter apoyan a directiva"
¿A cuál directiva apoyan La Organización de Estados
Americanos y el Centro Carter, los dos grupos de observadores
internacionales presentes en el proceso de Referendo Revocario
más alejados de la más remota sospecha de chavismo?
Si lo quiere saber tendrá que buscarlo en la letra
pequeña. No será el diario El Universal quien se lo facilite.
Sólo allí usted encontrará los testimonios de Fernando
Jaramillo (OEA) y Francisco Diez (Centro Carter) quienes
coinciden en la total transparencia del proceso llevado a cabo
hasta ahora, en el apoyo incondicional brindado por el CNE a
su labor de observadores internacionales, en el llamado a la
confianza de la población venezolana en su organismo
electoral, y en el llamado a los medios de comunicación social
para que cese la presión indiscriminada sobre los rectores del
CNE y sobre éste en sí como cuerpo colegiado, y en el llamado
a tener mucho cuidado en el manejo de la información.
¿Sabrá el pueblo venezolano las razones por las cuales El
Universal no sólo no colocó en primera plana una noticia tan
central a la vida presente y futura de la nación como el visto
bueno que los organismos observadores internacionales le
estaban dando al proceso de Referendo Revocatorio conducido
por el Consejo Nacional Electoral, sino que trató expresamente
de esconderla bajo la palabra"directiva"?
Sí las sabe.
El Universal no espera nada de elección alguna, y hace
tiempo está esperando a algo o alguien que venga desde
afuera, a ponerle otra vez a Venezuela como era antes.
Lo que pasa es que no caemos en provocaciones.
¡CNE_ ¡CNE_ ¡CNE_
https://www.alainet.org/es/articulo/109438
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