Conferencia mundial de los pueblos indígenas
22/09/2014
- Opinión
A fines de 2010, el 21 de diciembre, la Asamblea General de las Naciones Unidas en su 71ª sesión plenaria, aprobó la resolución A/RES/65/198, la cual está basada en el informe de la Tercera Comisión (A/65/453) presentado el día 2 del mismo mes por Evo Morales, presidente de Bolivia.
Tal resolución, que contaba con el visto bueno de los países latinoamericanos, entre ellos el nuestro, recordaba que este año 2014 terminaría el Segundo Decenio Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo y se manifestaba “Preocupada por la situación de desventaja extrema en que se encuentran normalmente los pueblos indígenas que se refleja en toda una serie de indicadores sociales y económicos y por los obstáculos que les impiden disfrutar plenamente de sus derechos”.
Dicha Resolución exhortaba a los Estados a intensificar esfuerzos “para la solución de los problemas a que se enfrentan los pueblos indígenas en esferas tales como la cultura, la educación, la salud, los derechos humanos, el medio ambiente y el desarrollo social y económico, por medio de programas orientados a la acción y proyectos específicos, de una mayor asistencia técnica y de actividades normativas pertinentes”. Y, finalmente, “Decide organizar una reunión plenaria de alto nivel de la Asamblea General, que recibirá el nombre de Conferencia Mundial sobre los Pueblos Indígenas y se celebrará en 2014, con el fin de intercambiar puntos de vista y las mejores prácticas sobre la realización de los derechos de los pueblos indígenas, incluido el cumplimiento de los objetivos de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas”.
El año pasado, en el mes de junio, en los territorios y tierras tradicionales de los Sami en Alta, Noruega, más de 600 delegados de pueblos indígenas de todo el mundo elaboraron el Documento Final de Alta en que establecen sus recomendaciones precisamente para la Conferencia que en estos días, 22 y 23 de este mes, se está llevando a cabo en la sede de la ONU en Nueva York. En su documento denuncian, con toda la fuerza de la verdad (aquella que no peca pero incomoda), la colonización que han padecido durante siglos y que “ha dado lugar a patrones de dominación, a la explotación y el sometimiento de nuestros Pueblos”.
Los delegados analizaron y dejaron plasmado que estos patrones de dominación –que están en la base de las políticas de desarrollo– tienen su origen en reclamos de descubrimientos, conquistas y toda forma “legal” de usurpación y “permiso” de explotación que han estado encaminados a la exterminación de los pueblos indígenas. Tales patrones son lo que verdaderamente tiene más peso en la política real y no los ya múltiples acuerdos y tratados regionales, nacionales e internacionales sobre los derechos de los pueblos indígenas, quesque con buenas intenciones, como decimos, en donde se habla de restitución, de respeto, de colaboración.
En su documento exponen cuatro temas con recomendaciones específicas, precisamente para ser consideradas en y por la Conferencia Mundial: 1): Tierras, territorios, recursos, océanos y aguas de los Pueblos Indígenas; 2) Acción del sistema de la ONU para la implementación de los derechos de los Pueblos Indígenas; 3) Implementación de los Derechos de los Pueblos Indígenas; y 4) Prioridades de los Pueblos Indígenas en materia de Desarrollo con consentimiento libre, previo en informado. Pero antes de comenzar a exponerles afirman y dejan en claro que “el derecho inherente e inalienable a la libre determinación es preeminente y es un requisito previo para la realización de todos los derechos”.
El Documento de Alta, que debe ser leído a detalle, tiene un claro sentido de memoria histórica y de posición de resistencia y de esperanza. Se supone que este documento ha ofrecido las bases para el borrador (llamado Borrador cero) con el cual se trabajará estos días en la Conferencia Mundial. Es muy aconsejable la lectura también de este segundo documento, sobre todo después de leer el que se supone que es su base. Hacerlo es un buen ejercicio analítico que permite ver cómo se descompone el sentido original de un mensaje y cómo es que se le quita la fuerza (“toda la vitamina”) y la agudeza de la verdad a un documento, todo en aras a la diplomacia, que no es otra cosa que garantizar la renovación de aquellos patrones de colonialidad.
Sólo enuncio tres ejemplos para que se identifiquen las diferencias. El Documento de Alta recomienda que se establezcan tribunales, comisiones u otros órganos con autoridad judicial completa para que atiendan y resuelvan los reclamos sobre las tierras, territorios y recursos, mientras el Documento cero, que es la base para el Resolutivo al que se llegará en la Conferencia (con el predominio de la presencia de diplomáticos y no de la gente de nuestros pueblos) plantea establecer mecanismos “debidamente autorizados por los órganos judiciales facultados”. Hay un abismo entre un tribunal que haga justicia y los “órganos judiciales facultados” que han legalizado la usurpación.
Alta se refiere a la educación conjuntamente con la salud (adecuada y en condiciones de igualdad) y la vivienda y establece que el acceso a tales servicios sea de alta calidad y culturalmente apropiados. El Documento cero, quita lo de la atención a la salud adecuada y en condiciones de igualdad y también lo de la adecuación cultural de todo lo concerniente a la salud y a la vivienda.
La recomendación que hace Alta a “que los Estados dejen de subsidiar la expansión de las plantaciones agrícolas industriales y comerciales que promueven el uso de fertilizantes químicos tóxicos y pesticidas, así como los organismos modificados genéticamente (OMG) en tierras y territorios indígenas” fue absolutamente rechazada en la elaboración del Documento cero. Monsanto y todas las compañías farmacéuticas de la mano del sistema médico, así como las cementeras, estarán muy complacidos de tales modificaciones (que desde luego son sus victorias).
Fernando Limón Aguirre
Sociólogo. Investigador en El Colegio de la Frontera Sur – San Cristóbal
https://www.alainet.org/es/articulo/103616
Del mismo autor
- El Papa Francisco apuntala el alcance universal del aporte de Tatik Samuel 29/02/2016
- La Constituyente Ciudadana y Popular 06/12/2015
- La convivencia. ¿Qué estamos haciendo desde las ciencias sociales? 04/12/2015
- Tiempo de teoría, encuentros y reflexión. Conferencia de CLACSO en Medellín 26/11/2015
- Ayotzinapa ¿Por qué? 25/09/2015
- Diversidad de perspectivas sobre el desarrollo en una universidad intercultural en Chiapas 17/08/2015
- Derechos indígenas y políticas públicas 27/11/2014
- Políticas públicas y crisis de Estado 14/11/2014
- Conferencia mundial de los pueblos indígenas 22/09/2014
- El desarrollo: Un repaso a este fenómeno productor de dolor y muerte 27/11/2013