Mujeres en cuotas

20/10/2013
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Si no hay participación igualitaria de las mujeres en la política nuestra democracia sufre.
 
Hay desequilibrio porque históricamente hubo dominio del sexo masculino hacia el femenino y nos faltó autodeterminación. El sistema machista antiguo occidental y católico que vino con la colonización, ahogaba y no permitía ni pensar otras realidades.
 
Tal vez la condición de madres hizo de pretexto para que ellos tomaran las riendas del poder y nosotras -como una concesión de honor- las del hogar. Lo cual por supuesto es una honra y un mérito nunca debidamente reconocido.
 
Sin embargo en el imaginario, no pasa de ser una especie de sub tarea reservada en apariencia a seres inferiores intelectualmente que se sobreentiende no podrían hacer otra cosa, y hasta puede causar hilaridad si esbozan inquietudes diversas.
 
Esa cultura lamentablemente no está erradicada.
 
Son leyes no escritas.
 
¡Claro que somos diferentes! Eso no significa subordinados.
 
Tenemos iguales derechos y para ejercerlos necesitamos las mismas oportunidades. Eso es tiempo para capacitarnos y estar aptas para ocupar determinadas responsabilidades sociales y políticas si lo deseamos aún teniendo familia, de la cual, mujer y hombre padre y madre son garantes en la misma proporción.
 
Distribuyamos igualitariamente las funciones posibles no sexuadas biológicamente.
 
Con los gobiernos de izquierda ha comenzado el debate acerca de si la diferencia sexual dificulta el ejercicio de la ciudadanía en forma dispar a hombres y mujeres. Significa que al menos estamos propiciando un proceso hacia costumbres proclives a ser equitativas.
 
La participación femenina no se arregla solo con cuotas o lugares de compromiso público dosificados. Hay que modificar situaciones preestablecidas que en los hechos impiden a las féminas ejecutar su derecho a elegir.
 
Esto se comenta solo; la llamada ley de cuotas dice “Declárase de interés general la participación equitativa de ambos sexos” en los distintos ámbitos estatales y políticos… ¿Una en tres es “participación equitativa”? Es un 33% y en Uruguay más de la mitad de la población es femenina.
 
Es bien triste tener que obligar con leyes a incluir mujeres en lugares políticos. Vergonzoso también que urdan trampitas para bastardear la ley de cuotas que no será ideal pero inicia una transformación.
 
Tampoco le pongan plazo ni condiciones a esa tímida acción que si bien no corrige a fondo legendarias arbitrariedades, pone el acento en el género femenino relativo al ejercicio de libertades cívicas plenas, para que principios y valores democráticos no sean meras declaraciones en este aspecto.
 
Al haber un foco referente, al menos se comenzará a delinear la impronta femenina en reductos hasta el presente varoniles por antonomasia.
 
La equidad en el género es un requisito del equilibrio democrático de una sociedad, nunca debiera ser una “acción afirmativa” que conlleva temporalidad. La inclusión de las mujeres en el sistema productivo, laboral, profesional y por cierto político, debiera ser una meta comunitaria tan natural como la existencia de los dos sexos.
 
La mirada de mujeres en los distintos campos sociales, matiza, enriquece.
 
Que el trabajo hogareño como ocupación única sea una opción.
 
Hagamos, si fuera necesario, leyes afirmativas para que los masculinos se vean obligados a hacer las tareas domésticas incluidos los cuidados a los integrantes del núcleo familiar, por supuesto sin dejar de trabajar afuera, recrearse y desarrollar alguna ocupación político social como hacemos la gran mayoría de las uruguayas; “mujeres maravilla” de esta tierra.
 
Montevideo-Uruguay
 
 
https://www.alainet.org/es/articulo/80248?language=es
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